Donald Trump alcanzó ayer lo que podría ser su mayor logro legislativo hasta el momento, la tan prometida reforma tributaria. Tras varios meses de debate, el Senado de Estados Unidos aprobó en la madrugada de ayer –únicamente gracias a los votos republicanos- la mayor reforma impositiva de los últimos treinta años.
Emiliano Cotelo (EC): La aprobación del proyecto definitivo no estuvo exenta de complicaciones, ya que el texto aprobado por el Senado debió volver a la Cámara de Representantes –que el martes ya se había manifestado a favor de esta versión- por algunos ajustes en unos artículos del proyecto.
¿Cuáles son los principales aspectos de la reforma? ¿Qué impacto se espera que tenga en la economía norteamericana? ¿A qué sectores terminarán beneficiando los ajustes? Lo conversamos en los próximos minutos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Pablo, ¿podrías explicarnos a grandes rasgos en qué consiste este proyecto de reforma impositiva aprobado por el Congreso?
Pablo Rosselli (PR): Básicamente la reforma impositiva se centra en rebajar sustancialmente la carga de impuestos a las empresas y, de forma temporaria, también a las personas físicas.
Por un lado, la tasa de impuesto a las empresas bajará drásticamente, desde el nivel actual de 35% hasta un 21%. Tengamos en cuenta que la rebaja del impuesto corporativo es una tendencia que viene dándose desde hace varios años en los países desarrollados. Por poner algunos números, países como Alemania, Japón y Reino Unido, que en 2008 tenían impuestos de entre 25% y 30%, hoy en día aplican tasas de entre 15% y 25%, bastante más bajas que el 35% que aplicaba actualmente Estados Unidos.
Otro punto importante es el incentivo a las empresas norteamericanas para que repatríen sus ganancias acumuladas en el exterior (que se estima ascienden a unos US$ 2,5 billones). Por el retorno de esos fondos, deberán pagar “por única vez” una alícuota de hasta 15,5%.
Y un elemento adicional es el tratamiento impositivo que pasarán a recibir las empresas conocidas como “pass-through”, que según los expertos genera bastante polémica e interrogantes…
RA: – ¿Qué va a suceder con ese tipo de empresas concretamente? ¿Por qué decís que genera incertidumbre?
PR: – Las empresas “pass-through” son empresas en las que las utilidades de sus dueños son reportadas como rentas personales.
Dado que el impuesto a las empresas se reducirá a 21% y que la tasa de impuesto personal más alta también bajará pero hasta 37%, se determinó que para achicar esa brecha las empresas dentro de esta categoría podrán deducir hasta un 20% de sus rentas empresariales. Y justamente por eso hay quienes señalan que existe un riesgo de que las personas que sean dueñas de este tipo de empresas y que a su vez tengan ingresos personales altos hagan algunas maniobras para declarar parte de sus ingresos personales como si fueran ingresos empresariales, beneficiándose entonces por esta deducción.
RA: – Está claro el punto, Pablo. Ahora, la reforma ha sido muy criticada por parte de la oposición Demócrata, desde donde se alega que los cambios terminan beneficiando a la población de mayores ingresos y al sector corporativo. ¿Eso es realmente así? ¿Quiénes son los perjudicados por esta reforma?
PR: – Las encuestas de opinión pública muestran en general una desaprobación bien alta, de entre 50% a 60%.
Hasta ahora hablamos de cambios en impuestos a las empresas pero hay todo un capítulo relativo a las personas físicas… A nivel de las personas físicas hay bastantes cambios y son varias las posibles casuísticas en términos de impactos… porque se rebajan las alícuotas aplicables a los ingresos, pero a la vez se plantean cambios en términos de deducciones e impuestos suplementarios, entre otros. Pero, en términos generales, los cálculos oficiales apuntan a que aproximadamente el 80% de los hogares estadounidenses percibirán una rebaja en sus impuestos.
La discusión justamente está en que las personas de mayores ingresos recibirán una reducción proporcionalmente mayor de impuestos. En cambio, la rebaja impositiva que terminarán percibiendo las familias de ingresos bajos o medios serán muy reducidas.
RA: – ¿Cómo terminaría ocurriendo eso, Pablo?
