Por Ricardo Soca ///
El nombre de esta enfermedad psíquica proviene de la ignorancia que prevaleció hasta fines del siglo XIX, cuando estaba considerada como una dolencia propia de las mujeres, puesto que se creía que era causada por problemas en el útero, palabra proveniente del griego hystera y esta, a su vez, del sánscrito udáran ‘abdomen’.
Fueron los trabajos del profesor Jean-Martin Charcot y, sobre todo, de su discípulo en el hospital parisino de la Salpetrière, Sigmund Freud (1856-1939), los que permitieron develar el misterio de la histeria, mostrándola como una enfermedad causada por conflictos en la vida psíquica inconsciente, tanto en hombres como en mujeres.
A partir de su Estudios sobre la histeria, que publicó junto con Josef Breuer en 1895, Freud desarrolló una compleja teoría sobre el funcionamiento de la mente y de la afectividad del ser humano, basada en sus investigaciones sobre una vida psíquica inconsciente, hasta entonces poco conocida, y en la influencia de esta actividad inconsciente sobre el comportamiento, los afectos y la vida sexual.
La voz histeria llegó al español a través del francés hystérie, con origen en el mencionado hystera más el sufijo -ia, usado en español en los nombres de algunas enfermedades.
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