
Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
Las dos cámaras del Parlamento aprobaron el martes pasado el ingreso al país de diez efectivos de las fuerzas especiales de Estados Unidos, para participar en un evento conjunto de capacitación de operaciones especiales denominado “J-CET”.
Los efectivos estarán en Uruguay entre el 6 de abril y el 15 de mayo de este año.
La autorización tuvo un amplísimo apoyo (casi unanimidad). Pero el tratamiento del tema expuso divisiones a la interna del Frente Amplio, en una discusión que terminó siendo más larga de lo que varios legisladores esperaban.
DE QUÉ SE TRATA
La solicitud de autorización había sido firmada por el gobierno de Luis Lacalle Pou, pero ingresó al Poder Legislativo recién a mediados de febrero, con el Parlamento en receso, y no pudo tratarse.
“Cabe destacar que la participación en estas actividades permitirá estrechar los lazos de unión e integración militar entre los Ejércitos, fortalecer y fomentar la cooperación institucional, profundizar en un entendimiento mutuo de los procedimientos, métodos y técnicas a emplear en operaciones militares y compartir e intercambiar experiencias que permitan afrontar los nuevos desafíos”, dice el breve mensaje firmado por Lacalle Pou y por el exministro de Defensa Armando Castaingdebat.
Según una carta del coronel Charles J. Barton, de la Fuerza Aérea de los EEUU, esta capacitación está centrada “en asistencia humanitaria y en la respuesta ante una crisis”, similar a los hechos en años anteriores que, según Barton, “fueron de gran éxito para ambos países”. Dice esa carta que el intercambio incluirá: conceptos básicos de la acción directa, tácticas de ruptura de unidades pequeñas, combate cuerpo a cuerpo, atención de bajas en combate táctico, procedimientos con tropas en operaciones marítimas; y procedimientos avanzados para equipos tácticos, de manera de tener unidades de operaciones especiales en óptimas condiciones, a efectos de poder brindar protección a la población civil en el marco de operaciones de paz.
El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo tiene un artículo único, que dice sencillamente:
“Autorízase el ingreso al territorio nacional de una delegación de 10 (diez) efectivos de las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos de América, que concurre con su armamento individual, equipo y munición, a los efectos de participar en la ejecución del "Evento Conjunto de Capacitación de Operaciones Especiales (J-CET)", en el período comprendido entre el 6 de abril y el 15 de mayo de 2025”.
DISCUSIÓN PARLAMENTARIA
En la sesión del Senado de este martes, Bettiana Díaz, del MPP, que fue la miembro informante del proyecto, hizo una exposición general. En ella lamentó que faltaba información sobre cómo eran estas capacitaciones, pero adelantó que el Frente Amplio lo votaría.
De esa forma, la coalición de izquierdas cambiaba la posición negativa sobre el tema que había mostrado anteriormente, por última vez el año pasado, cuando rechazó un proyecto idéntico.
En abril de 2024, el FA argumentó que el pedido de ingreso de las tropas norteamericanas (que debe ser aprobado por el Parlamento, según está establecido en el artículo 85 de la Constitución) se hacía siempre de apuro, sin que alcanzara el tiempo para entender a cabalidad los alcances. El diputado Carlos Rodríguez Gálvez, también del MPP, dijo el año pasado que esta autorización no debía ser “simplemente un trámite burocrático” que los legisladores votaran “casi como algo naturalizado”.
POR QUÉ SÍ
Esta vez, la senadora Díaz dijo que el FA apoyaría el proyecto por una cuestión de diplomacia, y por no querer generarle problemas a un gobierno que recién arranca.
"En primer lugar, el cambio de postura de la bancada del Frente Amplio tiene que ver única y exclusivamente con el tema tiempos y porque esta es una decisión heredada de la administración anterior".
Dijo además que el país tiene compromisos asumidos que el FA se comprometió a rever, pero que no querían dañar los vínculos diplomáticos del país sin antes evaluar cuánto sirven estos ejercicios con fuerzas armadas de otros países. Adelantó que se revisarían todos los acuerdos de cooperación en defensa.
A partir de esta intervención se produjo una discusión sobre el fondo del asunto, que se llevó más de una hora.
El senador Nicolás Viera, también del MPP, agregó a lo dicho por Bettiana Díaz que habría que ir más allá y evaluar si sirvieron para algo todos los ingresos de buques y fuerzas extranjeras que el Parlamento vota cada año, porque no se hace un seguimiento y, dijo, ese tipo de cosas hacen a “cómo Uruguay maneja su soberanía”
Aunque, como quedó claro, esa evaluación todavía no existe, se elevaron varias voces de senadores oficialistas contrarias al proyecto a pesar de que terminaron votándolo por disciplina partidaria: concretamente, las del comunista Óscar Andrade y Constanza Moreira, de Casa Grande, a quienes sumó apuntes el socialista Gustavo González.
SÍ, PERO NO
El senador Andrade fue quien hizo la exposición más extensa. Opinó que en realidad el FA no estaba cambiando de postura, porque en el pasado la izquierda había votado a favor. Dijo, en cambio, que él tenía una posición crítica por cuestiones de fondo, que lo llevó a hacer un repaso histórico de las invasiones de EEUU a otros países y de su injerencia de otro tipo que también llevaron a cabo en Latinoamérica. Andrade dijo que el antiimperialismo no era anacrónico sino que había motivos actuales para mantener esa visión, como el bombardeo de Yemen o la intención del gobierno de Donald Trump de acceder a minerales ucranianos.
Andrade leyó un fragmento de un texto de WOLA, la oficina en Washington para asuntos latinoamericanos, con testimonios de militares estadounidenses que decían, por ejemplo, que querían “estar en todos lados y saberlo todo”.
