En Perspectiva

Periodismo con vocación de servicio público. Conducen Emiliano Cotelo y Romina Andrioli. Con Gabriela Pintos, Rosario Castellanos y Gastón González Napoli. Producción: Rodrigo Abelenda y Florencia Nobelasco. De lunes a viernes de 7 a 12 en Radiomundo 1170.

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2 Comentarios

  • Considero que deberían informarse más sobre lo que implica el transactivismo para los derechos de las mujeres y de los niños, hay mucha literatura al respecto.
    El día en que comiencen a llegar a nuestro país las demandas contra padres e instituciones médicas, quizá se empiece a tomar conciencia al respecto.

  • Les copio la definición del diccionario RAE sobre la palabra ideología:

    Conjunto de ideas sobre la realidad social, política, cultural, económica, religiosa, etc., que pretenden la conservación del sistema (ideologías conservadoras), su transformación (que puede ser radical y súbita, revolucionaria o paulatina —ideologías reformistas—) o la restauración de un sistema previamente existente (ideologías reaccionarias).

    Si aceptamos esa definición. ¿en qué sentido la definición de género que se usa ahora no es ideológica? ¿Es peyorativo que a uno le digan que algo por lo que milita es ideológico? Me causa hasta cierta hilaridad como algunos usan «ideología de género» como algo peyorativo y otros recogen el guante y niegan el carácter ideológico de sus convicciones ideológicas, respondiendo indignados que la ideología de género no existe. Ideología no es un insulto. El término está para diferenciar convicciones filosóficas, éticas y metafísicas del conocimiento positivo.

    De la actividad del PC no tengo mucho que decir. Me parece bien que quienes creen en la teoría de géneros debatan sobre el carácter de sus ideas y sobre posibles acciones vinculadas a esa convicción. En particular, lo que a mi me preocupa siempre es que nadie se sienta con derecho a invadir la soberanía del otro. Lo importante es perseguir y castigar la discriminación para garantizar que cada quien haga de su vida privada lo que le de la gana.

    Personalmente me he tratado de informar un poco de qué va el magma este de los géneros, ya que ha entrado de lleno en el espacio público, como si fuera conocimiento positivo (y eso sí lo creo grave). La gente cree realmente que esa noción existe y la manipula como si la entendiera. Incluso a uno vienen a encuestarlo del censo y le piden que se decante por género y raza. Todo made in USA, como es el progresismo social a la moda en Uruguay. Lamentablemente la opción «no creo en la existencia de esos conceptos» no está. Hay que aceptar los términos de la pregunta, lo cual al menos yo lo vivo como una forma de violencia ideológica. Mi materialismo positivista no cuadra, es como que ya no es legítimo. ¿Tendré derecho a pensar como pienso? ¿O es un delito de «lesa filosofía»?

    No creo en la existencia de los géneros. He leído al respecto y sinceramente al menos lo que he visto me parece puro humo. Sabemos más sobre qué no es que sobre qué es. Quizás lo más parecido a algo que aceptaría es la teoría de los géneros mosaico, porque sencillamente se centra en la individualidad de cada ser humano y de cada aspecto de la vida. Tiene de bueno que justamente renuncia al afán de crear categorías para clasificar a la gente por conceptos intangibles.

    Al final el género es como el personaje Wally, aquél que había que buscar en una lámina. No es el sexo biológico, pero tampoco lo determina la sexualidad que uno practica, no es nada ni está en ningún lado, pero potencialmente está en todo porque nos regula todas nuestras interacciones con el resto, ese que desde «el patriarcado» oprime al resto. La afirmación «la persona X tiene género Y» no es probable ni refutable pero no nos mueve un pelo usarla incluso como materia jurídica. En ese magma líquido y candente que están revolviendo los gurús de los «estudios de género» se crean y destruyen ideas todo el tiempo. Hasta no hace mucho hablar de «opción sexual» estaba básicamente aceptado, luego llegamos a la «preferencia sexual» y ahora creo que ya ninguna de las dos. ¿Qué tiene de malo la palabra «opción»? Si uno no optó, entonces ¿quién optó por uno? ¿La biología? ¿los dioses? Vuelvo a lo mismo, ¿dónde está el género? ¿qué lo «genera», si se me permite el juego de palabras? ¿Es una forma del determinismo social?

    Se hablaba en mi juventud de «cultura queer» y con eso todos más o menos creíamos entender de qué hablábamos: todo lo que no era heterosexualidad, era queer. Luego se inventó una sigla: LGBT, que parecía ser un «despiece» del concepto de lo «queer» en varias partes, pero después se consideró necesario agregar I por «intersexo» y luego reingresó la Q de queer dentro de una enumeración explícita que antes estaba toda comprendida dentro de lo queer. Creo que el estado del arte ahora es LGBTIQ+. Admito desconocer qué es el +. Mi impresión es que van a terminar en una teoría con tantas categorías como seres humanos, lo que hace perfectamente inútil la clasificación, pero tendría el mérito de reconocer que están frente a algo inasible. Si eso no es una construcción ideológica, ¿qué cosa es?

    Por lo pronto yo me creo sin género en ese sentido posmoderno del término. Porque si es «un sentimiento», si no tiene absolutamente nada que ver con la sexualidad, sinceramente nunca creo haberme sentido otra cosa que ser humano. Sé del sexo biológico que me tocó y de las prácticas sexuales que he elegido tener, al menos hasta el día de hoy, pero como eso es otra cosa, entonces el género ¿dónde está?

    La política y los estados no deberían ocuparse de otra cosa en este asunto que de luchar contra la discriminación. Si hay niños que se sienten transexuales, pues bien, hay que cuidar que nadie opine sobre lo que ellos sienten ni tome decisiones que los perjudiquen por esa sola razón. Hay mucho que hacer en lo cultural, porque para alguna gente todo lo que se pueda considerar vinculado a la sexualidad tiene una carga moral –y parece que por mucho que se niegue, en el imaginario colectivo el género tiene una connotación sexual–. Pero eso no significa que haya que hacer otra cosa que garantizar derechos que ya existen en nuestro régimen jurídico.

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