Entrevista con María Julia Muñoz, ministra de Educación y Cultura.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 13.01.2016, hora 8.16
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Mejorar la educación es uno de los grandes desafíos que tiene por delante el actual Gobierno. Se trata, sin duda, de uno de los objetivos claves en el que coincide toda la sociedad uruguaya, pero que, sin embargo, se ha encontrado con más de una piedra en el camino.
La conflictividad que se registró el año pasado en este sector fue de las más importantes en las últimas décadas. Y para complicar un poco más las cosas, apenas siete meses después de que asumiera la actual administración, dos de los actores claves en la elaboración de este plan de transformación en la educación quedaron por el camino por diferencias políticas en la interna del Gobierno.
(Audio Juan Pedro Mir)
Acá han pasado cosas y pasan cosas. La crisis estructural, que para algunos es mucho más grave que para otros, no se está transformando. Entonces lo que estamos planteando es: esto pasa hoy, ojalá se den los procesos de transformación, pero vuelvo a la frase que hizo que tuviera que cambiar de empleo a partir del 23 de octubre, que suscribo totalmente: no están dadas las condiciones políticas, porque en política, para hacer política, hay que ampliar la base social, hay que dirigir, hay que explicar, hay que convencer, hay que poner recursos, hay que generar cuadros intermedios que generen polea de trasmisión para lograr los elementos, hay que generar hegemonía. Eso es el ABC de la política y nada de esas condiciones políticas está dado para que se dé eso en esta perspectiva de 2016.
(Fin audio)
RA —Así hablaba la semana pasada, cuando lo entrevistábamos en En Perspectiva, el exdirector de Educación Juan Pedro Mir. Mir fue destituido en octubre del año pasado por decir, en una reunión política del Frente Líber Seregni (FLS), que no estaban dadas las condiciones para realizar un cambio en el ADN de la educación, tal como lo había prometido el presidente Tabaré Vázquez en campaña. Pocos días después también se alejó el exsubsecretario de la cartera Fernando Filgueira.
Para conocer cuáles son los desafíos que tiene por delante el Gobierno en esta materia y cómo se llevarán a cabo las transformaciones necesarias para cumplir con este cambio en el ADN de la educación, recibimos a la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz.
NICOLÁS BATALLA (NB) —Para empezar sería bueno preguntarle por ese concepto que se ha vuelto tan famoso, el cambio del ADN de la educación, que ha formado parte de esta polémica. Ya se ha hablado del tema, pero no está mal fijar de nuevo el concepto. En su opinión y en la del Gobierno, ¿qué es el cambio de ADN en la educación?
MARÍA JULIA MUÑOZ (MJM) —Es fácil de entender, y ya se habla de cambio de ADN en todas las situaciones en las que se quiere hablar de un cambio en profundidad. Es un cambio en profundidad en lo que tiene que ver con la concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje. Es sabido por todos que tenemos un siglo XXI en el que la tecnología de la información hace punta, en el que las comunicaciones han cambiado sustantivamente, en el que los jóvenes se interrelacionan por tecnologías de la información muy rápidamente, pero en el que siguen vigentes desde la dramaturgia de Shakespeare –ahora que estamos en su 400º aniversario– hasta los sueños de Cervantes y de El Quijote –también en su 400º aniversario–. Eso hace muy compleja la interacción docente-estudiante.
Le diría que fue mal presentado el programa, no por ustedes, sino porque con dos personas que se alejan de la educación no se aleja nadie que sea clave. Hay 60.000 personas trabajando para la educación y hay que conquistar esas 60.000 cabezas.
En realidad lo dijo bien Mir: si no hay hegemonía, no se puede hacer ningún cambio. Hegemonía quiere decir tener una cantidad de actores que estén de acuerdo en que es posible cambiar, y si él no estaba de acuerdo en que era posible cambiar tenía que estar afuera. Al principio me planteé si no había sido muy dura, pero después de oírlo creo que estuve muy bien, porque si la gente no está convencida de lo que hace, no está convencida de que hay un buen equipo en la educación para llevar adelante los cambios, no puede ser polea de trasmisión, como él dice, de nada. Así que está bien que esté afuera.
