Por Carol Milkewitz ///
Después de pasar un mes preparando Semiótica del Aceite de Oliva Extra Virgen, también conocida como Materia Inútil II, por fin tengo unos días libres para aprovechar y ver a mis amigas todo lo que no las vi en este tiempo, pero el problema es que ahora son ellas las que están preparando exámenes.
Por algún extraño motivo estudio Comunicación, pero casi todas mis amigas estudian ingeniería. Eso lleva a que siempre esté a destiempo. Mis instancias estudiantiles ocurren cuando ellas están de vacaciones y viceversa. Además me enfrento todo el tiempo a preguntas como: “¿De qué se trata tu carrera?”, “¿Cuánto tiempo dura?” y “¿Cuánto te falta para recibirte?”, temas que para mí son una verdadera incógnita.
Las que no están en ingeniería estudian medicina, y cuando nos juntamos es incómodo porque siempre se ponen a hablar de enfermedades raras. En vez de decir los nombres completos, les dicen por siglas. Nunca terminamos de entender qué significan VIH, H1N1, IRPF.
De todo el grupo, solo una estudia algo humanístico: psicología. El tema es que aún no ha avanzado mucho en la carrera y hay ciertas habilidades que no ha llegado a desarrollar, como por ejemplo la empatía. Cuando me quejo de que no me gusta cómo me quedan los lentes me dice: “no te preocupes, hay problemas mucho peores en este mundo, como tu personalidad”. Cuando le digo que le tengo miedo a las alturas, me contesta: “no te preocupes, igual nunca vas a llegar muy alto”.
Es lindo tener amigas con distintas profesiones. Sabés que si tenés alguna duda matemática se la preguntás a las ingenieras. Tenés algún problema emocional y lo hablás con todas (menos la psicóloga). Te duele el codo y le mandás 84 fotos a alguna de las de medicina así te diagnostica por WhatsApp.
−Caro, vos tenés NDA.
−¿Qué es eso?, ¿estoy bien? ¿Por qué siempre hablan en siglas?
−Ay, perdón, escribí mal. Que no tenés NADA.
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¿Por qué a mí? es el blog de Carol Milkewitz, una veinteañera en la eterna búsqueda del equilibrio entre el estudio, el trabajo y la vida social. Por el momento, sale más bien poco. El último lugar al que fue con música, comida y alcohol: el supermercado. Actualiza los viernes.
