EMILIANO COTELO (EC): En el último mes y medio vimos una caída persistente del dólar en Uruguay que preocupa a exportadores y operadores turísticos por la pérdida de competitividad. El tipo de cambio ayer se ubicaba apenas por encima de los $ 43, niveles que son comparables con los que había a fines de setiembre del año pasado.
Ayer conversábamos en la entrevista central con el presidente del Banco Central, Diego Labat, sobre este y otros asuntos. Hoy les proponemos volver sobre este tema y dedicar nuestro espacio de análisis económico para repasar que hay detrás de la caída del dólar a nivel local. ¿Qué motivó el comportamiento de las últimas semanas? ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Qué implica este escenario en términos de competitividad para el país? Vamos a conversarlo con Mathías Consolandich de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Si te parece empecemos por recordar a los oyentes cómo fue el comportamiento del dólar de estas semanas.
MATHÍAS CONSOLANDICH (MC): En lo que va del año el dólar viene mostrando una tendencia a la baja bastante clara. Como comentaba Emiliano recién, el dólar interbancario en Uruguay cerró ayer en unos $ 43. Eso marca una caída de casi 4% frente a los valores de cierre del año pasado, cuando el dólar cotizaba algo abajo de los $ 45.
RA: En la entrevista de ayer, el presidente del Banco Central, Diego Labat, hacía referencia a que la caída del dólar que estamos viendo en Uruguay también está ocurriendo en otros mercados de la región. ¿Cómo lo están viendo ustedes en Exante?
MC: El dólar ha tendido a debilitarse en varios mercados. Ese comportamiento viene siendo bien importante en nuestra región. En particular, en Brasil el tipo de cambio cayó casi 8% frente a fines de diciembre; el tipo de cambio en Brasil está en R$ 5,16 un nivel que no veíamos desde agosto del 2021. También vimos descensos del dólar de 6% en Perú, de 5% en Chile y caídas más acotadas de entre 1% y 2% en Colombia y México. Por lo tanto, es claro que el comportamiento del tipo de cambio que estamos viendo en Uruguay se enmarca en un contexto de caída del dólar a nivel regional y también en otros mercados fuera de la región, pero en particular de descenso del dólar en economías que son fuertemente exportadoras de materias primas, que se benefician de subas de precios muy importantes
RA – ¿Qué tan importantes han sido las subas de precios?
MC – Desde niveles que ya eran muy buenos, a comienzos de este año los precios de los commodities tuvieron un impulso adicional muy fuerte. Para poner algunos ejemplos, la cotización de la soja en Chicago pasó de los US$ 480 por tonelada en diciembre a ubicarse en el eje de los US$ 590 en estos días. El valor de la leche en polvo que se cierra en los contratos de Fonterra subió más de 10% este año y está en US$ 4.500 por tonelada. El precio de exportación de la carne uruguaya que publica el INAC sigue alrededor de los US$ 4.900 por tonelada peso carcasa o incluso superando los US$ 5.000 en algún embarque. Al final del día, precios de los commodities más altos implican mayor oferta de dólares en nuestras economías y por ende tienden a apreciar las monedas locales. Este es uno de los elementos claves que están detrás del comportamiento de los últimos meses.
RA: Está claro este factor. Ahora, ¿qué rol juega la tasa de interés que fija nuestro Banco Central sobre el comportamiento que estamos viendo del tipo de cambio? ¿Hay también un factor allí o toda la caída del dólar se puede atribuir a lo que está ocurriendo afuera?
MA: Siempre es muy difícil atribuirle a un único factor todos los movimientos en el mercado de cambios porque hay varios elementos jugando. En nuestra opinión, el comportamiento del tipo de cambio en Uruguay recoge en muy buena medida el efecto de precios de commodities más altos que mencionaba recién, pero probablemente el hecho de que el Banco Central venga subiendo la tasa de interés es un elemento que también está incidiendo en el valor del dólar. La teoría económica nos dice que con todas las demás variables constantes, tasas de interés más altas conducen a un menor valor del tipo de cambio. Por lo tanto, a nuestro juicio, que el BCU venga subiendo la tasa es un elemento relevante.
Esta semana la tasa de política monetaria subió a 7,25%. De acuerdo al comunicado es probable que veamos otro aumento de la tasa el mes que viene que la dejaría en 8% anual (la tasa que en el BCU entienden es “neutral”). Nosotros en Exante pensamos que el Banco Central va a seguir subiendo la tasa luego de llegar al 8%, dado el buen desempeño que muestra la actividad económica y la necesidad de bajar la inflación. Tasas más altas en pesos al final son un elemento que motiva un cambio de portafolios entre los agentes en favor de los pesos uruguayos y por ende reduce la demanda de dólares.
RA: Diego Labat ayer comentaba que estimaba una leve suba del dólar del orden de 3% y 4% para fin de año. ¿Ustedes en Exante coinciden con esos pronósticos?
MC: Hasta ahora nosotros veníamos esperando una suba moderada del dólar para este año. Pero teniendo en cuenta la fortaleza que tienen los precios de los commodities que se traduce en un muy buen desempeño exportador del Uruguay, el amplio acceso al financiamiento externo que tiene el país y que el Banco Central, como decía recién, probablemente va a seguir subiendo la tasa de interés, pensamos que el dólar no tiene por qué subir mucho este año. De hecho, estamos trabajando con un supuesto de tipo de cambio de $ 44 para fines de 2022, lo que sería una suba de 3% desde los valores actuales
De todas maneras, existen escenarios donde la Reserva Federal tenga que ir sustancialmente más rápido en el combate a la inflación en Estados Unidos. Subas de tasas de interés en EEUU sensiblemente mayores a las que están contempladas en los mercados podrían conducir a un escenario de fortalecimiento del dólar en el mundo y también en Uruguay.
RA: Con esas expectativas sobre el valor del dólar, ¿qué deberíamos esperar en términos de competitividad?
MC: Hoy en día Uruguay tiene niveles de competitividad que podríamos decir son adecuados con China que es nuestro principal comprador de productos agropecuarios. También tenemos niveles adecuados de competitividad frente a países con los que competimos en los mercados de materias primas, como Australia y Nueva Zelanda. Por lo tanto, con estos precios tendemos a pensar que la rentabilidad agropecuaria va a tener un muy buen desempeño este año.
Al mismo tiempo, Uruguay sigue siendo un país relativamente caro en dólares y estamos muy poco competitivos con la región… Eso resulta inevitable dadas las fuertes devaluaciones que se observaron en nuestros dos vecinos. En Brasil el dólar ha cedido bastante en lo que va del año, pero seguimos con niveles de competitividad muy bajos. Poco pueden hacer las políticas macroeconómicas para corregir esta situación.