No es el caso de Fernando. Fernando nos acompañó después en toda la transición, es una persona que no viene de las filas de la educación, pero sí es un analista muy prestigioso del tema y lo va a seguir siendo siempre. Entendió que su lugar no era el campo político activo. Son situaciones totalmente diferentes.
Creo que encaramos un 2016 con muy buenas perspectivas, porque el 2015, si bien tuvo una conflictividad muy alta en lo que tiene que ver con el relacionamiento sindical por el tema salarial, por temas organizativos, también dio espacio para que las autoridades de los consejos de la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) prepararan desde la infraestructura hasta los programas, en los cuales hay componentes innovadores que hacen al comenzar un cambio en profundidad de la educación, fundamentalmente trabajando con una generación que ingresa hoy, en el 2016, a la enseñanza media, que esperemos sea la generación estrella de la cual ningún joven se baje hasta no terminar el primer ciclo. Esa es la apuesta que comienza en el 2016 para la generación que va a empezar la enseñanza media.
RA —Usted señalaba el acuerdo que hay entre las autoridades de la educación hoy en día. Sin embargo cuando entrevistábamos al exdirector nacional de Educación Juan Pedro Mir, él opinó que con los cambios que surgieron luego de su salida y la de Filgueira del Ministerio [de Educación y Cultura (MEC)] quedó claro que la gestión de la educación “quedó en manos del MPP (Movimiento de Participación Popular)”. Escuchemos lo que decía.
MJM —No, ya lo escuché varias veces. Escucharlo otra vez para mí no tiene ningún sentido. Es un absurdo, la única persona que es del MPP, pero no responde totalmente al MPP sino al programa del Frente Amplio (FA), como debe ser, es el presidente del Codicen (Consejo Directivo Central). Una persona sola no hace nada, en el Codicen hay un equipo en el cual está integrada hasta la oposición ahora por voluntad de los docentes. Entran actores importantes dentro del campo social que no son del FA y eso es muy bueno. La educación es de todos, no es de ningún sector del FA y tampoco es del FA.
RA —Pero en el ámbito político hay actores que señalan que, así como en la administración pasada se habló de dos equipos de economía, en este Gobierno hay una disputa en la educación, y que el FLS –por lo que dejaba entrever Mir– perdió terreno en ese ámbito.
MJM —No, para nada. La educación no es terreno de un sector del FA, la educación no debe ser coto de caza de ningún partido político. El partido de Gobierno designa a tres personas en el Codicen y a dos personas en los desconcentrados que son de su confianza política pero que no tienen que ser necesariamente del FA. Son frenteamplistas, algunas de las personas que están en el Codicen no sé qué votan, hay dos que sé qué votan, uno vota al MPP y la otra vota al Partido Socialista, pero la tercera no sé qué vota. Y los dos de los consejos desconcentrados adhieren al programa de gobierno, no sé qué votan.
NB —Usted decía que estaba bien el alejamiento de Mir porque él pensaba que no se podían llevar adelante los cambios. De todo modos, parecería que hay una discusión previa que tiene que ver no tanto con si los cambios se pueden llevar adelante, sino con cuáles son esos cambios que hay que llevar adelante. Parece que ahí sí había una diferencia grande.
MJM —No, para nada. No hay diferencia, porque eso está escrito desde el congreso del FA. Eso no lo inventa Mir, no lo inventa Filgueira.
NB —Mir había estado en la comisión de educación que estuvo trabajando en el programa del FA.
MJM —Sí, claro, pero la comisión de educación tiene un centenar de personas, no un maestro aislado.
NB —¿Usted dice que el programa del FA contiene totalmente el germen de lo desde la campaña se llamó el cambio del ADN de la educación? Se lo pregunto porque hay compromisos puntuales, por ejemplo el que mencionábamos con respecto al seguimiento de determinadas generaciones, que no estaban allí, que fueron importantes durante la campaña, pero que surgen como propuestas programáticas de Vázquez del comando de campaña y no del programa del FA.
