EnPerspectiva.uy

La Mesa TIC, martes 13 de junio

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

***

EC —Comentarios de los oyentes. Eduardo de Pocitos dice: “Si se me rompe un foco del auto, ¿el fabricante me manda el diseño por internet y lo imprimo en 3D?”. ¿Eso es un ejemplo de industria 4.0?

FF —Por ahora las impresoras 3D, por lo menos las que podemos tener en nuestros hogares, solamente imprimen cuerpos de plástico. Pero puede pasar que mi proveedor de repuestos local, conectado con la fábrica y el fabricante –no quiere decir que hoy ya esté disponible esa funcionalidad–, llegara a generar el repuesto localmente, o parte del repuesto.

EC —Dice otro oyente: “En los tractores John Deer en Uruguay se está implementando ese sistema de mantener el vínculo con el fabricante, con la empresa madre de manera permanente, se están enviando datos todo el tiempo”.

CC —Sí, es así.

FF —Es verdad.

***

EC —Corallo, ¿cómo se está siguiendo desde Uruguay esta tendencia de la industria 4.0 que ha impulsado la Cámara de Comercio Uruguayo-Alemana a partir de la cual incluso se ha establecido un convenio con el gobierno de nuestro país?

WASHINGTON CORALLO (WC) —Correcto, Paul Riezler se encuentra en Alemania por el gobierno uruguayo tratando no solo de apoyar la generación de negocios entre Europa y la parte uruguaya, sino también como un centro logístico de apoyo para aquellas tecnologías que lo requieran.

Como bien se dijo, la industria 4.0 surge en Alemania, más precisamente en la primera feria de Hannover en 2011, es reiterada en la feria de Hannover en 2013 como una solución a los sistemas, a la famosa primera revolución industrial, segunda, tercera o como decía Alvin Toffler, la cuarta ola, en la cual las personas que tengan éxito en la vida serán aquellas que aprendan a desaprender y volver a aprender lo que el mundo moderno pide.

Desde el punto de vista de la Cámara y conociendo las internas, creo que hay dos visiones acá. Una es la de aquella industria que dice “yo no preciso lo 4.0, tengo mis problemas de ahora”. En la industria somos conscientes de que estamos perdiendo puestos de trabajo, estamos trabajando muy ligados con la señora ministra para tratar de buscar soluciones, específicamente en las áreas energéticas, allí hemos logrado poner un proyecto en el cual las empresas que tengan un valor de producción bruta equivalente al 2 % de su volumen pueden acceder a esos beneficios. El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) da una serie de beneficios da para desarrollar, hay incubadoras de ideas a través de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Pero también está la industria clásica, tradicional, que es la que está sufriendo, la que está perdiendo puestos de trabajo, lo que también va ligado a un tema de competitividad.

Es bueno pensar en volumen de mercado, en la industria a requerimiento específico de una empresa o una persona. Hoy en día fábricas como Mercedes, BMW, aun en estados Unidos, de 10.000, 8.000, 6.000 o 1.000 autos que hacen por día prácticamente no hay dos iguales, todos van con especificaciones distintas, uno lo quiere rojo, otro va con tal aditivo o con tal accesorio. Si no hubiera esta intercalación de la tecnología de las cosas sería imposible lograr esa demand on request que piden hoy en día.

Pero también tenemos que ser un país competitivo, tenemos que dotarlo de capacidad para que pueda dar los apoyos necesarios para acceder, por ejemplo, a los mercados tradicionales de Brasil y Argentina, que no tenemos que descuidar y que son claves para el desarrollo del Uruguay.

Insisto, es el trabajo en conjunto de los actores del gobierno y de los actores privados que deben buscar los puntos en los cuales podemos ser eficientes. Yo siempre digo: no vamos a hacer submarinos nucleares ni portaaviones atómicos, vamos a tratar de concentrarnos en aquella industria uruguaya que realmente pueda tener efecto, generar esa mano de obra y, como decía bien la ministra, no perder puestos de trabajo. No queremos perder más puestos de trabajo, tenemos que capacitar y preparar a la gente. Pero después tenemos que garantizarle que tenga trabajo para que no se nos vaya del Uruguay.

EC —Ministra, ¿qué dice de ese primer enfoque de Corallo?

CC —Estoy de acuerdo. Creo que tenemos que lidiar con la realidad con un ojo y los dos pies en el futuro. El futuro es ahora, es realmente ahora, porque esto que estamos hablando de una industria que parece de ciencia ficción es la realidad que está sucediendo en los países más desarrollados, que cambiaron su matriz productiva industrializándola. Muchos instalaron fábricas en China cuando China solo copiaba y hacía ingeniería inversa, y después se dieron cuenta de que instalar la fábrica en otro lugar es llevar el centro de generación de problemas y de fuentes para la investigación científica a otro lugar. Tenemos que ver las experiencias de los demás.

Eso no es ciencia ficción porque no está necesariamente ligado al tamaño del mercado interno, como lo demuestran los casos de Israel, de Finlandia, de una gran cantidad de países relativamente pequeños que lo están haciendo. Entonces tenemos que lidiar con la realidad, mantener la estructura productiva que tenemos y al mismo tiempo preguntarnos qué oportunidades tenemos en Uruguay para acceder a una porción de esto.

