Foto: Armando Sartorotti
En Primera Persona
Por Emiliano Cotelo
Jueves 27.06.2024, 08.10 hs
Hoy es el último día en que se permite la actividad proselitista, mañana y pasado serán las dos jornadas de reflexión, el domingo tendrá lugar la votación y en la noche ya conoceremos los resultados.
Es un buen momento para empezar a analizar cómo fue esta campaña y qué saldo deja.
Hay varios ángulos de análisis posibles que iremos recorriendo acá, En Perspectiva, en otros tramos del programa de hoy y en los próximos dás.
Escéptico
Pero ahora, en este espacio, yo quiero detenerme en algo muy concreto. Quiero sacar algunas conclusiones sobre dudas que expuse en un editorial anterior, que realicé en febrero. Quiero, digamos, cerrar el círculo que dejé abierto con aquellos comentarios.
En esa columna, hace cuatro meses, yo planteaba preguntas, inquietudes y preocupaciones que me dejaba el debate político tal cual estaba presentándose hasta ese momento.
Ustedes recordarán: yo decía que las declaraciones de los precandidatos y dirigentes cuando hablaban “en clave electoral” en la televisión u otros medios de comunicación me sonaban “tan básicas y reiterativas” que hasta me daban “un poco de vergüenza”. Y agregaba: “ya que en Uruguay el sistema político ha optado por una campaña tan larga, los candidatos y los partidos deberían tener piedad de la gente y demandarle la atención para discusiones que resultaran enriquecedoras, por ejemplo sobre temas importantes que nuestro país tiene que encarar en los próximos cinco años pero sobre todo mirando al futuro, a mediano y largo plazo”.
En particular señalaba que “en nuestro caso, acá, En Perspectiva”, “nos gustaría conocer” qué tenían para ofrecer los candidatos “en cuanto a algunos desafíos de fondo que será necesario encarar, gobierne quien gobierne”.
Admito que mi enfoque era bastante escéptico, porque luego preguntaba: “¿Los políticos que se lanzaron a la pista, casi todos debutantes en estas lides, estarán a la altura de esas expectativas?”
Cuatro meses después
Bueno, ahora que pasaron estos cuatro meses quiero destacar que varios precandidatos y grupos sí prepararon documentos interesantes sobre la situación del país y, especialmente, sobre cómo encarar el futuro, a corto, mediano y largo plazo.
Es cierto que ese trabajo de reflexión y elaboración programática fue desparejo.
Algunos presentaron libros voluminosos y otros publicaciones más livianas, parecidas a folletos; algunos fueron por el camino de la acumulación de propuestas y otros avanzaron hacia planes de gobierno; algunos pecaron de voluntaristas y otros se esmeraron por aportar sustento técnico a sus planteos; algunos contaron con equipos de asesores grandes y calificados y otros se movieron con grupos chicos de especialistas o funcionarios.
Pero rescato la determinación que existió, en buena parte del especto partidario, por examinar dónde estamos, cuáles son las fortalezas y las debilidades de Uruguay hoy, y qué habría que hacer para atacar las carencias más graves pero, sobre todo, para que el país crezca a tasas más altas que las de los últimos años, con inclusión y sustentabilidad. Varias entrevistas que desarrollamos en estos meses En Perspectiva recogen lo más jugoso de ese material.
Lamentablemente, buena parte del discurso mediático de los precandidatos siguió corriendo por lo más trivial y cansador. En ese plano del debate público hubo demasiadas simplificaciones, caricaturas y cruce de demonizaciones. Además, la competencia se distorsionó con otros fenómenos, como la denuncia falsa que se presentó contra Yamandú Orsi o la serie de filtraciones provenientes de investigaciones que están en curso en fiscalía.
Pero yo subrayo que esta primera parte del ciclo electoral deja una buena base para la discusión de fondo que tenemos pendiente como país. En nuestro sitio web, radiomundo.uy, está disponible un Especial donde recopilamos todos esos aportes. Si lo recorren verán, por ejemplo, que hay una cantidad de iniciativas originales e innovadoras, que sería conveniente estudiar y considerar sin prejuicios ni anteojeras. Notarán también que existe un campo amplio de coincidencias o aproximaciones entre partidos diferentes que permiten avizorar la posibilidad de acuerdos más allá de la grieta que tantas veces se insinúa.
Una vez que los partidos definan sus fórmulas presidenciales y sellen los acuerdos internos entre ganadores y perdedores, deberían mirar hacia adentro de sus respectivas colectividades, atender con respeto ese material que produjeron unos y otros, y preparar con seriedad las plataformas con las que se presentarán a la ciudadanía en los comicios de octubre y noviembre.
Ojalá no se desperdicie todo ese conocimiento acumulado. Ojalá se profundice aún más en las cuestiones críticas. Ojalá los programas de gobierno tengan los pies bien puestos en la tierra y cuenten con solvencia técnica, en particular en cuanto a su costo, su financiamiento y la estimación realista de sus impactos posibles. Y ojalá, sobre todo, que los líderes levanten la mira: que salgan de la chatura, que consideren a fondo el contexto internacional, que conozcan y valoren los avances portentosos que vienen desde la ciencia y la tecnología y sean capaces de plantarse con audacia en el futuro (con mayúscula).
Ojalá, también, los periodistas y los medios de comunicación reclamemos esos contenidos, los prioricemos y, sobre todo, aprendamos a procesarlos en notas, entrevistas y debates que resulten atractivos para la población, de modo que efectivamente, estos temas sean tenidos en cuenta por la gente a la hora de seleccionar a los próximos gobernantes.
¿Ustedes qué dicen? ¿Será posible?
// Por Emiliano Cotelo