MJM —No, están en el programa del Frente. El primer ciclo de educación media está no solo en el programa del FA, está en la Constitución de la República. No se ha hecho efectivo porque el país tiene un número de escuelas mucho mayor que el número de liceos. Porque venimos acostumbrados a que el liceo se hace para entrar en la universidad, y a la universidad se entra para ser doctor, generalmente. En las últimas décadas, y no solo del Uruguay, sino en el mundo, se ha diversificado muchísimo la opción del nivel universitario. Y se ha diversificado para bien, para incorporar cada vez más personas, para incorporar además más metodología en lo que tiene que ver con el trabajo profesional. La mayor parte de ustedes son profesionales de ciencias de la comunicación, mientras que antes todo el periodismo era idóneo, se formaban con mayores. Era una formación artesanal, hoy es una formación académica y científica. Así sucede en el resto de las carreras universitarias, de ahí la diversificación y la necesidad de que la población en su conjunto cumpla el primer ciclo de enseñanza media, para elevar el nivel de desarrollo humano, y la necesidad de que acceda el mayor número posible al segundo ciclo de enseñanza media. Pero el primer ciclo es obligatorio.
RA —En la entrevista que hacíamos con Mir él señalaba que está claro que el rol del MEC ha sido reducido a la mínima expresión y que termina triunfando abiertamente la visión de la ANEP. Para usted, como jerarca máxima de la cartera, ¿cuál es el rol que va a tener el MEC?
MJM —El que dice la ley de educación. Y como jerarca máxima no me voy a poner a discutir con el exdirector de una división del ministerio. O sea que terminé de hablar de Mir.
RA —¿Pero hasta dónde va a ir…?
MJM —Hasta la ley de educación, querida. La ley de educación le asigna al ministerio el rol de coordinación de todas las políticas y va a ir hasta donde la ley le indica. Si el Parlamento y la ciudadanía entienden que debe tener otro rol, se cambiará la ley y se votará otra, pero ahora nos ajustamos a la ley de educación, en la que se le asigna un rol de coordinación. Además en el ministerio ahora somos tres mujeres que intervenimos directamente en las políticas educativas porque entendemos que el control social se debe dar también y fundamentalmente a través de las autoridades políticas. Porque si hay un llamado a sala, la que va a sala junto con las autoridades de la ANEP soy yo, por lo tanto…
RA —Bueno, por eso le preguntaba…
MJM —…conmigo, con la directora de Educación, la profesora… [Rosita Inés] Angelo, con la subsecretaria [Edith Moraes], en realidad, tenemos contacto permanente con todas las autoridades. El rol es el de coordinación, repito, el de la ley de educación. Nadie inventa nada que no esté ajustado a derecho en el país.
NB —¿En qué está hoy el proceso de reforma de la educación? ¿Qué cambios se van a ver en este año lectivo?
MJM —Muchísimos. Se van a ver muchos cambios en todo lo que tiene que ver con la infraestructura: la creación de nueva planta física para la enseñanza media, el ajuste del control del estudiantado por medios electrónicos, mediante la tarjeta de estudiante para la enseñanza media, el control de asistencia también por tablets en los liceos, en la enseñanza media.
RA —Esos son cambios que se van a instrumentar este año.
MJM —A partir de marzo del año 2016. Que el estudiante efectivamente esté depende de que se lo controle en el centro educativo, pero fundamentalmente depende de los padres. Fundamentalmente el derecho a la educación se ejerce porque la familia tiene claro que es un derecho, que es una obligación enviarlo al centro de estudio. El hogar no debe ser permisivo y decir “se durmió”, “llegó tarde”, “hoy no va, mañana sí”. Cada sociedad tiene la educación que quiere.
RA —¿Se le va a exigir más a la familia por ese lado?
