Por Carol Milkewitz ///
Hoy en Por qué a mí vamos a darte algunos tips sobre cómo vestirte para ir a trabajar en lo que queda del verano:
- Siempre ten presente que cuanto más abrigado vayas, mejor impresión darás. Ir a trabajar de traje de baño en febrero te haría tener la mente fresca y hacer las tareas a la perfección, pero cualquier empresa con criterio preferirá a quien se presente de pantalón y camisa.
- Si hay 30 grados, no olvides ponerte un pantalón negro que absorba todos los rayos del sol. Si hay 35 y vas de blazer, eres sin dudas un verdadero profesional. Si hay 40, no oses considerar un short. Puede que te baje la presión y te desmayes, pero todo es preferible antes que descubran que tienes piernas.
- No importa si trabajas en el lugar más o menos top de Montevideo. La moda de oficina veraniega varía muy poco. Lo fundamental es asarte como un pollo al spiedo sin chistar.
- Mujeres: Hay que llevar rímel corrido por el sudor; cola ocho horas pegada a la silla, pero cara constante de estar corriendo la maratón; las valientes, pollera o vestido sobrio y lo más largo posible (tener calor no es apropiado para las damas).
- Hombres: Se recomienda zapatos con medias como si estuviéramos en julio; cara de sarampión; los valientes, bermudas de colores opacos y que no llamen la atención (tener calor no es apropiado para los caballeros).
- Recuerda no exagerar. Una persona que lleve bufanda o prendas de lana en verano podría llegar a ser calificada como neurótica. Ahora, una persona que en el más veraniego de los días lleve musculosa, gorro y chancletas, sin duda lo será.
***
¿Por qué a mí? es el blog de Carol Milkewitz, una veinteañera en la eterna búsqueda del equilibrio entre el estudio, el trabajo y la vida social. Por el momento, sale más bien poco. El último lugar al que fue con música, comida y alcohol: el supermercado. Actualiza los viernes.