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La Mesa TIC, martes 9 de mayo

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EC —Estoy mirando los mensajes de los oyentes. Pregunta María del Centro: “¿Nadie vio Terminator? ¿Es posible que la inteligencia artificial nos domine algún día?”.

Otros oyentes utilizan un ejemplo anterior, capaz que es un tema de edades. Fabián habla de 2001: Odisea del espacio, una película del año 1968 en que la computadora de a bordo, aquella HAL, terminaba copando el control y haciéndose del dominio de la expedición, con sus hombres, etcétera.

¿Tenemos esos riesgos por delante?

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EC —Sigamos averiguando qué es lo que se hace acá en materia de inteligencia artificial. Vamos al caso de IDATHA, ¿qué hace IDATHA?

SGP —Me acusabas de tomarte el pelo hoy, pero hacemos inteligencia artificial. Ese es el centro de actividad de IDATHA, y no nos movemos, aplicar inteligencia artificial a los procesos de negocio, con distintas variantes, algunas superinteresantes. En particular trabajamos mucho para el ámbito financiero, tratando de entender, a partir del histórico, cuándo un cliente va a abandonar el banco, para que el banco pueda anticiparse y tomar acciones. Esto es una aplicación clarísima del aprendizaje automático o inteligencia artificial.

También trabajamos mucho con procesamiento de imágenes. En particular con medición de cargas, determinar de forma automática a partir de una imagen de un camión cuál es su nivel de carga y si todavía tiene espacio para cargar más objetos.

EC —Esas son conclusiones que se sacan a partir de una imagen.

SGP —A partir del análisis de una imagen de una cámara de vigilancia. Otra área en la cual trabajamos mucho es la que tiene que ver con el procesamiento de textos generados por usuarios o contenidos generados por usuarios. Acá hago un paréntesis: todo esto que las máquinas aprenden lo hacen a partir de diferentes fuentes de datos. Una fuente de datos pueden ser los sensores de máquinas, que son datos con una estructura bien clara, que no va a cambiar con el tiempo, es siempre la misma. Por otro lado tenemos lo que generan los usuarios cuando escriben en redes sociales, o lo que aparece en un contrato, siempre vamos a encontrar distintas formas de expresión, en cuanto por ejemplo al sentimiento, si lo que está escribiendo es positivo, si es negativo, a quiénes se está mencionando, si el usuario es hombre o mujer en función de cómo escribe, su edad en función de cómo escribe.

EC —Me hace acordar de los estudios sobre caligrafía.

SPG —Pero aplicado a una de las fuentes que hoy más datos están generando, que son las redes sociales. Para resumir, tenemos mucha aplicación en proceso de negocios, para intentar predecir el futuro a partir de lo que pasó, tanto con datos estructurados como con imágenes, y un trabajo muy fuerte de predicción y trabajo sobre redes sociales.

EC —¿Para qué clientes trabajan? ¿De qué origen?

SPG —Trabajamos mucho en Uruguay, en Argentina, Chile, México, y este año estamos desembarcando en EEUU.

EC —¿Eso quiere decir que ustedes tienen filiales en esos países o trabajan desde acá, a distancia?

SPG —Trabajamos a distancia, pero nuestra empresa madre, que es Pyxis Portal, tiene filiales tanto en Colombia como en Chile como en México, y prontito va a haber una en Nueva York. La idea es que podamos ejecutar los trabajos. Podemos trabajar remoto, pero llega un momento en que hay que entender la realidad del cliente; muchas veces los clientes –fundamentalmente los bancos o el ámbito médico– trabajan con datos muy sensibles y no van a sacar los datos de ahí, entonces es necesario ir a trabajar en sus instalaciones para resolver una buena parte del problema.

EC —¿Cuánta gente trabaja en IDATHA?

SPG —Somos 15 personas en este momento.