MJM —Por supuesto. El trabajo conjunto que se hace en territorio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) está de cara a rápidamente, cuando un estudiante falta, ir a ver cuál es el problema en la familia, porque la familia es importantísima en el apoyo al estudiante. Solo con las horas que esté en un liceo el estudiante no completa un ciclo de enseñanza, no completa un aprendizaje, no completa tampoco la incorporación de valores. Se va a comenzar este año con la incorporación de liceos de tiempo completo y liceos de tiempo extendido, que es una modalidad muy importante; creo que la educación del futuro debe tender hacia eso, a que toda la educación sea de tiempo completo.
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RA —Usted señalaba que se va a controlar la asistencia a través de la tarjeta y de medios electrónicos para determinar una alerta temprana.
MJM —Exactamente, una alerta temprana, y concurrir rápidamente con apoyo del Mides al estudio y la incorporación del núcleo familiar al proceso de enseñanza-aprendizaje. Del mismo modo que es sustantivo el involucramiento de los docentes en ese proceso, también son importantísimos el involucramiento de la familia y su concepción de la importancia de que el adolescente ejerza el derecho a la educación. Para eso tiene el deber de asistir, el deber de estudiar y el deber de incorporar conocimiento. Y el Estado debe cuidar que eso suceda, velar para que eso suceda y también por que el nivel de conocimiento sea el apropiado.
Ya está pautado cuál es el nivel de conocimiento en la enseñanza primaria y cómo se va a evaluar, cómo se va a evaluar al ingresar el chico a la enseñanza primaria, cómo se va a evaluar en tercer año de enseñanza primaria, cómo se va a evaluar en sexto. Y en el correr del año 2016 estará pronto el perfil de egreso de los primeros tres años, el marco curricular común del primer ciclo de enseñanza media. Por lo tanto va a estar listo el marco curricular común desde los 3 años hasta los 14.
RA —Le traslado una pregunta de Silvana, de Belvedere: “¿Qué dispositivos se piensan para aquellos alumnos que no cuentan con el apoyo familiar? Justamente ahí están los desertores”. Usted dice que se va a trabajar con la familia, pero ¿y los jóvenes que no tienen el apoyo familiar, que son los que terminan desertando?
MJM —El trabajo siempre tiene que ser con la familia o el núcleo de apoyo. Todo menor tiene un núcleo de apoyo. Si no lo tiene el Estado lo sustituye, cuando se pierde la patria potestad se hace cargo el Estado. La idea es que no se pierda y que se concientice a los padres o tutores de la importancia que tiene la educación. Y si no, no está en un hogar. Todo menor está en el hogar, la exigencia es visitar el hogar, ver la problemática que tiene ese hogar y tratar de solucionarla.
NB —¿Se está pensando en que el Gobierno tenga un rol más activo en ese seguimiento, incluso para aportar pruebas a la justicia en casos extremos en que la familia no acompañe como es debido que el estudiante esté incorporado al proceso?
MJM —Todos apostamos a que la intervención de la justicia sea en casos extremos en todos lados, el derecho a la educación no puede ejercerse por obligación de la justicia.
NB —Pero ¿es una carta que piensan jugar?
MJM —Nadie descarta las cartas de situaciones extremas, pero las políticas no se plantean para las situaciones extremas. En todos los planos en la vida digo que uno de los grandes filósofos de la humanidad fue Gauss cuando inventó la curva en la que nos queda siempre un 5 %, en el 95 % entramos lo general y nos quedan un 2,5 % de alumnos brillantes y otro 2,5 % de alumnos muy problemáticos. Es así en todos los órdenes de la vida. Pero no planificamos para los extremos, planificamos para el 95 % y tenemos que tener herramientas para los extremos.
NB —Otra de las estrategias que se están desarrollando, en la que ya se viene trabajando pero que piensan profundizar en este período de Gobierno, tiene que ver con coordinar la educación formal con la educación no formal.
