Análisis Económico

La economía europea perdió fuerza: ¿Inducirá Alemania una recesión en el resto del bloque?

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Foto: Imagen de wirestock en Freepik

EMILIANO COTELO (EC):

Estados Unidos terminó creciendo este año bastante más de lo previsto y parecería que tanto los analistas internacionales como los mercados financieros fueron abandonando la idea de una recesión inminente.

En cambio, en Europa la realidad económica en lo que va de 2023 fue muy diferente: el PIB agregado del bloque no mostró crecimiento alguno, el consumo cayó en varios países y allí sí crece en probabilidad un escenario de recesión.

¿Qué está pasando en Europa? ¿El freno es muy extendido entre países? ¿Cuáles son las perspectivas para el año próximo? Estamos en contacto con Mathías Consolandich, de la firma EXANTE.

Mathías, Europa se vio más golpeada por la guerra en Ucrania que Estados Unidos, en buena medida por la dependencia energética que tenía con Rusia… ¿eso explicó el rezago en términos de crecimiento entre los dos?

MATHÍAS CONSOLANDICH (MC): Bueno, sí, esa es una parte importante de la explicación… pero no toda. Con la guerra en Ucrania tuvimos un shock inflacionario importante en todo el mundo, pero en Europa fue más intenso. Como decías Emiliano, eso fue por la dependencia que tenía la matriz energética europea a la energía que venía de Rusia. Sus precios de abastecimiento de energía subieron mucho más que en otras regiones y eso impulsó la inflación, que después se arraigó.

La inflación de la Eurozona tuvo un pico de casi 11% en octubre del año pasado, viene bajando desde ahí, pero en agosto todavía se ubicaba en 5,3% anual, muy arriba del objetivo de 2% que tiene el Banco Central. Y cuando miramos la inflación subyacente, es decir sacando de la medición la evolución de los precios de la energía y de los alimentos, se encuentra más o menos en el mismo lugar. Por lo tanto, seguimos con inflaciones altas…

EC: En ese sentido Mathías, ¿se podría decir que el Banco Central Europeo está más lejos que la Fed o que otros bancos centrales de terminar su trabajo en materia de combate a la inflación?

MC: Digamos que ninguno todavía tiene el partido ganado, pero esa realidad de inflación más alta que en Estados Unidos, es lo que explica que el banco central volviera a subir las tasas de interés este mes y que las llevara al nivel más alto desde que se creó el euro en 1998.

Esta suba de tasas encareció el crédito y desincentiva el consumo y la inversión… eso dejó un panorama de crecimiento en los últimos meses que fue realmente pobre.

El banco central ahora tiene una disyuntiva importante… entre si es necesario seguir subiendo las tasas e inducir una recesión de la actividad para terminar de dominar a la inflación o si con el nivel actual de tasas, ya es suficiente como para que la inflación siga bajando. Probablemente no están lejos de terminar de subir las tasas, pero la actividad ciertamente se está viendo afectada.

EC: Justamente eso quería consultarte… ¿Podemos repasar como viene siendo el desempeño en materia de crecimiento y cómo es el panorama de los distintos países? Adelantábamos al inicio que los resultados han sido bastante decepcionantes.

MC: Sí, vos mencionabas antes que el PIB de la Eurozona prácticamente no creció este año. Estamos viendo una caída en los niveles de consumo bastante generalizada y en los meses más recientes también vimos una contracción del sector manufacturero y de los servicios a nivel agregado. Si volvemos a la comparación frente a Estados Unidos, mientras que en ese país el nivel del PIB es 8% mayor al que había en 2019, en el caso de la Eurozona el nivel es solo 3% más grande. El rezago es importante…

Cuando uno mira entre países, el enfriamiento que es muy generalizado este año, pero llama la atención el caso de Alemania, que entro en una recesión leve sobre fines del año pasado y no creció en el último trimestre. Cuando termine el año probablemente será la única economía del G7 en el que el nivel de actividad habrá caído en 2023. Alemania es la principal economía de Europa y la cuarta más grande del mundo, por lo tanto, lo que ocurre allí arrastra en buena medida al resto de países europeos.

EC: ¿Y qué explica ese estancamiento de la economía en Alemania? ¿Responde a lo que veníamos hablando de las subas de tasas de interés?

MC: Esa, sin duda, es parte de la explicación, que afectó al mercado interno. El encarecimiento del crédito y la inflación redujo el poder adquisitivo de los hogares y el consumo. También se vieron afectados otros sectores como la construcción por la suba de las tasas de interés.

Pero también se combinaron otros factores… Alemania tiene un sector industrial y automovilístico que pesa mucho en la economía y estos sectores son muy intensivos en energía. Estas industrias eran muy dependientes de la energía que se importaba desde Rusia. Eso fue resultado de la decisión de cerrar sus propias centrales carbón y las plantas de energía nuclear, que volvieron a la matriz energética muy dependiente del gas natural. Para tener idea, antes de la guerra en Ucrania, más de la mitad del gas de Alemania venia desde Rusia. Entonces, la guerra implicó un golpe muy fuerte al parque industrial y por ende al crecimiento económico de ese país.

En el último año vimos un viraje grande fuera de la energía de Rusia, pero los costos se han mantenido altos y deterioraron los balances de varias empresas.

Y después también está el propio aflojamiento de la economía mundial de este año que pasó factura, porque el modelo de crecimiento alemán está muy volcado hacia afuera.

EC: ¿A qué te referís con eso Mathías? ¿A que el sector exportador de ese país es muy importante?

MC: Exacto. Alemania es el tercer exportador más grande del mundo y menor demanda global que vimos este año en un mundo que no crece mucho por las subas de tasas y por el debilitamiento de China supone otro golpe importante en la actividad económica. Las exportaciones alemanas representan más de la mitad del PIB total.

Cuando salimos de la pandemia en 2021, Alemania tenía un superávit de su cuenta corriente equivalente a 5,3% del PIB. El año pasado ese superávit se redujo a 2,1% del PIB y este año se estima que será aún menor.

En definitiva, Emiliano… es un panorama bastante complicado el que estamos viendo en Alemania y que difícilmente se revierta en los próximos meses. Pero más allá de lo coyuntural, también hay elementos más estructurales que ponen sombras sobre la dinámica de crecimiento de largo plazo.

EC: Bueno, en ese sentido una portada de la revista The Economist del mes pasado catalogaba a Alemania como la “enferma de Europa” y señalaba que necesitaba cambiar de rumbo para evitar convertirse en un rezagado en términos de crecimiento frente al resto de occidente. ¿Por qué también hay preocupación con el crecimiento de más largo plazo?

MC: Porque si despejamos estos problemas de más de corto plazo, igual hay elementos que nos hacen pensar que las tasas de crecimiento que vamos a observar en los próximos años serían más bajas que en el pasado. Por ejemplo, que hay una población crecientemente envejecida o porque los sectores más importantes de su economía están expuestos a una creciente competencia internacional. El caso del sector automotor es muy evidente. En 2006 China y Alemania producían cada uno 5 millones de autos. Hoy Alemania produce 4 millones de autos al año, mientras que China produce 28 millones, una cifra que es más grande que la producción conjunta de Estados Unidos, Japón y Alemania.

Estos son algunos de los desafíos que enfrenta Alemania… un punto positivo es que lo hace desde fundamentos sólidos, con un sector industrial pujante, credibilidad fiscal y menores niveles de ratio de deuda pública y privada sobre PIB que sus pares. Pero seguramente se necesite una nueva agenda de reformas para retomar tasas de crecimiento más altas y volver a liderar el crecimiento en Europa.

 

 

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