El artista Claudio Rama denuncia “censura” del Teatro Solís
El artista Claudio Rama viene denunciando que la directora del Teatro Solis, Malena Muyala, lo “censuró” al solicitarle que ajustara los textos de una exposició suya para incorporar lenguaje que incluyerera lo femenino y lo masculino simultáneamente.
Rama tenía previsto inaugurar en noviembre la muestra Vidas encajonadas, una serie de esculturas en cajas rojas, que van acompañadas por textos escritos. La serie iba a ser exhibida en la Sala Estela Medina, en el subsuelo del Teatro Solís.
Según informó el semanario Búsqueda, el 25 de julio Rama recibió un correo electrónico de la dirección del Teatro donde se “solicita que las propuestas artísticas que se programen en los espacios del teatro aborden una perspectiva inclusiva tanto en el lenguaje oral, escrito y visual”. Y se agrega: “Eso implica la actualización de los textos de la propuesta artística”.
Rama relató que luego de recibir ese mail le solicitó a Muyala varias veces una reunión para recibir explicaciones de qué era lo que debía modificar de sus obras y por qué motivo. Sin embargo, según el relato de Rama, nunca tuvo respuesta.
El martes 5 de setiembre Rama recibió una carta firmada por Muyala en la que confirma que la muestra se concretará entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 en la sala Estela Medina del Solís. La carta no especifica qué pasará con los textos ni cuáles serán los criterios para llevarla a cabo.
Molesto por la situación, Rama decidió llevar su exposición al Espacio Idea del Ministerio de Educación y Cultura, donde estará abierta al público a partir de febrero de 2024. Y a su vez comunicó públicamente que la dirección del Teatro Solís lo estaba “censurando”. Rama manifestó que había sido víctima de “un acto de censura arbitrario que incluso violenta la Constitución y que se identifica con prácticas despóticas que supuestamente se habían superado desde el regreso de la democracia al país”.
Rama denunció la situación en el Partido Colorado, que se propone llamar a Muyala al Parlamento para que de explicaciones. Además presentó una denuncia en la Institución Nacional de Derechos Humanos y prepara una petición para que la intendenta Carolina Cosse destituya a Muyala.
La directora del Solís por su lado, dijo a La Diaria que la solicitud que se le hizo a Rama está amparada en la Guía de lenguaje inclusivo del Congreso de Intendentes, aprobada por las comunas de todo el país en 2010. Muyala ratificó que la muestra está confirmada para las fechas previstas. “Lamentamos que la posibilidad de incorporar a los textos de la obra una perspectiva inclusiva le haya generado una situación de tensión e incomodidad, como él describe. La invitación al diálogo fue y es el único tono con el que realizamos todo el intercambio en una obra que fue de interés y sin condicionantes programada en el Solís bajo mi aprobación. Reafirmamos nuestro respeto y compromiso desde una institución abierta al diálogo y a todas las expresiones artísticas”, dijo.
Fuentes de la IM ratificaron a En Perspectiva, que la muestra está confirmada tal cual se le notificó ar Rama, que hasta ahora no manifestó querer cancelarla de manera formal.
Las fuentes señalaron: “la obra no está ni estuvo condicionada bajo ninguna exigencia. Lo que se realizó fue una sugerencia como sucede con otras obras también para fomentar las políticas nacionales y municipales de inclusión”.
“Dichas sugerencias de incorporar lenguaje que incluya lo femenino y masculino, implicaban una reunión con el autor que no se dio. Ya que este tipo de instancias se abordan siempre en diálogo con los y las artistas y surgen de ese intercambio. En este caso no se dio ese encuentro”, señalaron las fuentes.
La Tertulia de los viernes con Juan Grompone, Teresa Herrera, Alejandro Abal y Gonzalo Pérez del Castillo.
Continúa en: Colombia homenajea a Fernando Botero, que falleció a los 91 años
El «esfuerzo» de Los Teros en el Mundial de Rugby… y otros telegramas
***
Enlace relacionado: Libro de Vidas encajonadas en PDF
3 Comentarios
El llamado «lenguaje inclusivo» tiene varias cosas difíciles de asimilar. El masculino de «intendenta» es «intendento», el «neutro» seria «intendente». Lo mismo seria con «presidente», «estudiante» , «asistente» y todos los participios activos.