MJM —Exacto. Se ha venido trabajando muy intensamente, se ha profundizado mucho. La educación no formal trata de incorporar rápidamente a la educación formal, ya sea en la enseñanza media del liceo o de la UTU. Hay en general preferencia por la UTU porque tiene un régimen más flexible para aquellos chicos que no se sintieron bien en la enseñanza media. Por lo tanto en el futuro también hay que pensar cómo se hace atractivo el ciclo de enseñanza media para que los jóvenes no se vayan, para que permanezcan en ella y sientan que adquieren valores y conocimientos.
NB —¿Eso es algo a futuro o es algo que se está desarrollando actualmente?
MJM —Es algo que se está discutiendo y desarrollando actualmente.
RA —Volvamos a la generación de 2016 que usted considera clave porque va a ser el ejemplo claro de los cambios que se comienzan a instrumentar. ¿En qué otros temas se van a ver reflejados esos cambios? Usted empezaba señalando la incorporación del control de asistencia por medio de la tecnología y esbozaba lo del marco curricular común. ¿Puede explicar cómo este concepto baja a tierra en lo concreto para el padre?
MJM —Se baja a tierra para el padre en que sepa cuáles son los conocimientos, las habilidades y las destrezas que debe tener un chico a determinada edad. Cuáles son los conocimientos, habilidades y destrezas en tercer año de escuela, en sexto año de escuela y cuando egresa del primer ciclo de enseñanza media.
RA —Dicho así, uno puede preguntarse: ¿cómo?, ¿eso no estaba hasta ahora?
MJM —Eso no estaba claro hasta ahora uniformizado para todos. Eso estaba hasta ahora porque en realidad tú y yo hemos aprobado la enseñanza primaria, la media, la terciaria…
RA —Se ha contado con programas a cumplir en determinados niveles.
MJM —Claro, pero cuando estudiábamos o cuando sometíamos últimamente a los chicos a tests nacionales o internacionales veíamos que el nivel de comprensión lectoescritora, de matemática [no era el adecuado en todos], no porque tengamos que ser matemáticos en la vida, sino porque el conocimiento de la matemática nos lleva a un razonamiento lógico que después nos sirve para aplicar en la vida cotidiana y en el trabajo. Hay que reconocer y dar a conocer a los padres, pero también a los jóvenes, que el mundo del trabajo y la satisfacción personal cada vez tienen más que ver con el capital cultural que se adquiere en el mundo de la educación, en el trabajo colectivo, en el intercambio con personas de su edad pero también muchísimo con la guía de un adulto. Hay que perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje y también el nivel de los profesores, el nivel del docente.
Debemos retomar y volver a discutir cómo el docente de enseñanza media adquiere nivel universitario y profundiza en conocimientos de otras disciplinas que son muy necesarias en el mundo de hoy, que se han incorporado recientemente. Las neurociencias son un ejemplo, todos los días se avanza en el conocimiento de cómo nos motivamos, cómo nos comportamos y cómo tenemos capacidad de cambiar nuestros comportamientos.
NB —Con respecto al marco curricular común, sería bueno despejar en qué medida hay posiciones coincidentes o discordantes entre el ministerio y la ANEP. A nivel de prensa se ha manejado bastante que no están todas las coincidencias dadas. Incluso se volvió bastante célebre una conferencia en la cual participaron usted, Filgueira como subsecretario y [Wilson] Netto, en la que Netto le dice al oído a usted que si Filgueira se sigue explayando a propósito del marco curricular común él se va a retirar de la conferencia.
MJM —Esas cosas tienen muchísimo de mito y fantasía.
NB —Por eso es pertinente la pregunta.
MJM —En realidad hablamos de que había una marcha en contra de la esencialidad y que estaba en ese lugar. Pero hubo una fantasía diferente.
NB —No hay discrepancias entre la ANEP y el ministerio a propósito del marco curricular común.
