Por Ricardo Soca ///
La enorme ave corredora que llamamos avestruz ya era conocida por los griegos, que la nombraban struthiokámelos, ‘pájaro-camello’, literalmente. Al pasar al latín, la palabra perdió la referencia al camello y adoptó la forma struthio, -onis, que fue recogida siglos más tarde por la antigua lengua provenzal de Oc como estrutz.
El estrutz de los provenzales cruzó los Pirineos y se estableció en España como estruz y, en poco tiempo, se convirtió en ave estruz, como registraba en 1601 el diccionario de Francisco del Rosal.
Sin embargo, la forma estruz, marcada como voz antigua y con remisión a avestruz, siguió apareciendo en el Diccionario de la Academia hasta 1884.
En América, el equivalente local del avestruz recibió el nombre indígena ñandú, como se llamaba el “pájaro-camello” en la lengua de los indios guaraníes.
***
Lengua curiosa, el blog de Ricardo Soca en EnPerspectiva.net, actualiza los martes con los secretos que albergan las palabras en su significado. El primer martes de cada mes incluye también una de sus Grageas de lenguaje.