Por cierto, la lengua se puede torcer para donde que se quiera y cuando lo hace la sociedad, a medida que evoluciona, es algo inevitable y positivo en tanto que se adapta a lo que la gente necesita expresar. Este idioma que hablamos y que alguna gente quiere dejar fijo no se hablaba ni se escribía así en el S XIX, por ejemplo. El tema no debería ser discutir sobre el carácter evolutivo de la lengua sino sobre el uso del poder de las instituciones para forzar un cambio de lenguaje.
Herrera plantea que el llamado «lenguaje inclusivo» molesta y lo compara con los neologismos ingleses. Obviamente que hay gente que cree conocer el estado de perfección de la lengua –que casualmente es el que tenía cuando se escolarizó– y que se enoja por la profanación de ese estado de perfección. A esa gente le puede molestar el inclusivo, los neologismos ingleses, los brasileños o los más recientemente llegados del Caribe. ¡Qué vaina! ¿no?
Pero no se trata de eso de lo que se hablaba. Rama no habla contra el inclusivo sino contra la práctica de querer obligar a usarlo. Así, por pequeños empujones, se va imponiendo una forma de hablar y escribir. Se la defiende en el nombre de la libertad del usuario de cambiar la lengua, pero se le exige que la cambie como quieren las autoridades. Se le empuja ordenando, pero si sale a la luz pública la orden, esta se transforma por obra y gracias de la palabra del jerarca de turno en una amable sugerencia sin ningún compromiso. ¡Vamos! Porque los empujones no se pueden ver públicamente como imposiciones antipáticas, pero la presión existe. Eso es lo que se llama, neologismo mediante, «softpower». La presión se tiene que sentir, pero siempre «con buena onda» (expresión que en el SXIX seguro que nadie entendía). Hasta acá todo parece una picardía de iluminados que quieren ir moviendo de a poco la cosa sin que se note mucho. Pero esa forma de pensar la lengua viene con yapa.
Al imponer ese lenguaje a la gente se está imponiendo no una forma de hablar o escribir, sino que a través de la fundamentación que se da, se está imponiendo una teoría sociológica. Es la peregrina idea de que «el lenguaje crea significado», lo que hay detrás de la amable sugerencia que hace Muyala en tono de solicitud burocrátrica. Quieren supuestamente cambiar a la sociedad cambiando las reglas gramaticales de su lengua. Son sociólogos de cuño francés los que promueven esta explicación de la sociedad, declinándose en estructuralistas, pos estructuralistas, o más genéricamente posmodernos. Estas teorías tomadas por la academia de USA se han convertido en el estándar del progresismo de ese país y de ahí lo han exportado al mundo, con la fureza de sus ONGs y el beneplácito de la burguesía, que sabe que esa versión descafeinada de la izquierda no se ocupa de lo material.
Son teorías interesantes como construcciones mentales, pero permítannos a algunos ciudadanos no comulgar con ellas. Derrida, por ejemplo, llega a afirmar que fuera del texto no hay nada y que un texto debe ser leído sin apelar a ningún significado. ¿Cuándo se prohibió el pensamiento positivista? O más en general, ¿cuándo el materialismo dejó de ser una forma lícita de pensamiento? Un marxista no podría jamás comulgar con esa explicación de la realidad. Pensar que la realidad son las palabras y que su significado son meras marionetas que mueven a su antojo es incompatible con la idea de que la infraestructura determina a la superestructura. Esta «sociología progre» está barriendo con todo el pensamiento materialista de la izquierda que dió base teórica a los movimientos obreros.
Para mí es una censura, no se puede solicitar a un artista que cambie su obra para usar un lenguaje inclusivo, si Muyala quiso hablar con Rama eso hubiera sido público. No me gustan las censuras vengan de dónde vengan, porque se empieza por una cosa, después otra y el final no es bueno. El lenguaje inclusivo es otra cosa, no creo que cuando no se habla en lenguaje inclusivo se esté dejando de lado a parte de la sociedad, creo como dice Teresa que muchas veces personas que usan el lenguaje inclusivo, después en los hechos lo que menos hacen es incluir y viceversa, la verdad la inclusión me parece que va por otro lado y en realidad se pierde demasiada energía en la discusión del lenguaje cuando el problema está en otro lado.