¿Cómo ha sido la comunicación del gobierno en el peor momento de la pandemia?

Una intervención del periodista Aldo Silva durante un intercambio con sus colegas de la mañana de Radio Sarandí, el viernes pasado, generó mucha discusión el fin de semana, sobre todo en redes sociales. 

Conversaban al aire sobre el rumbo de la pandemia y la estrategia de comunicación del gobierno, cuando Silva lanzó esta opinión:

Sinceramente, lo quisiera decir. Al presidente, lo que le pediría es que si tenés 70 muertos, anuncialo vos. Anúncielo usted señor presidente. Usted es el presidente de la República.

La Tertulia de los Lunes con Martín Bueno, Miguel Fernández Galeano, Pablo Carrasco y Ana Laura Pérez.

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Candela Stewart

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6 Comentarios

  • ¿Existe un intríngulis político en el hilo de la comunicación del gobierno sobre la pandemia?
    °
    Algunos puntos cronológicos acaso significativos:
    • al comienzo y con cifras notables, conferencias de prensa diarias; se puede traducir en exitismo con feroz aprovechamiento de imagen política presidencial.
    Aún la figura de Salinas estaba verde y la sombra era Talvi, que rápido se tornó olvido.
    Fue la dorada época de la «libertad responsable», tan inútil después.
    • allá por octubre el GACH y otros, con cierta timidez, hicieron susurrar alarmas de que el peligro nos estaba rozando; el gobierno se enclavó en sus trece de aquel precoz «nada indica que vamos a estar peor»
    • a partir de diciembre el roce de la bestia empezó a ser abrazo más audaz y las voces reclamantes de los científicos dejaron de ser susurro intentando se les oiga.
    La respuesta fue contundente, aquella arenga «vamos a ganarle a las matemáticas» y «nuestra vacuna es ésta» (exhibiendo un tapabocas)
    • eso previsible se desató, contagiados a granel y zafra de rellenar féretros.
    Sin mover nada de las medidas, la comunicación se centró en las vacunas, la pre vacunación el plan, los ultrafeezer traídos en Hércules recién adquiridos y al fin, la sinovac en los brazos que nunca faltaron.
    • mención aparte merece el singular spot de los que quedaron de la cordillera, una absurda apelación al sentido épico como si la voluntad individual pudiera evitar al virus.
    • sin ningún reparo, cuando el país se pintó de rojo Hardvard intenso, se optó por la aparición esporádica y el mero silencio.
    °
    Por supuesto que hay más cosas a señalar ¿como descifrar la clave comunicacional?
    Nada caótica sino que muy, muy estudiada y con un objetivo excluyente, político, el de consagrar en alto estatus la imagen del Presidente.
    ¿Y la gente?
    Depende de su rango económico (el que configura su situación social)
    Quien es más pudiente tiene más herramientas, y los otros, los más, al decir de Serrat:
    «…con la presteza que da el alquiler
    olvida el aire que respiro ayer
    juega las cartas que le da el momento
    mañana es solo una pérdida de tiempo…»
    Hay un ancestral factor potente en la percepción de la peste, el miedo, y juega su rol en las conductas.
    °
    Creí -erroneamente- que toda la apuesta del gobierno respecto al covid y su comunicación se centraba en la vacuna -como epopeya- que tarde consiguió, pero no, a corto plazo la vacuna y después, al olvido.
    2024 es la meta y la pandemia es para el gobierno un obstáculo con varias aristas favorables hacia ese objetivo.

  • Seria bueno que analizarsmos cómo se evalua la gestion del gobierno. En la tertulia previa se habla que la gestión del gobierno en el año 2020 fue exitosa y que la del año 2021 no lo es. Surge una duda. ¿En base a qué criterios se hacen esas valoraciones. Pareceria ser que es el número de muertes. Esto es que si las muertes son pocas el gobierno fue exitoso y si son muchas no lo estaria siendo. Esto parte de un supuesto implicto muy fuerte. Se supone que el ritmo de los contagios y las muertes esta bajo el control del gobierno. Eso no es asi.

