El pasado 27 escuché on demand la Mesa Verde referida al uso eficiente del agua en casas, apartamentos y oficinas. Me entusiasmaba el tema tratado por mis colegas, ya que el uso eficiente de este y otros recursos, es algo que siempre me ha quitado el sueño en mis proyectos. En el caso del agua, rara vez he tenido la oportunidad de que mis clientes opten por algún sistema de ahorro o uso eficiente más allá de instalar cisternas de doble descarga, cosa que actualmente es habitual ya que casi todas las cisternas vienen con la posibilidad de descargar la totalidad del volumen que acumulan o una parte del mismo.
Al promediar el intercambio, y ver que Emiliano insistía con preguntas buscando bajar a tierra en ejemplos concretos esa idea muy loable de que el agua es un recurso importantísimo a cuidar, me sentí decepcionado.
Se intentó una y otra vez ejemplificar, pero no se llegaba a una idea convincente y concreta que alguien pudiera decir "es por acá, aquí hay una solución viable". Siempre había un problema o un freno: si no era la normativa municipal, era la doble cañería que había que instalar, los costos de implementación de los sistemas de ahorro u otro tema.
En un momento me indigné, no podía creer que tres profesionales que iban a hablar de este tema no pudieran darme una idea clara de cómo avanzar con este tema.
Puse en pausa mi celular, procesé un poco mi enojo inicial y me pregunté: ¿Si el problema está en cuál es el verdadero incentivo para hacer un uso eficiente del agua, más allá de las convicciones medioambientales de cada uno? ¿Y si realmente no tenemos un incentivo para usar eficientemente el recurso del agua? ¿No será que en la práctica es más sencillo desperdiciar un recurso que en la teoría deberíamos cuidar?
Intentaré hacer un aporte diferente al tema en las siguientes líneas.
Si nos fijamos en el decreto tarifario de la OSE vigente para 2023, están publicadas las tarifas aplicables a los diferentes sectores de actividad.
Quisiera concentrarme en 3 sectores específicos analizando las tarifas por m3 en los casos de mayor costo por unidad, sin entrar en consideraciones respecto a cómo repercuten los cargos fijos en el precio de cada m3:
MONTEVIDEO E INTERIOR EXCEPTO ZONA BALNEARIA – TARIFA RESIDENCIAL CON MEDIDOR INDIVIDUAL
1. CARGO VARIABLE
1. 1 Consumos mensuales de 0 a 5 m3 – $150,58 por mes
1.2. Consumos mensuales excedentes de 5 y hasta 10 m3 – $301,20 por mes
1.3. Consumos mensuales excedentes de 10 y hasta 15 m3 – $30,13 el m3
1.4. Consumos mensuales excedente de 15 y hasta 20 m3 – $85,87 el m3
1 .5. Consumos mensuales excedente de 20 y hasta 25 m3 – $ 114,00 el m3
1.6. Consumos mensuales excedente de 25 y hasta 30 m3 -$134,60 el m3
1.7. Consumos mensuales excedente de 30 y hasta 50 m3 – $152,29 el m3
1.8. Consumos mensuales excedente de 50 m3 – $169,40 el m3El metraje cúbico excedente de 15 m3 se facturará al precio del bloque de consumo que corresponda al metraje total leído o estimado.
1. 1 Consumos mensuales de 0 a 5 m3 – $150,58 por mes
1.2. Consumos mensuales excedentes de 5 y hasta 10 m3 – $301,20 por mes
1.3. Consumos mensuales excedentes de 10 y hasta 15 m3 – $30,13 el m3
1.4. Consumos mensuales excedente de 15 y hasta 20 m3 – $85,87 el m3
1 .5. Consumos mensuales excedente de 20 y hasta 25 m3 – $ 114,00 el m3
1.6. Consumos mensuales excedente de 25 y hasta 30 m3 -$134,60 el m3
1.7. Consumos mensuales excedente de 30 y hasta 50 m3 – $152,29 el m3
1.8. Consumos mensuales excedente de 50 m3 – $169,40 el m3El metraje cúbico excedente de 15 m3 se facturará al precio del bloque de consumo que corresponda al metraje total leído o estimado.
TARIFA COMERCIAL CON MEDIDOR INDIVIDUAL
1. CARGO VARIABLE
1.1. Consumos mensuales de O a 1.000 m3 – $138,07 el m3
1.2. Consumos mensuales excedentes de 1.000 m3 – $113,78 el m3
TARIFA INDUSTRIAL (INCLUYE U.T.E., A.N.TEL., A.N.P. Y A.N.C.A.P.)
1. CARGO VARIABLE
1.1. Consumos mensuales de O a 1.000 m3 – $138,07 el m3
1.2. Consumos mensuales excedentes de 1.000 y hasta 2.000 m3 – $107,00 el m3
1.3. Consumos mensuales excedentes de 2.000 y hasta 2.500 m3 – $100,55 el m3
1.2. Consumos mensuales excedentes de 1.000 y hasta 2.000 m3 – $107,00 el m3
1.3. Consumos mensuales excedentes de 2.000 y hasta 2.500 m3 – $100,55 el m3
1.4. Consumos mensuales excedentes de 2.500 y hasta 3.000 m3 – $94,47 el m3
1.5. Consumos mensuales excedentes de 3.000 y hasta 3.500 m3 – $88,80 el m3
1.6. Consumos mensuales excedentes de 3.500 m3 – $83.52 el m3
Si analizamos rápidamente las tarifas y vemos las diferencias entre cada uno de los bloques podemos concluir al menos lo siguiente:
- La industria y el individuo que vive en una residencia tienen incentivos contradictorios. La industria está incentivada a consumir más agua, porque a mayor volumen menor precio unitario, y individuo está incentivado a consumir menos agua, porque a mayor volumen, mayor costo unitario.