MJM —De ninguna manera va a haber discrepancia, porque esa sí que es una tarea propia del cuerpo docente, saber qué se va a enseñar, armar el currículo, y también saber qué es lo que se le va a pedir al estudiante que incorpore. Esa es una tarea eminentemente profesional de la ANEP y de los desconcentrados que deben hacer para la enseñanza media los consejos desconcentrados de la enseñanza media, porque hay un conocimiento específico del tratamiento con los adolescentes que poseen los profesores. Lo poseen muchos de los que están en el nivel político, pero para ejercer una política y para llevar adelante un programa de gobierno no es necesario tener el conocimiento acabado que debe tener un profesional de la educación media, porque tratar con un adolescente no es lo mismo que tratar con un adulto.
NB —Junto con el tema del marco curricular común, durante la campaña electoral se volvió muy famosa la estrategia pedagógica de enseñar por proyectos, que era parte de las propuestas de Vázquez, obviamente defendida por Filgueira, y que se volvió como una dialéctica con la estrategia de enseñanza por anillos que proponía el Partido Nacional. ¿En qué medida eso se va a retomar?
MJM —Eso ya está funcionando. En el departamento de Maldonado ya hay enseñanza por proyectos.
NB —El Liceo 4 de Maldonado es uno de los que la han implementado.
RA —Hace años, los entrevistamos hace un tiempo.
MJM —Ya está en casi todos los liceos de Maldonado y se viene trabajando en el desarrollo en territorios. Por eso hay una política importante de la ANEP de trabajo en el territorio.
RA —¿Qué quiere decir la política que ha definido la ANEP? En este último tiempo se ha escuchado mucho a Wilson Netto hablar de política territorial.
MJM —El lugar donde una persona vive hace mucho a la adhesión al sistema de educación, a sus proyectos de vida y a la necesidad de superación. En el territorio se despliegan una cantidad de políticas públicas de distintos organismos del Estado. El que confluyan todas esas políticas públicas, que se puedan usar todas las herramientas es responsabilidad del que está como rector de la educación. En el territorio el Mides tiene muchas más herramientas de carácter social que los organismos de enseñanza, por lo tanto se trata de recurrir a esas herramientas que están en el territorio que tienen las intendencias, las alcaldías, todas las políticas públicas de cercanía.
RA —¿Eso implica más autonomía de cada centro?
MJM —No necesariamente. Que cada centro alcance mayor autonomía es un proceso que se va a ir dando en la medida en que se tengan mejores mecanismos para el control por ejemplo de los gastos, que es más que nada en lo que se reclama autonomía. Que una persona concurra a un centro de estudio tiene mucho que ver con que el centro de estudio sea atractivo, con que el trabajo por proyectos le resulte mucho más interesante y pueda incorporar mejor los conocimientos, con que vaya, y todo eso tiene que ver con que las políticas públicas que están en el territorio confluyan para que ese joven esté dentro del centro educativo y no fuera de él.
NB —Pero eso implica, por ejemplo con respecto al tema de la enseñanza por proyectos, que una estrategia generalizada para todos los centros educativos del país vaya desembarcando en lugares puntuales a partir de diagnósticos que ustedes van realizando.
MJM —El generalizar acá abarca 250.000 estudiantes.
NB —Claro, cuando se informó en la campaña, se había entendido que después cada centro la bajaría a tierra, pero que la estrategia iba a ser la misma para todos.
MJM —La estrategia es la misma para todos; el aterrizaje no va a ser igual para Pocitos, Unión y La Blanqueada que para Marconi, Casavalle y Cerro Norte. Las diferencias sociales son muy importantes y desgraciadamente el país tiene una segmentación territorial. De ahí que el hablar de políticas territoriales es muy importante, el país tiene una segmentación que es muy negativa para el desarrollo igualitario de la sociedad, pero existe, no la podemos negar.
RA —Cuando comentaba los aspectos que tienen que ver con el marco curricular común, con las competencias que se van a fijar en los distintos niveles de aprendizaje y cómo se va a coordinar ese desempeño, la pregunta que surge es qué pasa con aquellos que no cumplen. ¿Qué pasará con la repetición a partir de este año? ¿Se va a eliminar como tal el mecanismo de repetición o se va a modificar?
