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EMILIANO COTELO (EC): La semana pasada la COMAP difundió las cifras para 2023 de los proyectos de inversión promovidos para obtener beneficios fiscales. El informe mostró que la cantidad de proyectos recomendados aumentó 65% respecto a 2022, marcando un récord. Sin embargo, el volumen total de inversión fue muy similar al del año previo, cercano a los US$ 1.200 millones.
¿En qué se basa este régimen de promoción de la inversión? ¿Cómo fue la distribución por sector de actividad de los proyectos promovidos? ¿Qué proyectos se destacaron? Lo conversamos con la economista Delfina Matos, de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Delfina, antes de ir a los datos concretos de 2023, ¿podríamos repasar en qué consiste este régimen de apoyo estatal a la inversión? ¿Qué fines persigue esta política?
DELFINA MATOS (DM): Si claro. En términos generales, este régimen sigue los requisitos establecidos en la Ley de Inversiones y es regulado por la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones, la COMAP. Al dar exoneraciones fiscales a la inversión, el Estado persigue ciertos objetivos, tales como incrementar el empleo y/o las exportaciones, incentivar la descentralización geográfica, el uso de tecnologías limpias y la inversión en investigación, desarrollo e innovación. Además, puede haber también objetivos sectoriales, de acuerdo con el giro de actividad de la empresa en cuestión. Por lo tanto, la idea es que si el proyecto de inversión de una empresa representa una influencia positiva en los objetivos estatales que se persiguen, esto se ve recompensado con una exoneración fiscal.
¿A quiénes aplica? A todos los contribuyentes de IRAE y a las Cooperativas, que vayan a invertir en determinados bienes.
El monto exonerado de IRAE (que va del 30% al 100% de la inversión) y los años para poder utilizarlo (entre 4 y 25 años), se determinan a través de una matriz de indicadores que da puntos de acuerdo con los objetivos que recién mencionaba. A mayor número de puntos, mayor la exoneración fiscal. La exoneración del IRAE es el beneficio más relevante de este régimen, pero también puede haber, bajo ciertas condiciones, exoneración del Impuesto al Patrimonio, de tasas o tributos a la importación o devolución del IVA.
RA: Ahora sí, vayamos al dato, ¿cuántos proyectos promovió la COMAP el año pasado?
DM: En 2023 la COMAP envió al Poder Ejecutivo con recomendación de aprobación 1.171 proyectos, que, como adelantaba Emiliano, fue un récord. Para tener referencia, en 2022 se habían promovido unos 700 proyectos, que había sido la cantidad más alta en una década. Pero el año pasado incluso se superaron los 850 proyectos que se promovieron en promedio por año entre 2010 y 2012, que habían sido los años “pico” del régimen.
Claramente es una buena noticia que se estén promoviendo una cantidad alta de proyectos de inversión. De todas formas, también es importante destacar que la inversión total que supusieron esos proyectos no fue récord ni mucho menos.
RA: A ver, ¿cómo compara el monto de inversión con el de años previos?
DM: Esos 1.171 proyectos en conjunto supusieron una inversión de US$ 1.184 millones. Mientras que en 2022, 700 proyectos habían alcanzado un monto muy similar, de US$ 1.194 millones. No deja de ser más del doble que el monto registrado en 2021, pero es un monto que resulta más de 20% más bajo al monto de inversión de 2019 y bastante más inferior al promedio de US$ 2.000 millones por año que se observó entre 2011 y 2016.
RA: ¿Eso significa que se están promoviendo proyectos más pequeños que en aquellos años?
DM: Exactamente. Tanto el año pasado como en 2022 se observó un aumento fuerte en la cantidad de proyectos, que no fue de la misma magnitud en monto, de hecho el año pasado el monto ni siquiera aumentó. Así, el tamaño medio de los proyectos promovidos en 2022 fue de US$ 1,7 millones y en 2023 fue de US$ 1 millón, mucho menor a los que se registraron en 2019 y entre 2013 y 2016, que fueron de entre US$ 3 y 4,5 millones según el año.
Quiero remarcar que esto son cifras promedio. La realidad es que hay una gran diversidad de características entre proyectos que varían, entre otros factores, por su giro de actividad.
