Análisis Económico

Un hecho inusual en la dinámica de los acuerdos salariales: Correspondería hacer correctivos de inflación negativos en julio (Exante)

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Foto: Javier Calvelo / adhocFotos

EMILIANO COTELO (EC): La baja fuerte que tuvo la inflación en el último año genera un hecho que es inusual en la dinámica de los acuerdos salariales, pues correspondería realizar correctivos de inflación negativos en el mes de julio, dado que la inflación efectiva en el período julio 2023-junio 2024 fue 2,1% menor a la inflación contemplada en las pautas que rigieron la última ronda para ese mismo período.

Esta situación generó malestar en el frente sindical, que reclaman que esto vuelva a ser materia de negociación.

En medio de esta polémica, les proponemos en el espacio económico de hoy analizar la evolución reciente de los salarios en nuestro país y las perspectivas para adelante. Para eso estamos con el economista Alejandro Vallcorba, de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Alejandro, si te parece comencemos por comentar un poco más sobre este hecho inédito que mencionaba Emiliano recién. ¿Cómo es que llegamos a esta situación de tener que realizar correctivos de inflación negativos en julio y qué es lo que concretamente estaba planteado en los acuerdos vigentes en este sentido?

ALEJANDRO VALLCORBA (AV): Bien Romina, antes de ir con eso quería aclarar que desde el gobierno aun no hay ninguna comunicación oficial al respecto, por lo que todavía no sabemos efectivamente cuál es la opinión del Poder Ejecutivo.

Digo esto porque las pautas que presentó el gobierno como guía para la última ronda de negociación planteaban correctivos anuales por inflación en julio de cada año. Esto ha sido habitual en los convenios de los últimos años. El tema es que la inflación usada por el gobierno al momento de plantear esas pautas (que era la que se proyectaba en la Rendición de Cuentas de 2022) era relativamente alta. Concretamente, para el período julio 23-junio 24 el gobierno proyectaba una inflación de 7,2%. Sin embargo, como hemos comentado en otras ocasiones, la inflación bajó mucho más rápido de lo previsto y en los doce meses a junio la inflación efectiva se ubicó en 5%. De allí que la fórmula de cálculo del correctivo de inflación

(que es la diferencia entre la inflación proyectada y la efectiva) arroja un valor negativo de 2,1%, que debería descontarse del ajuste previsto para el segundo semestre del año a realizarse en este mes de julio.

En ese sentido, un tema que complica el panorama es que el ajuste por inflación proyectada para el segundo semestre es 1,3%, menor que el correctivo negativo de 2,1% que corresponde realizar. Dado que no está previsto que los ajustes de los salarios nominales sean negativos, no se podrá aplicar en su totalidad ese correctivo. De acuerdo con declaración del presidente de la Confederación de Sindicatos Industriales, lo que plantea el Poder Ejecutivo y que exacerbó la polémica, es que el remanente de algo menos de 1% se descuente del ajuste de enero de 2025.

RA: Está claro. Ahora, esta situación está siendo bastante resistida por los sindicatos, que señalan incluso que es un “cambio en las reglas de juego”. ¿Qué decían los convenios en relación con este punto?

AV: Esa es una buena pregunta, porque la situación es diferente según subgrupo de negociación. En algunos convenios, esta posibilidad de correctivos negativos estaba expresamente contemplada (caso de la construcción y servicio doméstico), en algún caso estaba explícitamente aclarado que si el cálculo daba negativo no se iba a aplicar (caso de la industria frigorífica, por ejemplo), pero en la gran mayoría no se estipulaba nada explícitamente respecto a esta posibilidad. De allí el debate que se ha generado.

Si queremos pensar en mantener estos niveles bajos de inflación, en torno a 4%-5%, es importante cortar con la inercia inflacionaria que tuvimos en los últimos años. Como comentamos otras veces, los salarios son un componente grande de la inflación no transable, que en los últimos 20 años ha estado por encima del techo del rango meta. Para romper con esa dinámica es importante una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas, para no dejar sola a la política monetaria en el combate a la inflación, por qué además eso hace que el esfuerzo del lado monetario tenga que ser mayor, con los impactos que eso puede tener por ejemplo en el terreno de la competitividad.