MJM —Todos los profesionales de la educación entienden que la repetición no es el mecanismo idóneo para la incorporación de conocimiento. Frustra al joven, cuando en realidad todos y a cualquier edad tenemos capacidad de incorporar conocimientos, a distinta velocidad, unos más lento, otros más rápido. Por lo tanto los tiempos son importantes pero no son lo más importante. Quiere decir que hay que estudiar cada caso. Te repito: las políticas públicas, no solo en educación, sino en general, están pensadas para el 95 %; y los 2,5 % deben ser atendidos cada vez más, porque las tecnologías de la información nos permiten tener una docencia o una asistencia médica o una asistencia al agro mucho más personalizadas que antes, nos permiten detenernos más en la persona y menos en aquellos procedimientos que se pueden hacer mediante tecnología y que son más comunes. Pero las políticas están pensadas para las mayorías.
Se va a atender a los que tienen más dificultades tratando de que venzan esas dificultades en el año lectivo. Si no se vencen nadie puede decir no va a haber más repetición; sí es necesario y todos los docentes acuerdan en que es muy importante tratar bien la repetición. Tratar bien quiere decir no frustrar a una persona cuando tiene que volver a hacer un ciclo escolar o liceal, sino entender que la persona también entienda, porque los niños y los adolescentes sienten lo que los adultos les marcamos, y los que marcamos el fracaso para un adolescente que tiene que repetir a veces somos los adultos, no los compañeros.
NB —Usted decía que las reglas no deben plantearse para las excepciones, pero en el caso de la enseñanza media la repetición no es una regla pero tampoco es una excepción. ¿En ese caso cómo está pensado el tema de la repetición?
MJM —La mayor parte de la repetición en la enseñanza media que está estudiada es por ausentismo. Por eso en lo primero que se ha pensado es en abatir el ausentismo. La mayor parte de los que repiten el primer año de la enseñanza media lo hacen por faltas. Y las faltas son ocasionadas porque la familia no los envía, no los despierta, no se preocupa, no le parece importante que termine la enseñanza media. Sin embargo a todos les parece muy importante que una persona termine la escuela, eso lo tenemos matrizado. No tenemos matrizado que termine liceo. El liceo estaba pensado, y todavía lo está en la sociedad, para los que íbamos a ir a la universidad. Si no vas a la universidad y no terminás el liceo no importa, terminaste la escuela. Hoy el mundo y el Uruguay nos necesitan formados de otra manera.
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NB —¿Qué expectativas tiene con respecto a la relación con los docentes y en particular con los sindicatos para este año? El tema salarial, que fue un foco de conflictividad grande en el 2015, parece estar resuelto a partir del acuerdo al que se llegó y que al menos incluye una cláusula de paz por dos años. ¿Qué espera para el 2016 con respecto al relacionamiento con los docentes?
MJM —Que transitemos un buen año de trabajo conjunto en el que todos podamos aportar a la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje. Es fundamental el de aporte los sindicatos y es fundamental el involucramiento. Esta tarea que incorpora a 60.000 personas en el escenario no se hace sin los docentes y no se hace sin los sindicatos como expresión de los docentes organizados. Todos hemos tenido muchos episodios para reflexionar sobre cuál es la mejor manera de ponernos de acuerdo.
NB —¿Usted qué ha reflexionado sobre eso?
MJM —Creo que a todos nos ha quedado claro que debemos saldar las diferencias en el diálogo y no haciendo perder clases a los estudiantes.
RA —¿Usted dice que los sindicatos a partir del último conflicto tomaron esa decisión o entendieron el perjuicio que puede tener?
MJM —Creo que el cuerpo docente lo hizo entender, porque en los organismos de dirección hay personas, y bienvenidas sean, que no están dentro de las gremiales de docentes. El voto en blanco y el voto a otras expresiones del trabajo así lo indican.
RA —Está hablando de la integración de Robert Silva.
MJM —Estoy hablando de Robert Silva, que creo que es una persona dedicada a la educación, con un muy buen bagaje de conocimientos, que ya representaba al MEC en el Instituto Nacional de Educación Docente y que ahora se ganó, por su propio peso entre los docentes, un lugar en el Codicen.