AP —Quizás eso pueda ser hasta un factor de promoción para atraer más gente a este sector, la posibilidad de moverse por el mundo trabajando en este tipo de cosas. Para un muchacho de 22, 23, 24 años tener la oportunidad de desarrollarse en este sector y empezar a trabajar en EEUU, en Chile, en Brasil, en Asia –GeneXus tiene también un centro de trabajo fuerte en Asia– es impresionante. Creo que a cualquiera de nosotros le habría gustado a los 24, 25 años estar recorriendo el mundo con estos trabajos. Creo que es otro llamador interesante para quienes quieran emprender en este sector.

EC —Como habrán notado los oyentes, esta gente está desesperada por conseguir jóvenes. Me llama la atención que ya apareció un par de veces la exhortación, el llamado de atención sobre las oportunidades que hay acá. ¿Está faltando personal?

AP —De hecho, en GeneXus ya lo hicimos el año pasado, está el tema del Plan Ceibal, Jóvenes a Programar, en el cual los jóvenes eligen tecnología, y se ha anotado mucha gente. E hicimos un evento especial en Kibón que se llamaba Desprogramate, que este año vamos a hacer de vuelta, en el cual convocamos a jóvenes. Sin duda que hay una gran oportunidad.

EC —¿A qué edades quieren engancharlos?

AP —En cuarto, quinto, sexto de liceo, queremos es prenderles la semillita esa de “acá hay una gran oportunidad, empezá a mirar esto”, porque nos sorprendía que no hubiera mucha gente que se anotara en carreras de tecnología. Eso nos genera una preocupación que queremos atacar.

EC —El famoso desempleo negativo que existe en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación se da especialmente en este de la inteligencia artificial.

¿? —Sí, otro mensaje que queremos dejar es que estamos en un sector que está lleno de oportunidades, que está en pleno crecimiento. Hoy en día tenemos 15.000 profesionales en la industria, Google emplea 70.000 personas. La posibilidad de crecimiento es gigante, entonces, padres, madres, tíos, abuelos, inviten a sus familiares, hijos, sobrinos y demás a estudiar ingeniería. No es tan terrible, es muy interesante, y, como comentaba Sebastián, también hay lugar para otros profesionales que se están arrimando. La oportunidad es gigante y se puede hacer desde acá.

EC —Dice un oyente: “¡Qué penaaaa! No doy con el rango, pero habría amado trabajar en ese mundo, y con estas posibilidades de incluso viajar, etcétera”.

¿? —Siempre hay tiempo.

EC —¿Hay tiempo? ¿Un veterano se puede enganchar?

¿? —Sí, eventualmente, cuando decimos “carreras de ingeniería”, hoy hay muchas cosas alrededor de la ingeniería, temas de experiencia de usuario, temas de seguridad, diferentes temas, hasta sociológicos, psicológicos. Porque estamos creando bots que van a tener que tener una personalidad, entonces ¿quién les da esa personalidad? ¿Un ingeniero o gente con otras virtudes?

EC —Dice otro oyente, Gustavo: “¿Solamente jóvenes necesitan? Hay una generación de cincuentones casi sin trabajo que vieron nacer la informática acá. Son programadores y no consiguen puestos, son buenos operadores y entienden la lógica informática”. ¿Caben?

¿? —Sí, bienvenidos. Todos van a ser bienvenidos si es gente que viene de ese sector y está en condiciones de reenfocarse. Es algo que nos pasa a todos en este sector, ninguno de nosotros está trabajando en aquello en que empezó su vida profesional. Hay oportunidades.

EC —Martín, vamos a tu ejemplo. Repasemos la experiencia de Tryolabs.

MA —En 2009 cometimos la locura de decir “queremos arrancar una empresa que trabaje en la intersección de inteligencia artificial y productos de internet”. Hoy día, siete años después, somos dos empresas, Tryolabs y MonkeyLearn, ocupamos 40 profesionales, tenemos 40 colaboradores y hemos levantado más de US$ 1 millón de inversión en Silicon Valley.

EC —Subrayo dos detalles: primero, ustedes están operando en Silicon Valley, pero, segundo, además consiguieron inversores en Silicon Valley, las dos cosas.