EC —Sí, recuerdo que cuando entrevistamos a Paul Riezler hace dos años él señalaba que veía en Uruguay algunas ventajas para incursionar en la industria 4.0. “En primer término, la dimensión del país. Un país donde se puede hacer un prototipo muy interesante del sistema. Uruguay tiene relativamente poca industria y es un país relativamente chico”, decía. Segunda ventaja, el despliegue de internet, es un país muy bien posicionado en esta materia, por lo menos en comparación con la región y con otros países.

CC —¡Con el mundo!

EC —Por lo menos, eso lo señalaba en aquel momento. Lo cierto es que esta es una herramienta, es un insumo básico para que funcione la industria 4.0 y acá la tenemos en buenas condiciones. Y decía: “Uruguay puede formar parte de la cadena de producción”, no necesariamente hay que pensar en que acá se instale una industria 4.0 completa, sino engranajes de la cadena.

CC —En algunos espacios de la cadena. La experiencia que he tenido desde que soy ministra es que cuando se les dan oportunidades a las microempresas innovadoras, las toman. En nuestro país hay una gran cantidad de empresas pequeñas, generalmente con un componente joven muy importante, que plantean proyectos de innovación que son ejemplos, que no son solo proyectos de software o de electrónica, sino proyectos de biología, proyectos de química en la realidad asociados a la producción real de nuestro país. Ya he visto más de 200 empresas de este tipo que han aplicado a los programas de estímulo del ministerio con fondos no reembolsables. O sea que ese Uruguay que puede tener un lugar está entre nosotros y tenemos que darle una oportunidad, conservando el resto del Uruguay, como decía Corallo, porque necesitamos que la gente tenga trabajo para que sus hijos enganchen en esta rueda.

CA —En ese sentido estoy de acuerdo, tenemos que tener una visión de medio vaso lleno, es lo que hablábamos en el bloque anterior. Uno a veces se acostumbra a las cosas que tiene y no se da cuenta de los adelantos que se han logrado en muy poco tiempo. El hecho de decir que Uruguay está hiperconectado con el despliegue de la red de fibra óptica, todos lo decimos, parece algo habitual, todo el mundo lo repite, pero difícilmente cada vez que lo mencionamos entendamos la importancia que esto tiene para el país. No hay una industria 4.0 sin el nivel de conectividad que Uruguay tiene. Esto no quiere decir que el año que viene Uruguay vaya a estar absolutamente inmerso en la industria 4.0, quiere decir que somos un país hiperconectado, que genera las oportunidades necesarias para que esos emprendedores puedan aprovechar esas oportunidades.

Todo el trabajo que ha hecho UTE también, estrictamente desde el punto de vista tecnológico, no desde el punto de vista social o social-laboral. Toda la reconversión que se hizo a energías renovables, el hecho de que UTE esté trabajando realmente en la implementación de un proyecto de smart […], al final del cual se supone que se va a estar generando la energía que se requiere o que se requiere consumir en el punto de consumo. Lo incipiente del transporte eléctrico, estamos en una etapa superinicial, evidentemente, Casaravilla lo menciona siempre y es un fuerte impulsor de este proceso. Esto deja al país con las bases necesarias para que estas implementaciones se puedan materializar en los plazos que se necesiten para eso.

FF —Otra cosa importante es que no es una opción para nuestra industria adoptar o no la industria 4.0, la industria 4.0 está presente en toda la tecnología que hoy incorporamos en nuestra industria. Recuerdo el ejemplo del oyente que hablaba del tractor John Deer ya conectado, la ventaja del Uruguay hiperconectado es que hay cobertura de internet también en las zonas rurales, lo que permite que nuestra producción agropecuaria disponga de vehículos conectados, los tractores, las computadoras.

CA —Conexión alámbrica e inalámbrica, cosa que no es un tema menor. Más allá de que estén todos los hogares conectados o un porcentaje tal, la cobertura a nivel de país es prácticamente completa.

CC —Sí.

FF —Es una oportunidad que no podemos dejar pasar, porque ya está con nosotros. Cuando se compra una máquina conectada, si no aprendemos a aprovechar los datos que genera esa máquina, los va a aprovechar nuestra competencia, nuestros competidores industriales.

CC —Ahí entra el tema de big data también.

FF —El tema de big data y de disponer de nube nacional para guardar los datos que generan nuestras propias […].

CC —Quiero introducir el tema de la formación de magísteres y de doctorados en Uruguay, que es muy buena, los doctores son muy buenos en Uruguay –me refiero a doctores en ciencias y demás–, pero son muy pocos. Me parece que ahí estamos un poco pasados, me parece que cuando una empresa que viene a fabricar tecnología analiza las cifras de doctorados, posdoctorados y magísteres en Uruguay, son muy chicas per cápita comparadas con las de Brasil. Si yo agarro cualquier doctor en Uruguay estoy segura de que es bueno en su área, por eso son pocos.

CA —Pero se necesita masa crítica.

CC —Se necesita masa crítica. Ese es un prerrequisito, de la misma manera que las telecomunicaciones, es un prerrequisito el abrir un poco más la cancha aflojar un poco más, porque para eso están los posdoctorados. Bajar un par de cambios. Creo que eso se está planteando en la Universidad y me parece un tema importante.

Comentarios