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Latinobarómetro lanzó su informe de 2024: ¿Qué dice con respecto a Uruguay?

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Foto: Latinobarómetro

Al cierre del año se publicó el Latinobarómetro 2024: un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de América Latina, lo que representa a más de 600 millones de habitantes.

El Latinobarómetro investiga el desarrollo de la democracia, la economía y la sociedad en su conjunto, con indicadores de opinión pública que miden actitudes, valores y comportamientos.

El informe de este año se titula “La Democracia Resiliente”, y su principal hallazgo es el crecimiento del apoyo al sistema democrático (52%). Además, se detuvo el deterioro democrático visto desde 2010.

La elevación del porcentaje de aprobación en 2024 frente al año anterior se debe en buena medida a un fuerte incremento en México y Argentina, dos países donde hubo elecciones; en 2023 ganó Javier Milei, con alternancia de poder en Argentina, y en 2024 ganó Claudia Sheinbaum, con la continuidad del partido Morena en México.

Sin embargo, hay algunas luces de alerta.

Vamos a mirar más en detalle estos resultados, con un foco particular en qué dice con respecto a Uruguay, considerada la única democracia consolidada del continente.

¿Satisfacción?

A pesar de la mejora general sobre la democracia, el informe advierte que el 25% de los latinoamericanos son indiferentes al tipo de régimen. Para los investigadores, esto constituye “una tierra fértil para populismos y autocracias”.

Otro punto positivo se observa en la insatisfacción con la democracia, que descendió desde su pico de 72% en 2018 y ahora se ubica en un 65% en 2024. De todos modos, puede leerse allí otra contradicción: ¿Cómo es que, por un lado, existan niveles relativamente fuertes de aprobación a la democracia como forma de gobierno y, por el otro, imperen índices de insatisfacción tan elevados con su funcionamiento?

En el balance de Latinobarómetro, Uruguay es el país más consistente, con mayor satisfacción con la democracia y los más altos niveles de apoyo: 63%. El segundo país es El Salvador, con 62%.

En tercer lugar aparece México, con 50% de apoyo a la democracia. Pero es un caso paradójico: el informe señala que “el caso de México no debe conducir a engaño: carece de demócratas insatisfechos porque tiene pocos demócratas; su satisfacción es superior al apoyo a la democracia”.

Las instituciones

¿Cuál es el rol de las instituciones en este contexto?

Dice la introducción al informe: “Los partidos políticos están agotados, el parlamento extenuado como institución, el sistema judicial deslegitimado, la elites desacreditadas”.

Si nos enfocamos en la legitimidad de los partidos políticos, esta ha sido volátil en estos 30 años, indica el Latinobarómetro, dependiendo de la capacidad de respuesta del sistema político a las demandas ciudadanas. Hoy se observa que los partidos fracasan en esas respuestas, deteriorándose como instituciones permanentes del régimen democrático. Es decir, se agotan los partidos.

La fragmentación del sistema de partidos políticos y la desaparición en muchos países de partidos históricos y tradicionales, así como la penetración del populismo, han debilitado la imagen de los partidos y el rol que estos deben jugar en una democracia, advierte el estudio.

En el apoyo a los partidos políticos, Uruguay aparece primero: 64% opina qie sin partidos políticos no puede haber democracia. El primer puesto está compartido con Argentina.

Los países que rankean peor son Colombia, Ecuador y Paraguay, donde solo el 35, 38 y 39%, respectivamente, opina que sin partidos no puede haber democracia.

Por el lado del respaldo al Parlamento, un 39% cree posible la democracia sin Congreso, el récord desde 1997 como actitud negativa hacia esta institución. Nuevamente Argentina y Uruguay lideran por la positiva esta medición: en Argentina, el 73%, y en Uruguay el 67%, sostienen que no puede haber democracia sin un Parlamento.

Por otro lado, Ecuador con el 57%, Perú con el 53, y Colombia con el 52, conforman el podio de los países cuyos habitantes consideran que la democracia puede funcionar sin Congreso Nacional.

El estudio concluye que todas las instituciones básicas de la democracia tienen los menores grados de confianza: partidos, congreso, poder judicial y gobierno.

Las Fuerzas Armadas (43%), la policía (41%), el presidente (37%), los partidos políticos (17%), el Congreso con el 24% y el poder judicial (28%).

Economía

Los investigadores indican que se acabó el pesimismo económico con el que salimos de la pandemia y que, pasados dos años del 2022, se produjo un récord de “presión de expectativas” sobre los gobiernos.