MA —Correcto. Es más, en este momento hay cinco personas de Tryolabs representando a la empresa en EEUU, en distintos lugares. Dijimos que queríamos trabajar en la intersección de productos de internet e inteligencia artificial. ¿Qué es un producto de internet? Google, Facebook, Instagram y demás. ¿A quiénes servimos en Tryolabs? Servimos a los emprendedores de Silicon Valley, Nueva York […] el próximo Google, el próximo Facebook, el próximo Instagram. En estos siete años hemos servido en a más de 100 empresas que han levantado más de US$ 1.500 millones y hemos trabajado en distintos sectores, desde health (salud), e-commerce (comercio electrónico), fintech (tecnología aplicada a las finanzas), education (educación) y demás.

Entre los proyectos en que hemos trabajado en e-commerce, está toda la parte de recomendaciones, sugerir productos, hacerlos más amigables, más fáciles de comprar, tratamiento de imágenes. Hemos trabajado también con empresas de drones que están haciendo análisis automático de imágenes, hemos trabajado con empresas de health que hacen monitoreo no intrusivo de gente. En la industria del petróleo, hemos trabajado en optimización de bombas de petróleo. Hemos trabajado en empresas de telecomunicaciones… Hemos trabajado con muy variadas experiencias. Y por ahora seguimos en crecimiento franco, como todas las empresas que están acá.

EC —¿Cómo dividirían la facturación entre mercado interno y externo?

MA —Algo así como todo lo que no es EEUU 0 %, EEUU 100 %. MonkeyLearn es un poquito distinto porque es un servicio global, tenemos 15.000 usuarios porque es una plataforma de software. Pero en Tryolabs el 100 % de la facturación está en este momento en EEUU.

EC —¿Comentarios?

¿? —Lo que me surge como comentario respecto a lo que decía Martín y antes Sebastián es ver que en esta área hay muchas aplicaciones. Uno dice: ¿cómo esta gente puede hablar de tantas cosas distintas? Martín habla de imágenes, de texto, y Sebastián habló de bancos y de salud. Lo que usamos por detrás son en general las mismas herramientas, porque encontrar automáticamente los perfiles de clientes en un banco es muy similar a encontrar los perfiles de clientes en un e-commerce. Eso nos permite abordar distintos negocios con las mismas herramientas. Si no puede sonar un poco raro, ¿por qué esta gente hace tantas cosas? Lo que está por detrás son habilidades, después uno tiene que aprender en cada negocio pero se puede mover.

¿? —Y en cada negocio en general trabajás con un experto del dominio para después hacerlo aprender a la inteligencia artificial.

EC —Vamos al caso de GeneXus, a algún ejemplo concreto. Ya hablamos de la historia, de la relación de GeneXus con la inteligencia artificial.

GM —GeneXus siguió un camino diferente para la creación en particular de aplicaciones móviles, cualquiera de las aplicaciones que podemos crear hoy. En general la tendencia mundial era dar las instrucciones de cómo crear una aplicación. Y GeneXus fue por el lado de la inteligencia artificial, decir qué se quiere de la aplicación. A través conocimiento se infiere nuevo conocimiento. Como decía, una cosa es poder aprender, entonces ponemos todo ese conocimiento en generadores que luego crean las aplicaciones automáticamente.

EC —¿Resultados?

GM —Uno de los mayores mercados que tenemos es Japón, donde se utilizan sistemas hechos automáticamente, sin que un humano escriba una línea de código, en Mitsubishi Heavy Industries, donde tiran cohetes. Voy comúnmente a Japón a visitar esas empresas, y uno dice “pah, ¿qué hacemos acá?”. Y lo que hicimos es algo diferente. Sony, empresas muy grandes en el mundo, desde Japón, EEUU, acá México, Brasil, Argentina, obviamente Uruguay, utilizan sistemas que fueron hechos de una forma diferente, se les dijo qué había que hacer.

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