Por Ricardo Soca ///
Sistema político en el cual el pueblo ejerce el gobierno directamente o a través de la elección de representantes. Democracia proviene del latín tardío democratia y esta, del griego demokratía ‘gobierno del pueblo’, formada por demos ‘pueblo’ y kratein ‘gobernar’, de kratos ‘fuerza’.
En el siglo V a. de C., durante el gobierno del estratega Pericles, surgió en Atenas un régimen político basado en decisiones populares. Los ciudadanos se reunían en la ekklesia, ‘asamblea popular’, para deliberar y decidir sobre las grandes cuestiones del gobierno. Sin embargo, la mayoría de los habitantes de Atenas eran esclavos o metekos, ‘extranjeros’, y los ciudadanos que participaban efectivamente en la vida política ateniense no pasaban del 10 % de la población.
La democracia resurgió en Europa durante la Edad Media en lugares aislados, como en los cantones suizos y en algunas repúblicas alemanas o italianas, y el prestigio del término se fue fortaleciendo con el ascenso gradual de la burguesía.
El primer registro de uso de democracia en español data del siglo XVI, con Fray Bartolomé de las Casas, y fue registrada en el Diccionario de autoridades (1726-1738) de la Academia Española. No obstante, la voz democracia se hizo más conocida en la Revolución Francesa (1789), con la caída de la monarquía en Francia y la posterior democratización de los regímenes monárquicos en la mayor parte de Europa. Desde entonces, tanto los gobiernos basados en el capitalismo como los países comunistas de Europa y de Asia, además de Cuba, se atribuyeron la calificación de democráticos.
Sin embargo, la democracia ejercida directamente por los ciudadanos –tal como en Atenas– parece no ser viable en nuestro tiempo debido a la complejidad del Estado, que adopta formas representativas mediante las cuales el pueblo ejerce su soberanía por medio de representantes elegidos para tal fin. A partir de democracia, se formaron palabras derivadas, tales como demócrata, democratizar y democratización.
Entre los peligros del régimen democrático, se ha señalado el de la aparición de demagogos, vocablo formado por las voces griegas demos ‘pueblo’ y agein ‘conducir’. Los demagogos son líderes que seducen al pueblo con sus promesas y lo conducen por caminos equivocados. A pesar de este significado, demagogo fue inicialmente un título honorífico que se concedía a líderes populares y personalidades ilustres en la ciudad griega –como el reformador Solón– en reconocimiento por la forma como conducían al pueblo.
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Lengua curiosa, el blog de Ricardo Soca en EnPerspectiva.net, actualiza los martes con los secretos que albergan las palabras en su significado. El primer martes de cada mes incluye también una de sus Grageas de lenguaje.