“Es increíble lo que ha pasado en los barrios periféricos. En 2005 había 332 asentamientos y ahora, diez años después, hay 437; con diez años de bonanza económica y diez años de bajo desempleo”
Edgardo Novick
Diario El País
La emergencia habitacional de los contextos críticos es un tema delicado no sólo para la política nacional sino también para la política departamental. Tanto es así que se ha colado en la campaña hacia las elecciones departamentales. Si bien la política de vivienda y ordenamiento territorial no es necesariamente una competencia de los gobiernos locales, existen diferentes áreas en las cuales ellos pueden tener iniciativas directas.
La realidad de los asentamientos irregulares es uno de los problemas más urgentes en esta materia. El entendimiento del fenómeno, qué es y cuáles son sus características en la actualidad, es un elemento básico para avanzar en su erradicación.
El ex PIAI, Programa de Integración de Asentamientos Irregulares, actual Programa de Mejoramiento Barrial (http://pmb.mvotma.gub.uy/) perteneciente al Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, se ha encargado de dar cuenta de la realidad de los asentamientos irregulares de todo el país.
En el año 2006, conjuntamente con el Instituto Nacional de Estadística (INE), se realizó relevamiento de asentamientos irregulares a lo largo del país con el objetivo de: “crear un listado único, válido y accesible a todas las organizaciones e instituciones que aborden esta temática” (http://bit.ly/1DQqLaH). Con esta herramienta, es posible acercarse a las características de este fenómeno hace 10 años.
El PIAI elabora una definición propia de lo que es un asentamiento irregular. El Programa entiende que se trata de: “Agrupamiento de más de 10 viviendas, ubicados en terrenos públicos o privados, construidos sin autorización del propietario en condiciones formalmente irregulares, sin respetar la normativa urbanística. A este agrupamiento de viviendas se le suman carencias de todos o algunos servicios de infraestructura urbana básica en la inmensa mayoría de los casos, donde frecuentemente se agregan también carencias o serias dificultades de acceso a servicios sociales” (http://bit.ly/1HLkD9p).
¿Qué dicen los números?
De acuerdo al relevamiento de 2006, en Uruguay existían 676 asentamientos irregulares distribuidos en todo el país. Esto implicaba 53.638 viviendas, casas, donde vivían 195.772 personas, o sea casi el 6% de la población del país (http://bit.ly/1HLkD9p).
En el caso particular de Montevideo, el relevamiento registró 412 asentamientos en 2006, con 39.116 viviendas. Unas 144.707 personas eran residentes de los mismos, significando que el 11% de la población montevideana de aquel año estaba establecida en un asentamiento irregular. En el resto del país se identificaron 264 asentamientos, con 14.522 viviendas y 51.065 personas (http://bit.ly/1HLkD9p).
Gráfico I: Cantidad de asentamientos, población y viviendas. Montevideo e Interior, 2006.
Fuente: http://bit.ly/1HLkD9p
En la actualidad, los datos más actuales sobre el fenómeno fueron recabados a partir del Censo de Población, Hogares y Viviendas del año 2011, implementado también por el INE. Con esta herramienta, la Unidad de Evaluación y Monitoreo del PMB, ex PIAI, elaboró el Informe Técnico que puede consultarse en el siguiente link: http://bit.ly/1GBfjXs. Una importante aclaración que se realiza en el Informe es que, si bien estos no ha sido los únicos estudios llevados adelante en cuanto a la temática dado que existen anteriores, sí son los únicos comparables. Esto se debe primero a que la definición del fenómeno, previamente mencionada, es idéntica en ambos estudios, por lo cual “hablan de lo mismo”. Además, fueron los únicos de alcance nacional considerando todos los departamentos. Previas investigaciones realizadas en los años 1998 y 2000 sólo consideraron Montevideo, Canelones, Artigas, Rivera y Maldonado.
De acuerdo a este nuevo informe, se registraron en 2011, 589 asentamientos irregulares, en los cuales existían 48.708 viviendas con 165.271 personas (http://bit.ly/1GBfjXs). Esto implica un descenso de 73 asentamientos en total, respecto a 2006, 555 viviendas y 14.274 personas. En cuanto a Montevideo, el Informe plantea la existencia de 332 asentamientos irregulares, con 31.921 viviendas y 112.101 personas (http://bit.ly/1GBfjXs). En el Interior del país, se registraron en 2011, 257 asentamientos irregulares con 16.787 viviendas y 53.170 personas (http://bit.ly/1GBfjXs).
Gráfico II: Cantidad de asentamientos, población y viviendas. Montevideo e Interior, 2011.
Fuente: http://bit.ly/1GBfjXs
La evolución
Es necesario analizar ahora cómo ha evolucionado el fenómeno en estos años. En el caso de la totalidad del país, la tendencia es a la baja, descendiendo tanto el número global de asentamientos como el de viviendas y personas en ellos (http://bit.ly/1DEmisu).
La tendencia a la baja se observa también en el total de asentamiento en el Interior del país, sin embargo el número de viviendas y de personas no decayó en el período sino que aumentó. Esto quiere decir que los asentamientos que no lograron erradicarse crecieron en cantidad de casas y habitantes (http://bit.ly/1DEmisu).
Montevideo también experimentó un descenso del número global de asentamientos, de viviendas y personas. Para 2011, había 80 asentamientos menos que 2006, representando 7.195 viviendas y 32.606 personas menos (http://bit.ly/1DEmisu).
Una fuente alternativa
Existen además en nuestro país organizaciones de la sociedad civil que tratan también el problema de la emergencia habitacional. Entre ellas se destaca la organización latinoamericana Techo (http://www.techo.org/uruguay/).
Esta organización establece su propia definición del fenómeno. Para ellos, un asentamiento es: “agrupación de seis o más viviendas en las que habitan ocho o más núcleos familiares, instalados en terrenos de terceros, con o sin autorización, y sin título de dominio, que presentan además carencia de alguno o todos los servicios básicos regularizados” (http://bit.ly/1dma0Pf). La diferencia central entre esta y la definición del PIAI es el número mínimo de viviendas que se necesitan para considerarse asentamiento irregular. Esta diferencia repercute en la medición del fenómeno, y por lo tanto, las cifras tienden a variar aunque no en forma significativa.
De acuerdo al último Informe de Catastro de la organización, realizado en 2008, existían en Uruguay 346 asentamientos en Montevideo y 220 en el Interior, o sea un total de 566 en todo el país (http://bit.ly/1dma0Pf).
Según la consulta con esta organización, en 2010 se realizó una actualización de esta información, registrándose cifras apenas menores: 335 en Montevideo y 227 en el Interior.
Conclusión
Los datos más recientes establecen 332 asentamientos en Montevideo, 80 menos de los que existían en 2006. Esto acompaña la tendencia nacional a la baja del número global de asentamientos, así como de viviendas y personas residentes en ellos.
Los datos de fuentes alternativas también acompañan esta tendencia a la baja, con 335 asentamientos irregulares registrados en la capital durante 2010.
Si comparamos esto con las cifras mencionadas por el candidato de la Concertación, vemos que las mismas no se corresponden. Los 332 asentamientos mencionados son para el año 2011, y no para 2005. Esto entra en contradicción con los 437 que Novick menciona. Por lo tanto, la sentencia es FALSA.