Por Ricardo Soca ///
El escritor cristiano Quinto Septimio Florencio Tertuliano nació en Cartago en el año 155, hijo de padres paganos que le costearon una sólida formación en derecho, la cual le valdría una notable fama como jurista en Roma. A los cuarenta años se convirtió al cristianismo y volvió a su ciudad natal donde se dedicó a difundir la nueva fe y se transformó en un importante autor eclesiástico.
En el siglo XVII se puso de moda aludir a Tertuliano en los cenáculos culturales de Madrid y, por asociación, se dio el nombre de tertulia a la parte del teatro donde se sentaban estos espectadores –hasta entonces llamada desván– y también a las reuniones de eruditos.
A fines del siglo XVII, el padre Diego Calleja escribía:
[…] los que por alusivo gracejo llamamos tertulios, que sin aver cursado por destino las Facultades, con su mucho ingenio y alguna aplicación suelen hazer, no en vano, muy buen juizio de todo.
El etimólogo Joan Corominas sugiere que a esa moda puede haber contribuido un juego de palabras que se hacía con el nombre Tertullius, que podía ser leído como ter Tullius (el que vale tres veces más que Tulio, o sea, Cicerón). Este juego de palabras se originó en la corrupción de un pasaje de san Agustín en el cual philosophaster Tullios se convirtió, por error o por broma, en philosophus ter Tullius.
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Lengua curiosa, el blog de Ricardo Soca en EnPerspectiva.net, actualiza los martes con los secretos que albergan las palabras en su significado. El primer martes de cada mes incluye también una de sus Grageas de lenguaje.