  • Además de investigador sobre crisis en la UdelaR soy jugador de ajedrez. Tengo en la memoria las controversias de los analistas de un juego de ajedrez. Pensemos en una partida que el jugador con las negras comienza a tener problemas y finalmente pierde. Los comentaristas del juego analizan cuando perdió la partida. Hasta encuentran la primera jugada perdedora. El primer cuestionamiento que hacemos es que se realiza un análisis pos mortem de la partida. Así es más fácil opinar, porque conocemos el futuro. Quien ganó y quien perdió. El segundo cuestionamiento es la valoración de la capacidad de anticipación de los analistas. Llega por ejemplo a 10 jugadas para adelante o no lo hace. Finalmente está presente el grado de involucramiento con los resultados. El crítico es un testigo lejano de la confrontación en el tablero. Trasladando esto a la partida que hoy jugamos con la pandemia, se puede arrojar un poco de luz sobre el debate precedente. Los periodistas analizan el expost del desarrollo de la pandemia, con mucho más información que la que tuvieron los agentes del gobierno cuando debieron decidir. Con los resultados del lunes yo también sabría controversialmente qué jugador tendría más posibilidades de ganar. Además para marear un poco las cosas, si no se dice cuántas jugadas para adelante estoy mirando, es muy difícil apreciar la pertinencia de mis juicios sobre el resultado de la pandemia. Para cerrar hay que tener presente que el que no se juega algo importante con sus opiniones, parece más libre, pero también será más prescindente. Así que cuando juguemos una partida de ajedrez o vivamos una pandemia, hay que tener más claro el contexto y las circunstancias en las que los protagonistas hicieron su jugada de ajedrez o encararon su accionar con la pandemia. Finalmente aparece la ideología como condicionante de las opiniones. Y esto ocurre con el ajedrez en algunos casos, pero incide mucho más en las críticas que se hacen durante las pandemias.

    • Estimado Carlos:
      Uno que bien escribía decía con tino a mi parecer, que éxito y fracaso son grandes impostores.
      °
      Aludiendo a su comparación con el ajedrez, se me ocurre algo así como una lucha tribal, aquellos versus éstos y no sé si es el caso pues a éstos y aquellos la peste no distingue.
      °
      La jugada de anticipación:
      el gobierno -blanco- jugó con las blancas y la iniciativa ¿por qué?
      porque la pandemia al igual que el sol, emergió por el saliente hasta llegar a nosotros en el poniente.
      Ese tramo de tiempo permitió conocer toda la información disponible y en tiempo real de los efectos del covid (saber alguna jugada adelantada que otra es sin duda una buena ventaja, como saber con
      antelación bastantes páginas del manido diario del lunes)
      Resultado, se consiguió estirar por un buen lapso de tiempo el asunto sin tener consecuencias dramáticas; hasta que la piola se rompió en el sitio de uno de los impostores referidos: el éxito.
      Saludos atentos.

  • Todo depende de a qué se le llame «la comunicación del gobierno».

    Una cosa es la propaganda, lo que hace al esfuerzo por proyectar una buena imagen del gobierno y, muy en especial, de su presidente. En esto 10 puntos, de lo mejor que se ha visto en la historia del país. Se notan los vientos nuevos en la región, de la mano de especialistas en asesorar políticos para ganar elecciones. Hay un estilo muy Durán Barba en este gobierno, tal como lo tuvo en Argentina el gobierno de Macri. Durán Barba que por cierto acaba de ganar otra elección en su país natal. ¡Felicitaciones Durán!

    En esto el gobierno estuvo y está haciendo todo muy bien. Mientras tuvo éxitos que mostrar, desplegó su cola multicolor cual pavo real. Ahora es momento de guardarse. La cola destiñó porque ya no hay más nada bueno que anunciar. No hay más medidas porque ya se dió todo lo que ideológicamente se estaba diespuesto a dar. No hay tampoco resultados auspiciosos de la vacunación, nada. Cuando la vacunación baje de forma sostenida y rotunda la cifra de contagios, será momento de empezar a hacer conferencias diarias para hablar de lo bien que vamos, de lo bien que se manejó la pandemia, del excelente presidente jóven y pragmático que tenemos. Sólo esperen un poco, hay que tener paciencia.

