Foto: Instagram de Barra Grande Ecoturismo
La tecnología acorta distancias.
Podemos hacer una entrevista casi sin contratiempos con alguien en la otra punta del mundo.
Podemos tener consultas médicas o clases o hasta sesiones con la psicóloga a través de una pantalla.
Para los que tienen familia en el extranjero, que en Uruguay son muchos, nunca fue tan fácil estar conectados.
Y aun así no es lo mismo.
Tal vez los que mejor entiendan esa distancia sean los abuelos. Particularmente los que tienen nietos que directamente nacieron en otro país.
Que quizá no conocen en persona, o que pudieron ver cuando eran bebés pero luego la situación económica personal se complicó, o hubo algún susto de salud, o tantos posibles motivos, y los abuelos ya no pudieron viajar para allá ni venir para acá los que están afuera. Y ahora aquel bebé es un niño y no sabe del todo quién es esa persona del otro lado de la videollamada.
La tecnología acorta la distancia pero no es lo mismo que un abrazo.
Alberto Graetz, arquitecto retirado, lo sabe de primera mano. En 2011 su hija se mudó a Berlín, Alemania, y allá tuvo dos hijos. Esa experiencia movió a Alberto a escribir los libros infantiles Abus, ¿qué es la distancia? y Super Kika y sus ayudantes: La misión.
Y a fines del año pasado, dio un paso más para fundar la asociación civil Abuelos y Nietos Juntos, con la que aspira a subvencionar el viaje y la estadía para los que no pueden pagarlo.
Para conocer más de esa experiencia, de cómo lo motivó a escribir, y de esta asociación, conversamos En Perspectiva con Alberto Graetz.
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Para contactarse con la asociación civil Abuelos y Nietos Juntos pueden hacerlo a través de su Whatsapp 094 445 797, también por vía mail al abuelos.nietos.juntos@gmail, o por medio de su página de Instagram @abuelosynietosjuntos
