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Foto: AFP
El Foro Económico Mundial que tuvo lugar la semana pasada en Davos, Suiza, estuvo marcado por las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer una suba de aranceles que desencadenaría una guerra comercial.
En un discurso que realizó mediante videollamada Trump invitó a los empresarios reunidos en el foro a "producir en Estados Unidos" porque, si no, "tendrán que pagar aranceles" para vender sus productos en ese país.
"Mi mensaje para todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos a Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo". "Pero si no los producen en Estados Unidos, y están en su derecho, entonces, simplemente, tendrán que pagar aranceles", advirtió, tres días después de ser investido para un segundo mandato al frente de Estados Unidos.
Del lado de la Unión Europea varios líderes hicieron una defensa del libre comercio y el multilateralismo. Por ejemplo, el jefe de Gobierno Español, Pedro Sánchez, le respondió a Trump en una entrevista con la cadena estadunidense CNBC.
"Una guerra comercial es una especie de juego de suma cero y creo que debemos centrarnos en cómo fortalecer nuestra relación transatlántica, que hoy en día es más importante que nunca", ha defendido el presidente español".
Pese a los temores por una guerra comercial, entre los empresarios reunidos en el foro también había muestras de optimismo, según recogieron varios reportes de prensa. En especial, por la desregulación y los recortes impositivos prometidos por Trump.
La Mesa de Análisis Internacional con Gustavo Calvo y Leo Harari.
Continúa en: Deportación de inmigrantes ilegales en EEUU: ¿Qué deja el enfrentamiento entre Trump y Petro?