RA: Está claro. Comentemos eso más en detalle, ¿cómo fue la distribución de los proyectos por sector de actividad?
DM: En 2023 los proyectos en el sector de servicios mantuvieron el liderazgo: representaron el 45% del monto total de inversión y el 34% de la cantidad de proyectos. En segundo lugar se posicionaron los proyectos en la industria con el 28% del monto de inversión y en tercer lugar los de comercio, con el 18%. Vale notar que en la industria son muchos menos proyectos que en el comercio, pero de mayor envergadura en promedio. El monto promedio en la industria fue de unos US$ 2 millones, mientras que en el comercio la cifra media fue de US$ 600.000.
Por otro lado, los proyectos del sector agropecuario también son más pequeños en monto invertido promedio, mientras que representaron el 18% de la cantidad total de proyectos, absorbieron apenas el 6% del monto total.
Y lo opuesto sucedió con los proyectos promovidos en la actividad turística, que representaron tan solo el 1% de la cantidad total, pero el 4% del monto. Así, este sector fue el de mayor monto invertido promedio, con unos US$ 2,6 millones.
RA: ¿Podríamos mencionar algunos ejemplos de cada sector? ¿Qué proyectos destacaron el año pasado y a qué tipo de inversiones refirieron?
DM: Si. Por ejemplo, el proyecto más grande por gran margen, se dio en los servicios. Correspondió a Telefónica Móviles (Movistar), con una inversión de algo menos de US$ 100 millones para la adquisición de equipamiento y realización de obra civil, comprometiéndose a generar el indicador de generación de empleo.
Por otro lado, en la industria, se destacaron por su envergadura dos proyectos por alrededor de US$ 50 millones cada uno. Uno de Maltería Oriental, para la adquisición de maquinaria, equipamiento, instalaciones y realización de obra civil, comprometiéndose con los indicadores de generación de empleo, descentralización, aumento de exportaciones, tecnologías limpias y nivel tecnológico del producto elaborado. Y el otro correspondió a Agroland, para la ampliación de un proyecto de producción de aceite de oliva extra virgen y vinos de alta gama que se había aprobado en 2011.
En el comercio, se destacó un proyecto de Polakof y Cía. (que es la sociedad de la cadena de supermercados El Dorado) por unos US$ 25 millones, para la adquisición de equipamiento y realización de obra civil, comprometiéndose con la generación de empleo, descentralización y diferenciación de productos y procesos.
En el turismo el proyecto promovido más grande el año pasado fue el de Baluma (la empresa Enjoy de hotel y casino), que totalizó US$ 21 millones para ampliar el proyecto presentado en 2018 para la construcción de un complejo con piscina y servicios gastronómicos en el Conrad de Punta del Este.
Por último, en el sector agropecuario no hubo proyectos de gran porte… el 8% tuvo inversiones entre US$ 1-3 millones y la gran mayoría fue menor al millón.
RA: Ahora, Delfina, y ya para terminar ¿qué señal nos dan estas cifras en términos de inversión en general? ¿Cómo lo interpretan ustedes en Exante?
DM: Bueno. Primero vale la pena hacer dos precisiones. La primera es que acá hablamos de proyectos promovidos en 2023. Desde que una empresa presenta un proyecto a la COMAP hasta que sale la aprobación de los beneficios fiscales, hay un tiempo de procesamiento. Es decir que no necesariamente todos los proyectos aprobados en 2023 son iniciativas de inversión que arrancaron en 2023.
Y la segunda precisión, es que la inversión que pasa por la COMAP es solo una porción de todos los proyectos de inversión que se ejecutan en el país. Para tener una idea, como dije antes, los proyectos aprobados por la COMAP en 2023 totalizaron US$ 1.184 millones, mientras que en EXANTE estimamos que el año pasado la inversión total en activos fijos fue de algo más de US$ 13.000 millones. Con esto quiero remarcar que mirando las cifras de la COMAP estamos observando solo una porción de toda la inversión de la economía.
Pero, yendo a tu pregunta, sí es una señal y apunta a que las empresas mantienen una firme voluntad de invertir, que no necesariamente está creciendo en monto, como sí vimos en 2022, pero que sí mantiene cierta firmeza.