"En los testimonios de algunos de los mandos dice, bueno, lo importante para Estados Unidos es que se familiarizan con el terreno, la cultura y el idioma de las Fuerzas Armadas anfitrionas. Hace más, dice, que entrenar las fuerzas estadounidenses. Se veían tácticas militares a los participantes, hay informes que destacan las actividades donde se fortalece la influencia de los Estados Unidos en los países anfitriones. Informes internos de los comandos especiales. Entonces: ¿tenemos reparo? Tenemos reparo. Independientemente de que seamos minoría, en esta opinión, de la bancada. Es nuestra opinión sobre los riesgos que tiene este tipo de acuerdos. Que no se reducen, en nuestra opinión, a aspectos técnicos. Sería medio ingenuo creer, con todo respeto, que solamente se reducen a aspectos técnicos".
Andrade afirmó entonces que se debía dar una discusión a fondo en la bancada, en el Frente Amplio en sí, y en el sistema político en general, sobre convenios militares con EEUU. Para eso repasó segmentos del programa del FA que iban en línea con su visión.
La senadora Constanza Moreira manejó argumentos similares a los de Andrade. Por ejemplo, hizo mención de que la injerencia estadounidense llevó al gobierno uruguayo a aumentar su presupuesto en Defensa antes del último golpe de Estado militar en nuestro país.
Insistió también en que hablar de antiimperialismo no era algo anacrónico sino que se estaba viendo hoy.
Moreira aclaró que le parecía bien tener que votar por disciplina partidaria porque era una herramienta que consideraba importante como politóloga, pero que igual quería exponer su posición contraria.
LA OPOSICIÓN, EX OFICIALISMO
Desde la oposición, quienes hicieron uso de la palabra aprovecharon para señalar las diferencias internas que estaba mostrando el FA, y llegaron a reclamar que la votación fuera nominativa (es decir que en vez de levantar todos la mano, fueron dando su voto uno por uno a medida que eran llamados por su nombre): “Vamos a ver quién la caretea y quiénes no”, dijo el senador Sebastián Da Silva.
Otro senador nacionalista, Sergio Botana, recordó que en su trayectoria legislativa previa el FA solía presentar reparos, amenazar con dar un debate de fondo, para terminar votando en forma favorable “con vergüenza”, dijo
Botana llamó a la coalición de izquierdas a no votar el ingreso de estas fuerzas especiales estadounidenses, o a dar de una vez el debate de fondo al respecto. “No me gusta que mi país se avergüence”, dijo, y pidió “ser claros”.
"Es más, nosotros no llamamos a Bush para pelearnos contra un hermano americano. No fue nuestro partido el que lo hizo. Porque acá hay mucho boquilleo, pero el día que tuvimos una suerte de amenaza de la Argentina, teléfono a Bush para pedir que viniera a salvar a los nenes. Los blancos nunca hubiéramos hecho eso. Nosotros somos artiguistas de veras. Nunca hubiera llamado al imperio para ir contra un hermano americano. Porque además de antiimperialistas, no andamos garganteando con la Patria Grande y esto y el otro. Pero americanistas somos nosotros".
Después expuso Javier García, también blanco, líder de Alianza País y ex ministro de Defensa Nacional, quien consideró “reconfortante” que el FA cambiara de posición porque Uruguay tiene convenios con las fuerzas armadas de EEUU desde hace décadas, incluso renovados y refrendados por gobiernos frenteamplistas.
Sin embargo, García agregó que si no querían votarlo no tenían por qué hacerlo, que no estaban obligados, pero que todo esto era muestra de una división interna.
El exministro enfatizó que estas capacitaciones servían, por ejemplo, para formar a soldados que luego se desempeñan como cascos azules de la ONU
"No todos coincidimos que la presencia uruguaya en misiones de paz, que nuestros soldados en misiones de paz, son parte de nuestros mejores embajadores en el mundo. La formación que reciben, parte de la formación que reciben nuestros soldados en misiones de paz, están dadas en estos ejercicios, evacuaciones médicas, alistamiento para proteger a población civil, por ejemplo en el Congo. Lo aprenden aquí y lo aprenden también de otros ejércitos, otras fuerzas armadas que tienen experiencia en la materia. Y todos queremos, por lo menos nosotros queremos, que nuestros soldados, sobre todo cuando están en situaciones muy peligrosas, este año fue realmente trágico en esta circunstancia, estén lo mejor preparados posible. Si esa preparación la da el Ejército de Estados Unidos, bienvenido sea, si lo da el Ejército de Alemania, bienvenido sea, porque yo quiero proteger a mis soldados".
RESPUESTA A AJENOS Y PROPIOS
En su última y breve intervención, la miembro informante, Bettiana Díaz, comentó que se estaban mezclando cosas distintas, y respondió tanto a la oposición como al senador Andrade.
Dijo que no iba a debatir el programa del FA en el Parlamento porque para eso estaban los espacios de discusión de la propia fuerza política.
Bettiana Díaz recordó que en 2005 se dio una situación similar cuando la izquierda llegó por primera vez al gobierno: que recibieron un acuerdo heredado de la administración anterior, y que la aprobaron pero como contrapartida luego procedieron a discutir qué se hacía con esas operaciones a lo largo del gobierno que entonces recién comenzaba.
"No nos corre nadie con los antecedentes cuando fue el Frente Amplio el que llamó al primer debate sobre la defensa nacional para quebrar con la doctrina de seguridad nacional en este país".
En el Senado el proyecto terminó aprobado por 27 votos en 27.