NB —¿El Gobierno vio como una buena noticia que Silva haya conseguido ese lugar?
MJM —De lo poco que lo conozco, porque me ha tocado trabajar en este campo desde hace un año, me parece una persona seria y realmente comprometida con la educación. Creo que es una buena cosa su participación en el Codicen, sí.
NB —¿Cuáles son las estrategias que piensan desarrollar para entusiasmar a los docentes con esos cambios que propone el Gobierno para transformar la educación?
MJM —En primer lugar que el docente vea que tiene perspectivas personales. Creo que la mayor parte de los docentes, diría el 99,9 % –en todas las profesionales hay excepciones–, es gente que ama lo que hace, a la que le gusta la docencia y por eso son profesores. Pero también hay que darles perspectivas de mejora en la carrera, mejora en el reconocimiento social; el acceso al nivel universitario es una de las prioridades que nos marcamos para el debate con ellos en el 2016.
RA —En el convenio que finalmente los gremios terminaron firmando, en el que no se cambió la propuesta que hizo el Gobierno –y allí puede leerse como un triunfo del Poder Ejecutivo–, se establece que los docentes firman lo que se llama la paz sindical, que comprende no hacer paros solo en lo que tiene que ver con los reclamos en materia salarial. Quedan por fuera por ejemplo las condiciones de trabajo y un aspecto que entiendo que se había considerado en los cambios que se pretendían instrumentar, la elección de horas docentes en secundaria. Allí sí puede haber conflicto nuevamente.
MJM —La idea es que no existan conflictos por esos temas, no necesariamente que no exista más conflictividad. Que los conflictos se resuelvan mediante el diálogo y no mediante los paros. Todos vimos, de un lado o del otro, lo negativo que es dejar estudiantes sin docentes. Todos, los gremios y el Ejecutivo.
RA —¿Qué evaluación terminaron haciendo ustedes respecto a eso, al perjuicio?
MJM —El perjuicio es para los estudiantes, y todos nos debemos a los estudiantes.
RA —¿Se vio reflejado por ejemplo en el nivel de deserción? Ahí han surgido distintas posturas.
MJM —No en el nivel de deserción, pero el nivel de aprendizaje no es el mismo con más o con menos días de clase. Si un gremio dice que no importan las faltas o no importa que durante un mes no se haya dado clase, se puede decir ¿entonces el profesor para qué está? El profesor está para dar clase.
RA —Había dirigentes gremiales que decían que lo que se hizo fue adaptar el programa como se hace cuando un estudiante falta 15 días por enfermedad, lo que se hace es acompañarlo o adaptar el programa. Ese era uno de los argumentos.
MJM —Pero no es un argumento para el colectivo, es un argumento individual. Para un estudiante que falta se adapta el programa, pero para todos los estudiantes es muy negativo más de un mes sin clases y con la perplejidad de si mañana hay o no hay, con la amenaza de huelga por tiempo indeterminado. Creo que no es la manera no de conducir la educación, sino de hacer la educación, no es la manera de encarar la educación.
NB —¿Cuánto se junta con el presidente Vázquez para hablar no de los conflictos más políticos sino para de estas estrategias para la transformación de la educación, y con quiénes se juntan, si lo hacen?
MJM —El presidente siempre, mientras se esté cumpliendo el programa de gobierno, apoya todo lo que se está haciendo. Y nosotros estamos con el colectivo que el presidente elevó al Parlamento, que integra los consejos desconcentrados, trabajando en forma continua para cumplir el programa de gobierno. O sea que tenemos el respaldo de que estamos haciendo lo que el presidente dijo y lo que está escrito.
Aclaro para los estudiantes que no son de la generación 2016 que no es que sean menos importantes y que solo es importante la generación 2016. La 2016 es aquella en que se va a poner el acento en que no exista abandono del estudio en los primeros tres años de enseñanza media.
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Transcripción: María Lila Ltaif