Dolores Moreira, deportista uruguaya de 16 años que obtuvo la medalla de plata en vela en los Panamericanos de Toronto y clasificó a los próximos Juegos Olímpicos, contó a En Perspectiva que ya armó el cronograma de trabajo hasta la competencia de 2016, pero que para llegar en buenas condiciones está en búsqueda de más apoyo. “Hay pero no es suficiente”, explicó.
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“La clasificación a Rio me cambió todo, no tenía previsto la clasificación”, contó “Lola”, como le dicen sus amigos, pocos días después de su llegada de Canadá. La joven deportista ya armó con su entrenador un calendario de las competencias a las que debería asistir para “tener buen nivel” en los juegos, que incluyen el mundial de mayores en Omán y el juvenil en Canadá.
Pero para llegar en buenas condiciones también necesita “buscar apoyo”. En la actualidad cuenta con colaboraciones de su familia, el Yatch Club de Paysandú y el uruguayo, el Comité Olímpico, el Ministerio de Turismo y Deporte y la Federación. Sin embargo, “no es suficiente”. La deportista contó que de esta tarea se encarga “a medias” con sus padres. “Yo no sé mucho del tema (…) pero intento meterme en todo lo que puedo y aprender”.
“Lola” practica vela desde los nueve años. A los 13 se hizo socia del Yatch Club y desde entonces viaja a Montevideo todos los fines de semana a entrenar. También practica en Punta del Este y durante la semana sale a navegar sola en Paysandú, donde además todos los días dedica más de dos horas a hacer ejercicio. “Para ser un buen navegante tenés que intentar navegar bien en todas las condiciones”, explicó. En su caso, Paysandú ya lo tiene dominado porque navegó allí toda la vida, pero en Punta del Este aún enfrenta “problemas”.
Además de dedicarse a la vela, la joven cursa quinto humanístico y aunque el deporte es su prioridad en el este momento, sabe que tiene que terminar el colegio “sea en el tiempo que sea”. A largo plazo, cree que dedicarse solo a ser deportista no es viable pero le encantaría ser entrenadora.
“Es un deporte físico y a la vez tenés que saber de estrategia, cómo posicionarte con respecto a los rivales”, explicó, negando que fuera un deporte peligroso como piensa mucha gente.
En los Panamericanos, hubo un momento en que pensó que “todo estaba perdido” porque había sido descalificada de una de las 12 carreras que componen la competencia en primer instancia. Sin embargo, se recuperó y logró quedar entre los ocho primeros puestos, lo que la clasificó para la medal race, una última carrera en la que se define el medallero. Al terminar pensó que había obtenido la medalla de bronce, no la de plata. De la emoción “quería tirar a mi entrenador al agua”, contó.
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