Foto: Luis ROBAYO / AFP
Javier Milei surgió como figura mediática en el año 2017, como panelista en varios programas televisivos.
Era un economista de filosofía libertaria que se desempeñaba en el sector privado, sin ningún antecedente de militancia política.
Cuatro años más tarde, en las elecciones parlamentarias de noviembre de 2021, cuando se renovó parcialmente el Congreso, Milei logró una banca como diputado, como parte de una tercera fuerza de corte liberal que se distanció tanto del peronismo como del macrismo y que sorprendió al conseguir 17% de los votos.
Apenas dos años después, ayer domingo, Milei triunfó por paliza en un balotaje ante el peronista Sergio Massa y se consagró como próximo presidente de la República Argentina.
"Buenas noches a todos, a todos los que están aquí presentes, a los que están en la calle también festejando y sobre todo buenas noches a todos los argentinos de bien, porque hoy comienza la reconstrucción de Argentina.
Hoy es una noche histórica para la Argentina.
Muchas gracias a todos los que vinieron. Muchas gracias a todo lo que hicieron que esto fuera posible. Gracias al equipo que viene trabajando, hace dos años para transformar la Argentina y para lograr el milagro de tener un presidente liberal libertario, muchas gracias".
¿Cómo calificar la carrera política de Javier Milei? “Meteórica”, puede ser; pero tal vez se queda corta. Su triunfo ameritará varios análisis y aumentará, seguramente, la atención que los uruguayos de por sí ya le prestamos a la realidad política del país vecino.
Más temprano examinamos con nuestro corresponsal en Buenos Aires, Fernando Gutiérrez, cómo transcurrió la jornada electoral, los principales números, los discursos y las expectativas para los próximos días.
Ahora les proponemos otro análisis, enfocado en la peripecia que llevó a Milei a convertise en este fenómeno de masas que atrae la atención de todo el mundo.
Estamos con Santiago Aragón, especialista en comunicación política, director de la Maestría en Gestión de la Comunicación de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, y también docente aquí en la Universidad de Montevideo. Lo entrevistamos aquí En Perspectiva el 26 de octubre, cuando venía a participar de un coloquio académico en nuestro país.
Aquella conversación adelantó algunas pistas de lo que podría ocurrir en esta votación de ayer.
Conversamos En Perspectiva nuevamente con él.
Destaques de la entrevista:
- “La grieta es difícil que se salve, por lo menos en los términos en los que el flamante presidente ha planteado en sus discursos iniciales y en sus primeras medidas de gobierno, creo que cambia la grieta. Me parece que pasa a ser una grieta generacional entre quienes creen que la política debe estar presente en la toma de decisiones y el Estado debe ser un gestor y promotor de políticas públicas, y quienes creen que el Estado es un problema. Sectores juveniles entre los 18 y los 30 años que creen que el tema de partidos es obsoleto, que hay que resetearlo. Me parece que la grieta de alguna manera se vuelve a escribir bajo otros términos que los que conocemos hasta ahora. Ya no es una grieta política sino una grieta en torno a qué pensamos que la política debería ser en nuestra vida”.
- “Milei representaba poca preparación, amateurismo. De alguna manera reforzaba la idea de que él no era un político tradicional, la gente no leyó eso como poca preparación, sino como un lo que era efectivamente, un político no tradicional.
- “Cada gesto que Milei hacía tendía a ratificar su condición de outsider, de plebeyo”.
- “Milei gana casi sin pegar un cartel. Yo habré visto en la última semana en todo en toda la provincia de Buenos Aires 10 carteles de Milei, donde viven 17 millones de bonaerenses”.