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Abogado de la víctima del caso de violación grupal: «Me sorprende la polarización que se generó y esa especie de juicio mediático paralelo que no parece razonable e impacta en la actuación de la Justicia»

Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

Esta madrugada la Justicia imputó a tres mayores de edad por el delito de abuso sexual especialmente agravado, en el caso de la denuncia de violación en un apartamento del barrio Cordón, presentada por una mujer de 30 años el domingo 23 de enero.

Los tres jóvenes irán a prisión preventiva por 180 días mientras prosigue la investigación que conduzca, eventualmente, a la sustanciación del juicio. Además, la Justicia le tipificó a uno de los encarcelados un delito de difusión de imágenes con contenido pornográfico sin autorización de la víctima.

La fiscal del caso, Sylvia Lovesio, señaló en rueda de prensa tras la resolución judicial, que solicitó la reserva de la investigación y la jueza hizo lugar, por lo que a partir de ahora no se podrá informar del contenido del expediente.

Sobre las pruebas que sustentaron la imputación, Lovesio se limitó a responder que “hay un cúmulo de evidencias enorme que configura la semiplena prueba”. La fiscal explicó que pidió la prisión porque así lo determina la ley de urgente consideración (LUC).

La LUC prevé que este tipo de delitos sean inexcarcelables porque quitó la posibilidad de redimir pena por trabajo y estudio. 

La fiscal argumentó que la prisión fue resuelta, además, porque existe riesgo de entorpecimiento de la investigación.

La doctora Lovesio indicó que el delito de difusión de imágenes “tiene que ver con que uno de los imputados difundió esos videos” con imágenes de lo ocurrido el 23 de enero. La fiscal expresó que no podía dar más detalles puesto que “la víctima ya fue bastante discriminada y expuesta, no por la Fiscalía”. 

La audiencia que finalizó con las tres imputaciones fue presidida por la jueza subrogante Marcela Vargas, debido a que la titular, Blanca Rieiro, dio positivo de coronavirus.

Además de los tres hombres actualmente en prisión, viene siendo indagado por el mismo caso un adolescente de 17 años que declaró como testigo ayer en la Fiscalía de Delitos Sexuales. El caso del menor está a cargo de la Fiscalía de Adolescentes.

En paralelo, también continúa la investigación penal por la divulgación de material íntimo de la mujer sin su consentimiento. Esta materia está a cargo de la Fiscalía Penal de Montevideo de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia Basada en Género. Además, se investiga la filtración de información reservada por parte de aquellas personas obligadas a guardar esa reserva.

Hoy, En Perspectiva, conversamos con el abogado Juan Raúl Williman, que dirige el Consultorio Jurídico de la Universidad de la República (Udelar) y patrocina a la mujer que denunció la violación grupal.

En Perspectiva

Periodismo con vocación de servicio público. Conducen Emiliano Cotelo y Romina Andrioli. Con Gabriela Pintos y Gastón González Napoli. Producción: Rodrigo Abelenda y Florencia Nobelasco. De lunes a viernes de 7 a 12 en Radiomundo 1170.

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1 Comentario

  • Muy clara la exposición del doctor Williman. Debe ser un excelente profesor.

    Me quedé pensando en un par de cosas:

    Creo que la confusión con llamarle a la denunciante «víctima» o no viene de que el uso corriente del término no es el que le da la ley, tal como lo explica Williman. Normalmente toda disciplina tiene su jerga y eso puede dar lugar a confusiones cuando los legos tratamos de entender un asunto escrito en lenguaje técnico. Por ejemplo, en biología la palabra «evolución» no implica un juicio de valor sobre un cambio, sino apenas cambio. En el uso corriente uno usa «involución» para referirse a un cambio que valora peyorativamente y «evolución» para uno que valora positivamente, porque está sobreentendido que evolucionar es progresar. Hay un juicio de valor en el término «evolución» que para la biología es inexistente.

    De lo que dice Williman entiendo que «víctima» para el sistema judicial significa lo mismo que «denunciante» en el lenguaje corriente. No implica en ningún caso afirmar que se sepa que lo que se denuncia realmente ocurrió. Sería interesante para mi saber si para el caso en que la denuncia se confirma, se usa otro término o se mantiene el de «víctima», lo cual le agregaría a los legos más confusión al asunto. Quizás los términos que eligieron los legisladores no fueron los más felices.

    Como no soy un profesional de la ley prefiero seguir llamando denunciante y denunciado a las dos partes de un caso abierto y reservar víctima y victimario para cuando hay sentencia firme. Honestamente me parece más preciso. Pero ya sé que cuando los abogados digan «victima» en un proceso en curso, se refieren a la parte denunciante y que entonces no tiene la carga que en el lenguaje corriente uno le da.

    Como humilde ciudadano sujeto a la justicia discrepo con Williman que el dudar del uso de la palabra «víctima» en un caso que está abierto sea un sesgo con el delito que se denuncia. Más aún, creo muy saludable que con delitos tan graves se tenga la precaución de diferenciar un acusado de un condenado. Eso se llama presunción de inocencia y, como diría el viejo Rosencoff, «que nunca falte» este principio fundamental del derecho liberal.

    Estoy totalmente de acuerdo con Williman en la gravedad de que la gente, en base al género, la edad de los involucraqdos, datos parciales de las pericias forenses revelados por fiscal y defensor de los acusados y unos retazos de grabaciones ya crea conocer la verdad material. Creo especialmente grave que se valore moralmente el hecho de que la mujer tuviera sexo casual como algo que la condena o la culpabiliza de la violación, si es que tal cosa ocurrió. También creo especialmente grave que para mucha gente baste con que una mujer acuse de violación para que se cierre el caso y se condene.

    El tema del consentimiento supongo que es difícil de juzgar y ahí es donde está todo el lío y el laburo para los abogados como Williman. Si la justicia actuara como pide el clamor popular, cualquier mujer podría acusar de violación a un hombre con el que tuvo sexo y metarlo preso porque se le da la gana. Eso no parece ser precisamente igualdad de género ni justicia imparcial.

    Por último, que quedé perplejo de que la pericia forense no sea concluyente. Yo escuchando las declaraciones públicas de la fiscal también consideraba que era evidente que el hecho denunciado había ocurrido y que al tener las pruebas de ADN se cerraba el caso. Pero ahora entiendo porqué, como dice williman, esto recién empieza. En fin, ojalá la justicia eche luz en esto y logre concluir qué sucedió.

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