Es razonable pensar que cualquier industria consume muchísima más agua (tal vez cientos de veces más) que una residencia, y también es lógico pensar que hay muchísimas más residencias que industrias. Si en la industria es donde se consume más agua de manera individual, sería donde se podrían implantar medidas de ahorro más concreta debido justamente al proceso industrial, y al ser menos cantidad de actores se podrían establecer sistemas de control más eficientes, ¿Por que el pliego tarifario no incentiva al ahorro en la industria y por el contrario lo penaliza con un mayor costo unitario? ¿Por qué nos centramos siempre en esfuerzos de ahorro aplicados a las residencias cuando son individualmente acciones de menor impacto, y al ser más cantidad, son más difíciles de fiscalizar si se establecieran penalizaciones al desperdicio de agua?
- Si tomamos el precio unitario más caro del pliego tarifario ($U 164.90 el m3) y lo dividimos entre 1000 lts (1m3), nos da que estamos pagando en la hipótesis de máxima un precio de $U 0.16 el litro de agua potable. Un agua que estábamos acostumbrados a beber y usar para cualquier cosa donde se necesitara un líquido limpio en nuestros hogares o industrias. Para dar un ejemplo gráfico, con una moneda de un peso, de esas que casi siempre se terminan perdiendo en nuestros bolsillos, podemos comprar 6.25lts de agua potable, si, podemos comprarnos un bidón de 6lts de esos de los que tanto hablamos en su momento.
Durante la crisis se "hizo necesario" comprar más agua embotellada, y al eliminarse los impuestos que se le aplicaban quedó en evidencia su precio sin impuestos. Para simplificar el cálculo tome $90 como un costo sin impuestos habitual para el bidón de agua embotellada. Si tomamos que cada bidón trae en promedio 6lts de agua, el precio del litro de agua embotellada está en el entorno de $U15 el litro. Si lo comparamos con los $U 0.16 de agua potable de OSE, nos da que el agua embotellada es casi 1000 veces más cara que el agua embotellada, exactamente 885 veces más cara.
Esta comparativa me dispara algunas preguntas:
¿Es lo suficientemente cara el agua de OSE como para que desperdiciarla nos "cueste", más allá de lo que nuestra conciencia ambiental nos dicte?
¿Por qué el agua de OSE es casi 1000 veces más barata que la embotellada, si antes de la crisis eran igualmente potables y "bebibles", y ambas tienen costos de distribución importantes, OSE tiene cañerías que mantener y las empresas tienen camiones que mover?
Como todos los que podíamos, durante la crisis en casa incrementamos la compra de agua embotellada para utilizar en la cocina, el consumo directo y el elemento fundamental de los uruguayos, el mate. Al tener más conciencia de la compra, me di cuenta que realmente no consumimos tanta "agua potable" en casa como imaginaba, aunque si consumimos bastante del agua que ahora conocemos como "agua salada" (limpieza, cisternas, duchas, etc).
En mi familia somos 2 adultos y 2 niños, y podría afirmar que no consumimos más de 2 bidones de agua por semana, o sea 12lts; pero supongamos que consumiamos más, supongamos 3 bidones por semana, 18lts. Esto nos da que consumimos a razón de 2.5lts de agua por día para las tareas fundamentales que implican consumir el agua en el sentido de ingerirla directa o indirectamente. En definitiva, esta era la cantidad de agua que necesitábamos para "vivir", el resto podía ser "agua salada".
Para saber cuánto consumimos de "agua salada" tome lo que el artículo R.1718.7 del digesto municipal establece como la dotación de agua que uno debe de prever para una vivienda. Podría hacer un cálculo más pormenorizado, pero a los efectos del ejercicio no me parece relevante en esta instancia.
El artículo establece que para una vivienda media (no confortable) se debe prever entre 150 y 200 lts por persona por día. Esto incluye toda el agua necesaria para la vida, sea "potable" o "salada". Si en casa consumimos 2.5lts de "agua potable" por día, esto da a razón de casi un litro por persona (0.83lts) si considero a los dos niños de casa como una unidad. Volvemos a comparar del agua que necesitamos para nuestro consumo diario, 1 de cada 150 ts debe ser "potable" y el resto podría ser "salada". Entonces me pregunto:
¿Porque utilizamos agua potable (que podríamos ingerir) para otros usos que no son el consumo directo y en ese mismo acto la despotabilizamos al usarla para otros usos no fundamentales? ¿Deberia suministrar la OSE el agua con un grado de potabilidad tal que lo pudiéramos consumir directamente, o debería suministrar agua nomás, y proveer sistemas de potabilización locales que garanticen el consumo seguro? ¿No debería ser el agua de OSE realmente más cara para que, análogamente con lo que sucedió con el ahorro energético, la ecuación ahorro-inversión sea más atractiva?
Me parece que vale la pena profundizar en aspectos que hasta ahora no he visto en los medios y podrían aportar algo diferente.
Saludos y disculpen la impertinencia,
Arq. Rodrigo Garcia Macchiavello
Arq. Rodrigo Garcia Macchiavello
¿Cómo te comunicás con En Perspectiva?
Por Whatsapp: 091 525 252
Por correo electrónico: [email protected]
Las opiniones recibidas podrán ser editadas por extensión y claridad.