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EMILIANO COTELO (EC): Los mercados financieros estuvieron turbulentos en estos últimos días por el cierre de varias instituciones bancarias en Estados Unidos y los potenciales riesgos de contagio sobre el resto del sistema bancario.
El viernes pasado los reguladores norteamericanos dispusieron el cierre del Silicon Valley Bank tras identificar una “inadecuada liquidez e insolvencia” en la entidad financiera. Sobre el fin de semana también se dispuso la intervención del Signature Bank. El regulador nombró a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) como depositaria de los fondos.
¿Qué está detrás del cierre de estos bancos? ¿Existen riesgos sistémicos sobre el resto del sistema financiero? Les proponemos conversar sobre este tema con Mathías Consolandich, de la firma Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Mathías, si te parece empecemos por comentar que ocurrió en el Silicon Valley Bank, ¿por qué se dio la corrida bancaria que vimos la semana pasada?
MATHÍAS CONSOLANDICH (MC): Bueno este era un banco de California, que se especializaba en clientes del sector tecnológico y que financiaba numerosos startups de Estados Unidos. El banco recibía depósitos de empresas, a las cuales le brindaba servicios y también les otorgaba préstamos.
Los cuestionamientos sobre la solvencia del banco surgieron cuando tuvo que reconocer pérdidas importantes (de unos 1.800 millones de dólares según trascendió) por la venta de parte de su cartera de inversiones para hacer frente al retiro de depósitos producto del descalce que tenía en la estructura de su balance.
El banco tenía la mitad de sus activos invertidos en bonos americanos de largo plazo y en fondos de créditos hipotecarios. Cuando las tasas de interés subieron en el último año y medio, el valor de esos bonos cayó y eso empezó a generar dudas sobre la propia solvencia de la institución, lo que propició la corrida bancaria.
A su vez, cómo los depositantes no tenían cobertura de seguros de depósitos, la corrida se hizo muy violenta. En la medida en que el banco recibía mayormente depósitos de empresas y no de pequeños ahorristas, había una enorme concentración de los depósitos y el tamaño del depósito promedio en el banco era sensiblemente mayor al de otros bancos de plaza. Esto hacía que el seguro de depósitos no cumpliera su papel digamos, porque el seguro de depósitos en Estados Unidos está fijado para asegurar hasta 250 mil dólares a cada depositante. En este banco los depósitos eran tan grandes, que menos del 10% del dinero depositado quedaba cubierto por el seguro.
RA: ¿Y qué tan importante era el Silicon Valley Bank para Estados Unidos? ¿Estamos hablando de un banco con un tamaño grande en ese sistema?
MC: Bueno, a pesar de su relativa especialización se trata un banco que tenía activos por unos 200 mil millones de dólares. Eso lo situaba como el decimosexto banco más grande del país si lo medimos por el total de sus activos. A pesar de eso era un banco que en la regulación de Estados Unidos era considerado pequeño, lo que lo hacía pasible de un menor nivel de regulaciones.
Ahora, cuando lo miramos en relación al producto de Estados Unidos no resulta tan relevante, es menos de un punto del PIB. Para tener como referencia el total de los activos de Lehman Brothers, el primer banco que quebró en la crisis financiera del 2008, a precios de hoy eran unos 800 mil millones de dólares, lo que en su momento ascendía a más de 4% del PIB norteamericano.
Por tanto, el problema no parece ser el tamaño del banco en sí, sino que para la economía de California si es de un tamaño muy importante (alrededor de 6% del PIB del estado), para el cluster tecnológico también era muy importante y además está presente el riesgo de que haya otros bancos que pueden estar en situaciones parecidas. De hecho, sobre el fin de semana Emiliano mencionaba que los reguladores intervinieron otro banco más.
RA: Si, las autoridades actuaron rápido el fin de semana e intervinieron para garantizar que los ahorristas tengan acceso a la totalidad de sus depósitos ¿Porque se optó por tomar esta medida?
MC: Si, se respaldaron a todos los depositantes que podrán hacerse de los fondos que tenían en este banco y también se estipuló dar mayores facilidades de crédito a otras entidades financieras que puedan estar atravesando una situación similar a la que comentábamos.
Digamos que las autoridades actuaron con esta rapidez para evitar potenciales riesgos sistémicos sobre el resto del sistema financiero, con esto se buscaba evitar que se produjera una crisis de confianza en el sistema bancario.
RA: ¿Y están presentes esos riesgos sistémicos? ¿Podemos estar ante una situación similar en ese sentido a la que se observó en la crisis financiera del 2008?
MC: Probablemente no, aunque todavía es muy pronto para hacer comentarios muy categóricos. Como decía antes puede que haya otras instituciones con dificultades similares a las que comentábamos.
Pero probablemente no estemos ante un riesgo sistémico, en parte por lo que fue la propia respuesta de las autoridades, pero hay que muy estar atentos. Las caídas en los valores de las acciones de otros bancos regionales que vimos en estos días fueron bien importantes, a pesar del repunte que mostraron ayer, y denotan cierto nerviosismo en los mercados por temores de contagio.
Lo que si estamos viendo con mayor claridad es que los mercados empezaron a pensar que a lo mejor la Reserva Federal no sube tanto las tasas como esperaban hace algunos días. Digamos que la incertidumbre respecto a los potenciales derrames del cierre de estos bancos sobre el resto del sistema financiero, junto con el riesgo de que haya otras entidades expuestas al mismo riesgo de tasas de interés que esas instituciones, podría condicionar las decisiones de política monetaria de la Fed.
RA: Cuándo hay episodios como este, siempre se generan discusiones si corresponde o no rescatar a los bancos e inversionistas con fondos públicos, ¿Cómo ven esa discusión ustedes en Exante?
MC: Si, siempre se generan ese tipo de discusiones de que se rescaten con fondos públicos bancos o inversiones, a veces, pero los riesgos sistémicos de no hacerlo y los costos para la actividad económica pueden ser importantes, en muchos casos terminan siendo un riesgo que los responsables de tomar estas decisiones optan por no correr.
En este caso en particular, si bien es muy reciente, lo que ocurrió parece ser más una crisis de liquidez de la institución motivada por fuertes retiros, que problemas de solvencia por una disminución importante del valor de los activos. Un problema de solvencia es cuando los activos valen menos que los pasivos y por lo tanto si el estado paga todos los pasivos finalmente pierde dinero. Es verdad que como mencionábamos antes el valor de mercado de los activos cayeron, pero probablemente las autoridades no pierdan cantidades significativas de dinero con esta operación.
Otra puntualización es que en este caso el rescate es a los depositantes, pero los accionistas si pierden su dinero y los gerentes y directores fueron desplazados.
Al final, este es un tema de discusión donde los que critican estas intervenciones hacen señalamientos éticos, del tipo de que se socializan las pérdidas con fondos públicos pero que las ganancias son privadas, esa es una crítica política digamos. Y otra crítica más técnica, tiene que ver con que cuando aparecen estos rescates, se diluyen los incentivos que tienen los agentes para evaluar cuidadosamente donde invierten su dinero. Y eso es lo que llamamos el riesgo moral.
Y es cierto que se diluyen esos incentivos, el problema es que de todos modos los costos de no rescatar pueden ser importantes y ocurren de manera inmediata, mientras que la dilución de incentivos tiene efectos en el largo plazo. Por lo que al final es frecuente que se rescaten las instituciones y se actúe luego, modificando las regulaciones que fueron débiles y que permitieron llegar a estas circunstancias.