¿Qué imagen hay de Uruguay en el exterior?
Foto: Sergio Lima / AFP
¿Cuál es la imagen que hay de Uruguay en el exterior? El tema volvió a discutirse ayer a raíz de un artículo del medio británico Financial Times sobre las derivaciones de la causa en la que se investigan presuntos delitos cometidos por el exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano.
El medio destaca que Uruguay “sigue siendo el país menos corrupto de América Latina”. Sin embargo, asegura que el caso Astesiano derivó en “acusaciones de espionaje político y corrupción” que podrían “amenazar la reputación de la nación como modelo de estabilidad en América Latina”.
Dos días antes del artículo del Financial Times, Uruguay fue noticia en el exterior por el viaje que hizo el presidente Luis Lacalle Pou junto con los exmandatarios José Mujica y Julio María Sanguinetti para asistir a la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil. Varios medios brasileños y argentinos destacaron la señal de convivencia democrática que estaba dando Uruguay al concurrir al acto protocolar con gobernantes de distinto signo político.
A raíz de estos dos episodios casi antagónicos, proponemos discutir: ¿Cuál es la imagen real de Uruguay, la del Financial Times o la de la ceremonia de asunción de Lula?
La Tertulia de los Miércoles Gabriel Budiño, Leonardo Costa, Eleonora Navatta y Fernanda Sfeir.
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3 Comentarios
La imagen exterior depende, a nivel de opinión pública en el orbe cuanto más lejos mas desconocidos somos, no debemos caer en actitud ombliguista, personas comunes, pocas nos ubican en el mapamundi y abundan las que desconocen el nombre de nuestro país.
En cambio, tomadores de decisiones en los centros de poder sí nos conocen algo o bastante más, son público lector, por ejemplo, del Financial Times; a esa gente que corta el bacalao las noticias de corrupción, aunque no los sorprenden, les hace estridencia, escándalo del que suena mal.
Es equivocado caer en el placebo complaciente «mucho ruido y pocas nueces» de entrecasa, no es menor, es grave la actuación y responsabilidad del Estado en los entuertos Marset y Astesiano; la anticorrupción y transparencia fallaron y se nota.
Primero lo primero, el Uruguay en el mundo no le importa a casi nadie. En Europa, incluso, mucha gente no reparó jamás en Uruguay, como no lo hizo en Belice tampoco. La gente que mueve plata, es otro tema, porque están acostumbrados a buscar enclaves para hacer negocios. La corrupción, el hecho de que haya olor a que el gobierno está tomado por los narcos y mafias internacionales no depende de que haya un fallo judicial. Hace ruido y las consecuencias pueden depender del tipo de negocio que se busque. Para el que lava plata, eso suena bien, es música para los oídos: quiere decir que es fácil usar al país para hacer negocios ilícitos y que las autoridades les dan un barniz legal a poco de dar con el precio de sus funcionarios. Para el que quiere invertir en infraestructura pesada, en medios de producción, puede ser que le meta miedo.
Luego están el nivel jurídico y el nivel político, que son diferentes. Lo jurídico se basa en procesos lentos y en investigaciones. Por el momento no tenemos más funcionarios de gobierno procesados que el jefe de la custodia del presidente y todavía no tiene condena firme por estos hechos. Pero está el nivel político, y eso es muy diferente. Tener jerarcas de gobierno balbuceando explicaciones contradictorias en el parlamento no es moco de pavo. Tener un presidente que niega saber algo y que luego de a poco admite que sí, que le dijeron, pero que no pensó que fuera grave, es embromado. No tanto por la decisión de contratar a Astesiano, sino por el intento de negar la realidad, de mentir. El que miente es porque teme y si teme, uno empieza a pensar de cuánto ni se va a enterar. En el fondo lo que está sucediendo al menos por ahora es una enorme crisis de confianza. Hasta la fiscal es hermana de un asesor político del PN y además opina favorablemente sobre el presidente. El debate aquél que hubo donde se discutió si se podía o no recuperar la información del teléfono, todo eso hace ruido. Terminó increpando a un periodista por decir algo que era cierto y ahora ella misma está explotando esa información que antes afirmó que era prácticamente irrecuperable. Nada de esto es jurídico, pero creo que si alguien cercano familiarmente al PN no sale a opinar respaldando el relato del presidente, todos nos quedamos más tranquilos. Si no increpa a un periodista porque le dice algo que es cierto y que sirve para investigar la causa, también nos quedamos más tranquilos. Creo que lo que la ciudadanía puede estar percibiendo en el gobierno es como un gran desorden y nerviosismo al manejar estos asuntos, que no nos conforta en nuestras preocupaciones. Ojalá la investigación termine y se condene no sólo a Astesiano, sino a cualquier funcionario que le haya encomendado o haya cooperado en realizar actividades ilegales. Eso sería una buena señal para la interna y para quienes pongan el ojo en este pequeño país para desarrollar actividades lícitas..
La policía siempre se ha manejado como surge de los chats, no es de ahora, es sólo que ahora lo vemos más claro, ex policías en empresas de seguridad piden información, etc., etc.. Habría que destituir a todos y empezar de nuevo, por lo que habrá que ver que deja la parte judicial y actuar de acuerdo a ello, para muestra vale un botón, el tema de los pasaportes rusos viene desde el año 2013 o 2014 y no sólo era del M Interior, sino también de Cancillería, o sea que estaría englobando varios gobiernos. También lo podemos comprobar con el caso Morabito que salió caminando de la cárcel y con respecto al cual, más allá de que ahora declaró Layera en carácter de indagado, declaraciones de las cuales no sabemos nada, resulta un poco raro que dicha fuga fuera sólo conocida y orquestada por un funcionario, el único inculpado a la fecha. O sea que en esa zona fallan algunas cosas y no sólo de ahora. Comparto lo que dice Fernanda en cuanto al Financial Times, para ellos somos prácticamente inexistentes. Por lo tanto habrá que ver que surge del tema judicial y de acuerdo a ello se tomarán las medidas, el resto es circo político. Mejor sería que los políticos se dedicaran a hacer algo que ayudara al país, como fue la ida de los 2 expresidentes y el actual a la asunción de Lula, un aplauso para ellos, ese el país que muchos queremos.