    Otra muy diferente es la comunicación sobre la naturaleza de la crisis sanitaria, de comunicar cuáles son las circunstancias que encierran más riesgo de contagio y cuáles no. La manito que le dieron al gobierno con el spot de los sobrevivientes de los andes no parece ser muy adecuada. Parece ser que la cosa es aguantar y mantener la esperanza, cuando en realidad lo que salva es saber sobre el virus y sus formas de contagio.

    También habría que avisarle a la gente que si no puede teletrabajar, dado que nadie les va a dar un medio alternativo de supervivencia para el mientras tanto, van a ser los que más se van a tener que arriesgar. Tienen que mentalizarse que son los que más arriesgan, para poderse proteger hasta donde les sea posible.

    El gobierno en esto está siendo muy hábil en comunicar a la gente que el problema son las rondas de mate en la rambla, pero la realidad es que no sabemos dónde se contagia la gente. Ir a laburar en ómnibus para gran parte de la población es inevitable y ahí se convive encerrado con mucha más gente desconocida. Sin embargo, es como dice Novarese: no tenemos ni idea de los contagios que suceden en el transporte público. Lo que sí sabemos es que el ministro Mieres dijo que en la mitad de las inspecciones del MTSS los patrones no estaban respetando el protocolo oficial para prevenir los contagios. Entonces, ¿se salvarán los empleados de esas empresas en las que laburan 8 horas por día por renunciar a toda forma de vida social? Si la respuesta que nos viene enseguida a la mente es «sí, por supuesto» esto es un punto para la campaña de comunicación del gobierno.

    Una forma alternativa de comunicación (para proteger a los trabajadores) sería hacer una campaña del tipo «denuncie a su empresa si no aplica el protocolo» con números de teléfono, aplicación en la página del MTSS, garantía de anonimato, etc.. Esa sería una buena campaña en el sentido de evitar contagios y cuidar a la gente, pero ideológicamente contraria a la idea de que los culpables de todo son las personas físicas.

  • A Ana Laura y Martín: ¡gracias! Fueron los únicos que en esta mesa que aportaron a una discusión real del tema propuesto: la comunicación del gobierno. Excelente el modo de pararse de ambos: estar de acuerdo o no con lo que el gobierno decide es menos importante que ENTENDER por qué se decide lo que se decide. Para todos sería más fácil si alguien del gobierno lo explica, como bien dijo Ana Laura, con evidencia (y sí, por cierto que eso es hablar del tema comunicación, Cotelo). Si hace un año nos aburrimos semana tras semana para oír de los 30 o 50 contagios, ¿no sería bueno oír hoy, y entender qué plan y mirada tiene el gobierno, qué expectativa tiene en función de qué, y por la cual resuelve hacer o no hacer? ¿No sería imprescindible eso? Yo no tengo claro que haya que dar un lock down ni tengo claro lo contrario. Pero lo dijo Martín: estamos en una TRAGEDIA. Cuéntennos, señores del gobierno, cuál es el plan.

    No hablan de comunicación ni F Galeano ni Pablo Carrasco cuando se quedan en la receta de cada uno y pegándole al otro por lo feo e inadecuado que propone; gracias por todo, no aportaron mucho. Y a P Carrasco le remarco la respuesta de Ana Laura: tenga bien claro, señor, que mucha, mucha gente NO sabe ni cómo usar un tapaboca, para qué ni dónde. ¿Usted camina por la rambla con un densidad de diez personas por cuadra y tapabocas doble? ¿Usted estaría sentado en un banco del Jardín Botánico a 50 metros de la persona más cercana, con un libro y tapaboca puesto? Yo no dudaría en pesar que alguno de estas personas en la tardecita quizá vea al hijo y a los nietos, porque buéh, ellos son la vida misma, ¿verdad? Y en la noche capaz que entran a las redes a hablar de la inconsciencia de la gente.

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