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LA VIOLENCIA QUE TRAE EL CAMBIO CLIMATICO.
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Es probable que el cambio climático y las respuestas al mismo ofrezcan más oportunidades para que los actores no estatales violentos (ANEV) ejerzan el poder. En pocas palabras, esto se debe a que las consecuencias del cambio climático pueden perjudicar la gobernanza, reducir la capacidad y la legitimidad del Estado, intensificar la competencia por los recursos y el territorio habitable y favorecer la aparición de políticas consideradas injustas. Los actores no estatales podrían responder a estos acontecimientos recurriendo a la violencia, ya sea para influir en el comportamiento de Estado o para sustituirlo en determinados ámbitos.
NOAH J. GORDON – Política Exterior – 21 de diciembre de 2022
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LAS LECCIONES QUE DEJO ESTE 2022.
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El 2022 fue un año definido por la post pandemia , o por una pandemia persistente que se niega a desaparecer segun los casos. El avance del cambio climático, una inflación generalizada y sin control, un estancamiento económico y como frutilla de la torta una guerra en Europa y la preocupación de que pronto estallara un conflicto violento en Asia. Algo de esto se podía prever, pero mucho no, y ello pone de manifiesto el peligro de ignorar lecciones del pasado.
Richard Hass, diplomático de Estados Unidos, director de Planificación de Políticas para el Departamento de Estado, Presidente del Consejo de Relaciones Exteriores desde julio de 2003 nos indica diez lecciones que a su juicio debemos tener en cuenta.
1 – La guerra entre países, considerada obsoleta por no pocos académicos, está a la orden del día.
Lo que estamos viendo en Europa es una guerra imperial a la antigua usanza, en la que el presidente ruso Vladimir Putin intenta extinguir a Ucrania como entidad soberana e independiente. Su objetivo es asegurarse de que un país democrático y de mercado que busca estrechar lazos con Occidente no pueda prosperar en las fronteras de Rusia y dar un ejemplo que pueda resultar atractivo para los rusos.
2 – La idea de que la interdependencia económica constituye un baluarte contra la guerra, ya no es sostenible.
Creer porque ninguna de las partes tendría interés en interrumpir los lazos comerciales y de inversión mutuamente beneficiosos, es una ilusión. Las consideraciones políticas son lo primero. De hecho, la fuerte dependencia de la Unión Europea de los suministros energéticos rusos probablemente influyó en la decisión de Putin de invadir, al llevarle a la conclusión de que Europa no le haría frente.
3 – La integración, que ha potenciado décadas de política occidental hacia China, también ha fracasado.
Esta estrategia también se basaba en la creencia de que los lazos económicos –junto con los intercambios culturales, académicos y de otro tipo– impulsarían la evolución política, y no a la inversa, lo que conduciría a la aparición de una China más abierta y orientada al mercado, pero también más moderada en su política exterior. Nada de esto ocurrió.
4 – Las sanciones económicas rara vez producen cambios significativos en el comportamiento.
Ni siquiera una agresión tan flagrante y brutal como la de Rusia contra Ucrania ha logrado persuadir a la mayoría de los gobiernos del mundo para que aíslen a Rusia diplomática o económicamente, y aunque las sanciones lideradas por Occidente pueden estar erosionando la base económica de Rusia, no han estado cerca de persuadir a Putin para que dé marcha atrás en su política.
5 – Hay que retirar la expresión “comunidad internacional”. No existe.
El poder de veto de Rusia en el Consejo de Seguridad ha vuelto impotente a Naciones Unidas, mientras que la reciente reunión de líderes mundiales en Egipto para hacer frente al cambio climático fue un fracaso abyecto.
6 – Es evidente que las democracias afrontan sus propios retos, pero los problemas de sistemas autoritarios son peores.
La ideología y la supervivencia del régimen suelen impulsar la toma de decisiones en estos sistemas, y los líderes autoritarios a menudo se resisten a abandonar las políticas fallidas o a admitir errores, no sea que esto se vea como un signo de debilidad y alimente las peticiones de cambio. Estos regímenes deben contar constantemente con la amenaza de las protestas masivas, como en Rusia, o de las protestas de facto, como hemos visto recientemente en China e Irán.
7 – El potencial de internet para que los individuos desafíen a los gobiernos es mucho mayor en las democracias
Regímenes autoritarios como los de China, Rusia y Corea del Norte pueden cerrar el acceso, vigilar y censurar contenidos, o ambas cosas.
Ha llegado algo más parecido a una balcanización de internet (splinternet) –internet múltiple y separado–. Mientras tanto, las redes sociales en las democracias son susceptibles de difundir mentiras y desinformación que aumentan la polarización y hacen que gobernar sea mucho más difícil.
8 – Sigue existiendo Occidente (un término basado más en valores compartidos que en la geografía), y las alianzas siguen siendo un instrumento fundamental para promover el orden.
Estados Unidos y sus socios transatlánticos de la OTAN han respondido eficazmente a la agresión rusa contra Ucrania. EEUU también ha forjado lazos más estrechos en el Indo-Pacífico para hacer frente a la creciente amenaza que supone China, principalmente a través de un Quad vigorizado (Australia, India, Japón y EEUU), AUKUS (Australia, Reino Unido y EEUU) y una mayor cooperación trilateral con Japón y Corea del Sur.
9 – El liderazgo estadounidense sigue siendo esencial.
EEUU no puede actuar unilateralmente en el mundo si quiere ser influyente, pero el mundo no se unirá para hacer frente a los retos compartidos en materia de seguridad o de otro tipo si EEUU se muestra pasivo o se mantiene al margen. A menudo se requiere la voluntad estadounidense de liderar desde el frente y no desde atrás.
10 – Debemos ser razonables sobre lo que podemos saber.
Es una lección de humildad constatar que pocas de las lecciones precedentes eran previsibles hace un año. Lo que hemos aprendido no es solo que la historia ha vuelto, sino también que, para bien o para mal, conserva su capacidad de sorprendernos.
[Extraído de un artículo de Richard Haas]
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La Hora Global: 60 minutos para comprender el nuevo desorden mundial
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La Hora Global:
Este nuevo programa de Radiomundo busca analizar los hechos internacionales, no solo las noticias. Es un momento de profundos cambios de índole social, político y económico en todo el planeta, que incluyen desde la presidencia de Donald Trump en EEUU, el Brexit y la crisis de los refugiados en Europa y el viraje ideológico en América Latina, hasta una China protagonista como potencia mundial. Nada surge de la nada: la objetividad y un enfoque descriptivo serán en este programa buenas herramientas para llegar a conclusiones, entendiendo causas y consecuencias.
Conduce: Gustavo Calvo. Con Leo Harari
Emisión: Martes y jueves de 15 a 16 hs.
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Foto en Home: cambio climatico