Si bien habían reconocido el esfuerzo del Gobierno para adaptarse a un crecimiento moderado, luego de la segunda reunión del Consejo Superior Tripartito algunas cámaras empresariales manifestaron preocupación por las pautas salariales. En diálogo con En Perspectiva, el asesor de la Cámara de Comercio y Servicios, Juan Mailhos, dijo que el primer ajuste anual previsto en las pautas termina siendo más oneroso para los empresarios que el que se concretaba en la anterior ronda de salarios.
Mailhos criticó la categorización de las empresas que hace el Gobierno según el dinamismo del sector. El asesor dijo que eso “implica imponerle al sector empresarial condiciones que después hacen dificultoso poder desarrollar la actividad y poder pagar los salarios correspondientes”.
EN PERSPECTIVA
Jueves 9 de julio, hora 7.43
EMILIANO COTELO:
El gobierno, los sindicatos y las cámaras empresariales siguen sin llegar a un acuerdo en torno a las pautas salariales que regirán en la próxima ronda de la negociación colectiva.
Ayer volvió a reunirse el Consejo Superior Tripartito en la sede del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social. De telón de fondo está el anuncio del PIT-CNT que da como un hecho la convocatoria a un paro general para el 6 de agosto en protesta, entre otras cosas, por los lineamientos anunciados por el Poder Ejecutivo.
En el anuncio hecho hace pocos días hay varias particularidades, hay diferencias con respecto a años anteriores. Para empezar, se determinarán categorías –básicamente tres– en las que habrá que clasificar a cada sector de actividad según su desempeño, se plantea que se firmen acuerdos por tres años, y en lugar de los clásicos aumentos de inflación prevista más suba real, el gobierno propone aumentos nominales, que además son decrecientes año a año.
Para los sectores que registran mayores problemas económicos, se prevé 8,2 % el primer año, 6,6 % el segundo y 6,1 % el tercero. En la otra punta, para los sectores más dinámicos de la economía, los aumentos salariales serán de 10 % el primer año, 9 % el segundo y 8 % el tercero. Y para los sectores medios, 8,5 % el primer año, 7,5 % el segundo y 7 % el tercero.
Otro detalle relevante es que se proponen aumentos semestrales, la mitad del ajuste se aplica con la firma del convenio y la otra mitad a los seis meses. El primer correctivo por inflación se realizará al final del segundo año y la cláusula gatillo no se aplicará ya cuando la inflación interanual llegue al 10 %, sino cuando llegue al 12 %.
Ya conocemos cuál es el punto de vista de los sindicatos. ¿Qué dicen mientras tanto las gremiales patronales?
Vamos a conocer ese otro enfoque.
ROMINA ANDRIOLI:
Estamos en línea con Juan Mailhos, asesor de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios.
¿Cuál es la opinión de las cámaras y de la Cámara de Comercio en particular sobre estos lineamientos presentados por el Poder Ejecutivo?
JUAN MAILHOS:
En su momento habíamos dicho que valorábamos el esfuerzo que había hecho el Poder Ejecutivo para tratar de adaptarse a la nueva realidad económica que presenta el país, que implica, según el diagnóstico del propio Poder Ejecutivo y de los analistas privados de nuestra economía, un crecimiento más moderado. Sin embargo, ya desde que se hizo la presentación formal en el Consejo Superior Tripartito, hace dos lunes, y ahora luego de tener la segunda reunión en el día de ayer, esto se ha tornado más en una preocupación.
RA – ¿Por qué? ¿Qué pasó en el medio? ¿Qué cambió para que ustedes también cambiaran su punto de vista?
JM – En los titulares podemos estar de acuerdo. Por ejemplo, estamos de acuerdo en los objetivos que persiguen estas pautas, esto es, tratar de defender el empleo, los altos niveles de empleo que hay hoy en el país; tratar de defender las condiciones de competitividad; mantener los niveles de salario que se tienen hasta ahora; se hace referencia también al documento “Cultura del trabajo” que ha propuesto el Poder Ejecutivo. Todos objetivos que compartimos. Pero esos son los titulares. Luego, cuando se nos esbozaron los titulares de cuáles iban a ser el mecanismo y los instrumentos, estábamos a la espera del desarrollo, cosa que pasó ayer, y ahí empiezan las preocupaciones.
RA – ¿Por qué aspectos concretamente están preocupados de lo que se plantea?
JM – Por ejemplo, estamos preocupados porque el primer ajuste anual termina siendo más oneroso que el que se concretaba en las pautas para la quinta ronda de consejos de salarios. Con lo cual, nos parece que esto no va en línea con interpretar la realidad económica que vive el país.
RA – ¿Por qué dice que termina siendo más oneroso?
JM – Porque termina siendo más caro, los incrementos salariales son más altos que los establecidos según las pautas anteriores. O sea, le salen más al empresario, y nos parece que eso no interpreta correctamente la realidad. La aplicación de las pautas el primer año tiene guarismos más altos que los de aquellas pautas que se habían establecido en un momento económico de mayor bonanza que el que tenemos hoy.