¿Qué significa este concepto? Lo definen como la diferencia entre la percepción de la economía personal con la del país. Los datos del 2024 sugieren que en las sociedades latinoamericanas el optimismo sobre el futuro de la economía personal y familiar es alto, pero la confianza en la economía del país se mantiene baja.

Esto implica una demanda, una presión sobre la economía nacional que no está respaldada por la percepción sobre ella. Una contradicción que pone presión a los gobiernos ya que no es posible que les vaya bien a todos los nacionales y al mismo tiempo no mejore la economía nacional.

En el ámbito económico, en el 2024 se observó el mayor optimismo sobre el futuro de la economía personal y familiar desde que se mide este indicador en la región, en 1995. 

De acuerdo con la encuesta presentada, el 52% de las personas entrevistadas en los 17 países cree que su situación económica y la de su familia será “mucho mejor” o “un poco mejor” en los próximos doce meses (aumentando cinco puntos porcentuales desde el 47% en 2023).

Una de las posibles explicaciones del optimismo económico a nivel personal y familiar puede radicar en las percepciones sobre el empleo. La evolución de la percepción del desempleo como el problema principal ha venido disminuyendo desde 2008 de 22% a 8% en 2024.

Esto es curioso porque, por otro lado, varios expertos pronostican un bajo crecimiento para el 2025, como la Cepal. Por ejemplo: 64% de los brasileños y 59% de los mexicanos respondieron en la encuesta Latinobarómetro que su situación económica será “mucho mejor o un poco mejor”, cuando en ambos países se espera una expansión casi nula en 2025.

Si hacemos foco en Uruguay, la medición sobre el optimismo con respecto a la economía personal de cada uno nos sitúa a mitad de tabla: 48% piensa que su familia estará mucho o un poco mejor en los próximos 12 meses.

En cambio, en cuanto a la situación económica actual del país, Uruguay está primero: el 33% la consideran muy buena o buena. El promedio del continente es de solo 14%, con Bolivia con 2%, Perú con 7% y Argentina con 8% al fondo del ranking.

El bienestar

La satisfacción con la vida también alcanzó su nivel más alto desde 1997 en 2024. El 79% afirma que está muy o bastante satisfecho con su vida. Este es el porcentaje promedio regional más alto desde 1997, por arriba del 77% que se registró en 2023, 2015 y 2013.

De igual modo, la imagen de progreso en la región avanza este último año confirmando la tendencia de recuperación.

La encuesta reporta que el porcentaje de quienes perciben que el país está progresando pasó de 25% a 28%, entre 2023 y 2024. Esto refuerza la tendencia al alza desde 2020 cuando la percepción de progreso era 19%. La idea de que lentamente vamos saliendo de la pospandemia se refuerza con este dato especialmente si se considera que la percepción de progreso venía disminuyendo desde 2010 cuando alcanzó un 39% hasta 2020 cuando llegó a19%. (p.26). 

El Salvador es el país que ve mayor progreso, con 72% cree que su país está progresando. Le siguen República Dominicana, México, Uruguay y Panamá con un porcentaje mucho menor, de entre 50% y 40%. Más abajo se encuentran Brasil y Costa Rica con casi un tercio de sus entrevistados que ven progreso en sus países.

Uruguay es uno de los países que reportan mayor bienestar con su vida, al igual que Costa Rica, Guatemala y El Salvador con niveles de satisfacción de entre 89% y 85%. Colombia, Paraguay, Panamá, República Dominicana, México y Brasil reportan niveles de satisfacción entre 84% y 82%. Argentina se ubica justo a nivel del promedio regional, con 79%.

El cambio climático

Respecto a un tema de agenda que ha crecido durante los últimos años, el estudio informa que los habitantes de América Latina tienen una clara inclinación mayoritaria de apoyo a la lucha contra el cambio climático (63%), por encima de la consideración de sus eventuales consecuencias sobre el crecimiento económico.

Solo el 29% es partidario de mayor crecimiento económico sin importar sus impactos sobre el cambio climático.

Uruguay está segundo en este ranking, por debajo de Costa Rica: 69% opina que se debe luchar contra el cambio climático sin importar sus consecuencias negativas en el crecimiento económico.

Política

Para cerrar, si miramos el eje izquierda-derecha, América Latina se ha corrido a la derecha desde el 2020.

Llama la atención en esa escala que Venezuela lidera el ranking de habitantes que se sitúan a la derecha: 49%. Latinobarómetro toma esa medida para confirmar que en las elecciones del año pasado se dio un fraude.

En Uruguay, la misma cantidad de gente se ubica tanto a la derecha como a la izquierda: en ambos casos, el 28%. A pesar de eso, solo 7% no se ubican en el eje izquierda-derecha.

Es, además, el país que lidera el interés en la política: 48% está interesado.

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