Análisis Económico

PBI aumentó un 1% en el tercer trimestre respecto al anterior: ¿Cuál fue la evolución en los principales sectores de actividad? Análisis de Florencia Carriquiry (Exante)

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EMILIANO COTELO (EC): El Banco Central divulgó ayer las cifras de actividad económica del tercer trimestre del año. Según estos datos y de modo coincidente con lo que ya habían adelantado las cifras del Indicador Mensual de Actividad Económica (o IMAE), en julio-setiembre el Producto Interno Bruto creció 1% respecto al segundo trimestre, aunque registró una variación levemente negativa (de -0,2%) respecto de los niveles de un año atrás.

¿Cuál fue la evolución a nivel de los principales sectores de actividad? ¿Qué marcaron los datos a nivel de los componentes de la demanda? ¿Qué perspectivas se manejan para 2024? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, socia en EXANTE.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Florencia, ¿cómo vieron los datos del tercer trimestre del año? ¿Cuáles son las primeras conclusiones de las cifras conocidas ayer?

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Las cifras confirmaron que la economía volvió a crecer a partir de mediados de año, con una suba desestacionalizada frente a abril-junio de 1%. Como decía Emiliano, esa variación fue coincidente con lo que ya había indicado hace un par de semanas el Indicador Mensual de Actividad Económica que comenzó a publicar el BCU recientemente, por lo cual no supuso una sorpresa, aunque, como comentamos cuando analizamos los datos de ese indicador, ese 1% de crecimiento trimestral desestacionalizado está bastante por debajo de lo que habíamos estimado en su momento (luego de publicadas las cifras de abril-junio, allá por setiembre).

De esa manera, en la comparación con un año atrás, el PIB tuvo una ligera caída en julio-setiembre (de 0,2%) y en el promedio de enero-setiembre acumula una variación negativa de 0,4% frente al mismo período de 2022, confirmando un año muy pobre en materia de actividad económica.

RA: ¿Y cómo fue el desempeño por sector de actividad?

FC: Como decía recién, en el tercer trimestre el PIB cayó 0,2% frente al mismo período de 2022 y cuando lo vemos por sector, eso se da con una mayoría de los sectores ubicándose por debajo de los niveles de un año atrás. Por su magnitud sobresalen de todos modos las caídas en la Construcción y en el sector de Energía, Gas y agua, que en alguna medida eran esperables.

Por un lado, la Construcción cayó casi 9% frente a julio-setiembre de 2022, recogiendo como en el trimestre anterior, la menor actividad en torno al proyecto de UPM2, ya con las obras de la planta finalizadas y las del Ferrocarril Central acercándose a su fin. Y el sector Energía, Gas y Agua (se retrajo más 11% interanual), debido a un menor nivel de generación de energía eléctrica, en un marco de descenso fuerte de las exportaciones hacia Argentina (que habían sido muy altas el año pasado).

Por el otro lado, las excepciones dentro de la tónica de retracción fueron el sector Agropecuario, el de Transporte y comunicaciones, los Servicios Financieros y la Administración Pública.
En particular, después de la contracción de la primera parte del año, el agro tuvo un repunte muy significativo y subió casi 10% interanual, reflejando fundamentalmente una mayor actividad pecuaria (con más extracción de ganado y más remisión de leche) y también a nivel de la actividad silvícola (con la nueva planta de UPM ya operativa).

RA: Bien. ¿Y cuáles son los elementos a destacar del lado de la demanda?

FC: Del lado de la demanda o desde el Enfoque del Gasto la tónica fue muy similar a la del segundo trimestre, con un impulso casi exclusivo del Consumo, mientras que cayeron la inversión bruta fija y las exportaciones.

Yendo a las cifras, el consumo de los hogares creció 3,4% frente a los niveles de un año atrás y en nuestra estimación desestacionalizada volvió a subir más de 1% en el trimestre (respecto al trimestre inmediato previo). Esto estuvo bastante en línea con lo que estimábamos, en un marco de buen desempeño del mercado de trabajo y de una recuperación significativa de los salarios reales. Y al igual que destacamos en trimestres previos, el BCU volvió a destacar que este crecimiento tiene una contribución relevante del gasto en el exterior (en particular en argentina), aunque también se está viendo un mayor consumo de algunos bienes durables (sobre todo automóviles).

Mientras tanto, ante las menores inversiones en torno al proyecto de UPM fundamentalmente, la inversión bruta en activos fijos se retrajo 11% interanual, al tiempo que las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron más de 9% interanual, recogiendo esencialmente menores ventas de soja, aunque también una caída de las ventas de automóviles (que habían sido muy altas en 2022) y un peor desempeño de los servicios globales (de tecnologías de la información y servicios profesionales) que en trimestres previos venían mostrando un dinamismo destacado.

RA: Está claro. Antes de terminar entonces y a partir de este análisis de los datos del tercer trimestre, ¿cómo quedan las proyecciones de actividad económica para el cierre de este año y para 2024?

FC: Estaremos en el día de hoy revisando pronósticos a la luz de estos últimos datos, pero como comentaba al inicio, las cifras del tercer trimestre confirmaron una recuperación de la actividad económica a partir de mediados de año aunque con una suba del PIB algo menor a lo que habíamos estimado en nuestros anteriores pronósticos. El PIB subió 1% desestacionalizado como señalábamos al inicio, mientras que en nuestras proyecciones elaboradas en setiembre, estimábamos un aumento en torno al 1,5%.. Si bien entendemos a la luz de la información disponible que la economía habría continuado creciendo en los últimos meses del año, con estos datos a setiembre estimamos que la variación del PIB en el promedio de este año va a estar cerrando más cerca de 0% que del 0,5% que veníamos manejando.

Y para 2024, nuestras últimas proyecciones eran de un PIB creciendo en torno del 3% y a priori no adelantamos mayores cambios en ese pronóstico, que supone una actividad creciendo de manera sostenida aunque moderada a lo largo de todo el año.

RA: ¿En qué se apoya ese pronóstico de crecimiento del año que viene? ¿Cuáles serían los motores para la economía uruguaya el año próximo?

FC: En línea con lo que vimos en los últimos dos trimestres, el principal motor del crecimiento previsto en 2024 seguiría siendo el consumo. Si bien tendemos a prever menos dinamismo del lado del empleo, la suba de los salarios reales debería seguir contribuyendo a un buen desempeño del gasto de los hogares. Y aunque probablemente seguiremos viendo un desvío importante de consumo hacia Argentina, es probable que desde los picos de este año, el gasto del otro lado de fronteras se modere en alguna medida en 2024.

Y luego tendremos seguramente también un impulso del lado de las exportaciones, en la medida en que con mejores condiciones climáticas, vamos a ver un rebote fuerte de la cosecha de soja el año que viene y también un nuevo escalón a nivel de la celulosa, ya con todo un año de la nueva planta de UPM plenamente operativa.

En definitiva, Romina, el 2024 se plantea como un mejor año en términos de la actividad económica, aunque en ese 3% de crecimiento previsto para el promedio del año que viene hay algunos impulsos por única vez… (como el rebote post sequía y la mayor producción de celulosa). Desde ese punto de vista, en términos del ritmo de crecimiento tendencial de la economía no estamos cambiando nuestra visión de mediano plazo, que apunta a crecimientos promedio (en ausencia de shocks negativos o positivos) en torno al 2 o 2,5% promedio anual.

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