Además, en definitiva, si los acuerdos establecen el objetivo de mantener o aumentar en determinado porcentaje el salario real, lo consistente con esos objetivos es que los correctivos se apliquen de manera simétrica, ya sea para más como para menos. Si solo se aplican para más, en definitiva, cualquier sorpresa desinflacionaria determinaría una suba de salario real mayor que la prevista.

RA: Asumiendo entonces que los correctivos negativos se terminan implementando, ¿cómo quedaría la suba de salarios este año?

AV: Bueno, ese es todo un supuesto, porque como decíamos, todavía no hay una comunicación oficial del gobierno ni de las mesas de negociación en los Consejos de Salarios de cómo se harían estos correctivos; y además desde las agrupaciones sindicales posiblemente la situación va a ser muy resistida y puede haber algún sector donde se negocie otra cosa. Pero si suponemos que no se realiza el ajuste de 1,3% por inflación proyectada, de todas formas, dado que la enorme mayoría de los convenios tenían estipulada una recuperación adicional real pendiente de lo perdido durante la pandemia, igualmente el índice medio de salario va a tener un leve aumento en el segundo semestre, pero obviamente menor a lo que veníamos proyectando.

Si miramos los datos a la fecha, en mayo, en promedio, los salarios del sector privado aumentaron casi 9% respecto a un año atrás, lo que deja una suba en términos reales (es decir, descontando la inflación) de 4,5%.

Ahora, si se concreta este correctivo negativo sobre los ajustes salariales para el segundo semestre, esto supondría que, en el promedio del año, los salarios privados aumentarían 8% en términos nominales, lo que en términos reales implica un incremento de entre 2,5% y 3%.

RA: Con esas cifras, entonces, ¿cuál sería el aumento salarial acumulado en este período de gobierno? O dicho de otro modo, ¿cómo compararán los salarios promedio de este año con los de 2019, que es además la referencia del último año pre-pandemia?

AV: Los últimos datos marcan que al menos a nivel promedio los salarios privados en términos reales ya recuperaron los niveles de 2019. Concretamente, a mayo, el salario real promedio en el sector privado estaba 2,2% por encima de los niveles del mismo mes de 2019. Y si la comparación la hacemos para el promedio de este año, según nuestras estimaciones, el salario real privado se ubicaría en el promedio de este año en torno a 2% por encima del promedio de 2019.

RA: ¿Y cuán generalizada es esa recuperación salarial por sector de actividad?

AV: Es bastante generalizada, aunque por supuesto las subas por sector son de distinta magnitud. En concreto, los salarios del sector de actividades inmobiliarias, de intermediación financiera, de enseñanza privada y de la construcción lideran la recuperación, ubicándose en el promedio enero-mayo de este año entre 3%y 5% por encima del mismo período de 2019 (siempre hablando en términos reales).

Por el contrario, en sectores que se vieron más impactados

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por la pandemia, como son los hoteles y restaurantes y algunos rubros del comercio, los salarios se mantienen alrededor de 1,5% por debajo de los niveles de 2019.

RA – Está claro. Y pensando ya en 2025, ¿cómo se plantea el escenario de salarios?

AV Para 2025 la incertidumbre es mayor, porque será un año de comienzo de una nueva ronda de negociación salarial. Cerca del 90% de los convenios salariales de la décima ronda

de negociación colectiva vence en 2025 (más de 80% en el primer semestre), lo que involucra a más de 150 sectores de

actividad. Por lo tanto, será clave para la dinámica salarial del año que viene las pautas que presente como guía para esa nueva ronda el gobierno que asuma en marzo del año que viene.

RA – ¿Y qué están proyectando ustedes en EXANTE en términos de la dinámica de salarios para el año que viene?

AVEn nuestras proyecciones, nosotros asumimos que vamos a ver una moderación adicional de la dinámica nominal de salarios en 2025.

Concretamente, desde Exante aguardamos que las pautas sean consistentes con un escenario de inflación en el centro del rango meta y que por lo tanto veamos incrementos nominales en el entorno del 6% promedio anual.

En términos reales, contemplando nuestras proyecciones de inflación, esto supone una leve suba adicional, en torno a 0,5% en el promedio del año.

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