Por otro lado, si uno establece el desarrollo del tema que se ha referido para los salarios más bajos, también allí ha habido a nuestro criterio un cambio sustancial. Se hablaba de que serían salarios bajos los que están en el rango de los 12.000 a 14.000 pesos para 40 horas nominales de trabajo. Nosotros pensábamos que eso era para 44 y 48 horas semanales, que son los regímenes habituales en comercio e industria, sin embargo se hace un desarrollo que incrementa esos niveles de salarios bajos o sumergidos a niveles a más de 16.000 pesos.
Esto hace que el universo de salarios sumergidos se extienda a mucha más gente, yo diría –y dice también el Ministerio de Economía y Finanzas– a 400.000 y tantos trabajadores del sector privado de nuestro país. Eso hace que muchísimos trabajadores de muy escasa preparación van a tener un tratamiento que tiene dos efectos: aumentos muy onerosos para lo que pueden pagar todas las empresas, y una puja del resto de las categorías [hacia niveles] superiores. Nos parece que esto tampoco interpreta adecuadamente la realidad y tampoco está en línea con los objetivos planteados originariamente en las pautas.
RA – Me quedé pensando en el primer aspecto que marcó, que termina siendo más costoso para el sector empresarial. ¿Ustedes estiman que van a tener dificultad para llegar a un acuerdo respecto a la categorización del sector de actividad? Porque eso es lo que determina el nivel de aumento que se deba dar.
JM – En ese sentido también manifestamos la preocupación. Es indudable que en términos generales tenemos diferencias con el sector trabajador en cuanto a la apreciación de la realidad general económica del país. Entonces no sería extraño que también las tuviéramos con respecto a la categorización de los sectores específicos. Por tanto nos preocupa también que el Poder Ejecutivo intervenga en esta negociación una vez más y termine incidiendo en la categorización. Porque eso muchas veces –ya hemos tenido la experiencia– implica imponerle al sector empresarial condiciones que después hacen dificultoso poder desarrollar la actividad y poder pagar los salarios correspondientes.
EC – Estaba mirando las crónicas de prensa esta mañana a propósito de la reunión de ayer, y hay un apunte si se quiere ingenioso en La Diaria hoy. Dice: “En aras de demostrarle al movimiento sindical que los lineamientos no menoscabarían el salario real de los trabajadores al final del convenio, el gobierno parece haber terminado convenciendo al sector empresarial de que la propuesta no le conviene”. Es curioso esto que ha ocurrido, ahora resulta que los lineamientos, las pautas, no les sirven ni a unos ni a otros.
JM – Algo de eso se ha dado. Como decía, en nuestra primera reacción frente a las pautas valorábamos una intención que fue manifestada por el Poder Ejecutivo en el sentido de cumplir una cantidad de objetivos. En la segunda reunión, luego de que el PIT-CNT rechaza el planteo, hizo algunas observaciones, que van en línea con las que han hecho siempre, el Poder Ejecutivo reflexiona y hace un desarrollo de esos titulares, de esas cuestiones, que va muy en línea con satisfacer la demanda del sector sindical.
EC – El Poder Ejecutivo ha dicho que no va a cambiar, que no está dispuesto a modificar los lineamientos comunicados originalmente. Pero según la interpretación que usted hace, ayer de hecho hubo un cambio, una atenuación, una cercanía con algunas de las demandas de los sindicatos; ¿es eso?
JM – No me cabe la más mínima duda. El salario sumergido se refería a salarios de 12.000 (franja 1) a 14.000 pesos (franja 2), y hoy tenemos que los guarismos cambian, porque nosotros advertimos que el cálculo se había hecho sobre 40 horas semanales, cosa que no es lo habitual en el sector privado, lo habitual son 44 o 48 horas. Entonces hoy tenemos una franja 1 hasta 14.000 pesos y una franja 2 superior a los 16.000 y tantos pesos, con lo cual hay un cambio evidente.
EC – ¿Cómo sigue esto entonces? ¿En qué quedaron ayer?
JM – Quedamos en que el PIT-CNT va a analizar estas nuevas transparencias. También se hizo un ejercicio de analizar distintos escenarios de inflación para demostrarle al PIT-CNT que no había pérdida de salario real en ninguna hipótesis. Directamente se trató de dar respuesta a los planteos del PIT-CNT y de tranquilizarlos en cuanto a que estas pautas no los perjudicaban. El asunto es que, en ese intento de satisfacción al PIT-CNT, a nosotros se nos abre una brecha de preocupación.
EC – ¿Entonces? ¿Qué próximas instancias están previstas?
JM – El miércoles que viene vamos a tener una nueva reunión en la que vamos a seguir analizando estos aspectos. Pero tiene que quedar claro que estos son lineamientos del Poder Ejecutivo, que no está planteada una negociación sobre esos lineamientos, nunca lo estuvo, únicamente es un ámbito en el cual se reflexiona de manera conjunta para luego ver de qué manera se lleva adelante la negociación. Nosotros como empresarios manifestamos que estamos preocupados por el desarrollo que el Poder Ejecutivo les dio a las pautas.
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Transcripción: María Lila Ltaif