
NB —Una de las principales novedades de su visita a China es un acuerdo a partir del cual una empresa de ese país va a donar a Florida 20.000 microchips para colocar en perros. ¿En qué consiste ese acuerdo? ¿Está confirmado?
CE —Desde hace un par de años por lo menos hay una preocupación por los perros sueltos, por un lado, por los accidentes que generan sobre todo en motos, ocasionando algunos accidentes graves, y por otro porque hay una política de responsabilidad animal con los dueños que a veces –los menos– no cuidan sus canes y ha habido casos de ataques a transeúntes y demás. Esto nos llevó a idear un proyecto de trazabilidad, para generar una responsabilidad directa, con los datos en un microchip insertados en el can. Es un proyecto que va en sintonía con un proyecto de gestión del Ministerio de Ganadería, que a partir del año que viene, de aprobarse la ley, va a hacer obligatorio a nivel nacional el registro de este tipo de mascotas.
En Florida es alta la densidad, en la capital hay medio perro por persona, o sea que hay 17.500 canes más o menos censados entre el Centro Veterinario y la Dirección de Higiene nuestra. Por eso nos acompañó en Gansu el doctor Albornoz, que es especialista en este tema, docente de UTU, de facultad y un referente en el armado de este proyecto, que fue bien visto, está en proceso de aprobación, pero ya adelantamos la confirmación de que los chips vienen. Son como inyectables, la unidad viene inserta en la jeringa. La donación también incluye un sensor o escáner cada 1.000 perros, que dicen que es ideal, para que los cuerpos inspectivos verifiquen si están sueltos de quién son, para, si no tienen dueño, llevarlos a los refugios que ya existen, que son más bien privados, o a un refugio con más importancia público, pero con esta base de datos departamentales que después va a estar numerada a nivel nacional. Es importante, no solo la donación, sino esta política, que va a ser bastante innovadora y que empieza por la capital, pero va a llegar, si podemos, a todo el departamento.
RA —¿Esta experiencia es una prueba para Florida solamente, o la empresa también pretende comercializar estos microchips en todo el país?
CE —La empresa con la que nos conectaron después tendrá la oportunidad de hacer su marketing, venir a Uruguay y eventualmente asociarse con empresas nacionales, porque creo que la futura licitación del ministerio está prevista para empresas nacionales, pero los proveedores son de otros países, porque son tecnologías que por lo que sabemos –software mediante– no están desarrolladas aquí. No deja de ser un diferencial y un atractivo para una empresa que no tenía contacto con ningún país del Cono Sur. Una donación de esta envergadura no le es nada en función de los volúmenes y el peso económico que tiene, pero puede ser una oportunidad para venir a la región, lo cual a nosotros no nos molesta. Esa es la lógica de esta primera donación, independientemente de que Gansu también está aprobando, por más que allí no hay perros –esa fue una dificultad– una forma de cooperación directa, tal vez para la etapa de los municipios y otras localidades de Florida.
RA —¿Qué otros resultados concretos tuvieron en esta gira? ¿Qué destacaría que no hayamos mencionado?
CE —Tenemos una invitación de una entidad importante, que se creó en época de la guerra fría, en la década del 50, cuando China no solamente emergía como un león dormido, sino que en algún aspecto era una potencia incipiente. En plena guerra fría ese organismo llevó adelante, de forma paralela a la cancillería, una política de hermanamiento y acercamiento con partidos políticos, con entidades en todo el mundo. Esa organización, que es una especie de consejo de amistad con los pueblos a nivel internacional, que visitamos, es la que verifica y autoriza los hermanamientos. China tiene más de 2.000 hermanamientos a nivel de provincias con ciudades en el mundo y pasan por esa entidad. Va a haber un encuentro en noviembre, al que posiblemente vaya nuestra secretaria general o algún director para estar presentes en un evento de cuatro o cinco días puntualmente. Ahí se generan no solo la actitud de seguir cultivando el intercambio, sino posibilidades de conocer otras provincias, por eso va a ser interesante la presencia nuestra.
Ojalá en la cumbre nuestro Gobierno tenga el contacto necesario y Uruguay resulte atractivo para la otra empresa en Lion Ling, que tengo entendido, embajador mediante, que ya tiene la definición y reuniones acordadas en los próximos días para armar una misión hacia acá, hacia Uruguay, hacia Florida. En los rubros en que no sea Florida el departamento ideal de localización, estamos abiertos para que el Congreso de Intendentes o algún otra intendencia puedan recibirlos. O sea que estamos jugando –y somos vicepresidentes del Congreso este año– con un espíritu amplio y no solamente para lo local, que es lo inicial nuestro.