PR: – Acá hay varios factores a tener en cuenta. Aunque hay reducciones de alícuotas en todos los tramos del impuesto a la renta personal, los efectos son importantes en los ingresos altos. De hecho, se estima que el ingreso después de impuestos de las personas pertenecientes al 1% más rico del país terminará subiendo el año que viene casi un 3,5%… una cifra para nada despreciable… y de hecho es el mayor incremento porcentual de toda la distribución del ingreso…
En segundo lugar, recién comentaba que las rebajas de impuestos planteados para las personas físicas son transitorias… irán expirando gradualmente de aquí a 2025, mientras que la rebaja impositiva para las empresas es de carácter permanente. Es por esto que los demócratas han sido muy enfáticos en que la reforma impositiva tiende a priorizar al sector empresarial y a la población de mayores ingresos, en determinando de las familias de ingreso medio o medio bajo.
También se aprobó una fuerte reducción del impuesto a la herencia. Actualmente, el impuesto federal a la herencia grava a las personas que heredan un patrimonio superior a los 5,5 millones de dólares… Con la reforma, pagarán este impuesto a la herencia quienes hereden más de 11 millones… Esta medida beneficia evidentemente a personas de muy alto patrimonio… Cada año hay unas 5.500 personas que reciben herencias superiores a US$ 5,5 millones… Se estima que menos de 2.000 personas pagarán el impuesto de aquí en adelante… El costo fiscal de este cambio no es muy significativo, pero es evidente que beneficia a un número muy reducido de personas de muy alto patrimonio.
RA: – ¿Y cómo fueron las reacciones a nivel de los mercados?
PR: – La verdad es que ayer no hubo mayores reacciones aunque eso se debe a que ya en las semanas previas los mercados financieros venían evolucionando en forma muy favorable por la expectativa que generaba la aprobación de esta reforma. Las bolsas en Estados Unidos tuvieron aumentos excepcionales en las últimas semanas y alcanzaron nuevos récords.
RA: – ¿Qué repercusiones se espera que tenga esta reforma sobre la economía norteamericana? Te lo pregunto porque hay un debate acerca de cuánto del costo fiscal de la reforma se terminará recuperando vía mayor actividad económica… y mayor recaudación.
PR: – Se estima que la renuncia fiscal por este paquete de medidas será de aproximadamente US$ 1,5 billones (millones de millones) durante los próximos diez años.
Como tú decías, el partido republicano sostiene que como esta reforma tenderá a alentar la actividad económica, ese monto será compensado –al menos parcialmente- por mayores ingresos derivados de un mayor crecimiento… que según ellos indican podrían alcanzar a US$ 1 billón a lo largo de una década.
Sin embargo, Romina, la idea de que menores impuestos se recuperan con mayor crecimiento y más recaudación no tiene mayor sustento en la evidencia empírica y en general no es compartido por muchos economistas. En general los economistas en EEUU señalan que las proyecciones de crecimiento que maneja la administración Trump son extremadamente optimistas… Y la historia no juega a favor de la idea de que los recortes de impuestos se recuperan con más crecimiento económico… Un caso muy claro ocurrió durante la administración Reagan; al comienzo de su primer mandato Reagan estableció un recorte de impuestos muy significativo, pero al cabo su segundo mandato (8 años después), el déficit fiscal se había duplicado.
Junto con esta discusión sobre cuánto más crecimiento económico traerá la reforma, hay otra que tiene que ver con qué tan regresivos serán los efectos de la reforma en la distribución del ingreso.
RA – ¿Cómo es eso, Pablo?
PR: – Recién comentábamos que las rebajas de impuestos terminan favoreciendo muchísimo más a las personas de mayores ingresos y por lo tanto los efectos de la reforma son regresivos… Los republicanos responden que con la reforma se promoverá la inversión, el empleo y que los salarios tenderán a mejorar porque las empresas trasladarán parte de los menores impuestos a los salarios.
Algunos de esos argumentos pueden tener alguna validez, pero en general entre los economistas prevalece la opinión de que la reforma será regresiva.
RA: – ¿Y qué puede ocurrir con el valor del dólar en los mercados internacionales? ¿Cabe esperar grandes cambios a raíz de esta reforma?
PR: – Lo que nos diría la teoría económica es que una rebaja impositiva de esta magnitud debería generar presiones de suba sobre el dólar… De todos modos, también hay que tener en cuenta que la reforma tributaria ya venía siendo anticipada por los mercados… Y cuando uno mira lo que ha ocurrido en Estados Unidos durante los últimos treinta años, a simple vista podría concluir que la idea de que las rebajas de impuestos fortalecen al dólar no están muy en línea con la historia. A modo de ejemplo, en los dos años posteriores a la implementación de la reforma fiscal de Reagan el valor del dólar acumuló una caída cercana a 15%.