Por Rafael Porzecanski ///
Hace ya tiempo que sigo de cerca los pasos públicos del diputado Fernando Amado. Por esta razón, no me sorprendió que días atrás Amado lanzara un nuevo sector político –“Batllistas Orejanos”–, con la intención de convertirlo en una suerte de ala centroizquierdista del Partido Colorado y explícitamente desmarcado de las figuras y los liderazgos colorados más importantes de las últimas décadas (el término “orejano” justamente alude en el lunfardo gauchesco a aquello que no tiene dueño).
Hay algo indiscutible en el perfil de esta joven figura de la arena política doméstica: es propenso a nadar a contracorriente y a tomar riesgos políticos considerables. Los ejemplos abundan y arrancan con su propia biografía: Amado es hijo de un ex comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas identificado con la línea castrense conservadora y en su momento progolpista, el Gral. Fernán Amado. Así como fue capaz de tomar un sendero ideológico muy diferente al de su padre, Amado también demostraría rápidamente voluntad de desafiar a sus colegas políticos, incluyendo a sus propios compañeros.
En 2010, por ejemplo, Amado declaró en una sesión de la Asamblea General que los parlamentarios fueron parcialmente responsables del golpe de Estado por aceptar mansamente los famosos comunicados 4 y 7 del Ejército en febrero de 1973. En 2011, en tanto, Amado publicó un polémico libro sobre Oscar Magurno (antiguo dirigente colorado y ex presidente de la Asociación Española entre otras actividades) en el que criticaba duramente su estilo de hacer política y negocios (basado, según Amado, en el padrinazgo y las gauchadas). No cualquiera, ciertamente, se hubiese atrevido a cuestionar la conducta pública de una personalidad con fuertes nexos en los más diversos sectores de poder de la sociedad uruguaya.
Las patadas de Amado contra el tablero continuarían. Una de las más importantes ocurriría en 2015 cuando, resistiendo la voz mayoritaria de blancos y colorados, Amado se opondría férreamente al proyecto de la Concertación para disputarle la intendencia de Montevideo al Frente Amplio en las pasadas elecciones municipales. La lista de ejemplos “disidentes” podría seguir hasta llegar al pasado sábado 17 de setiembre en donde Amado decidió rendir homenaje a la figura de José Batlle y Ordóñez en la Plaza 1º de Mayo de la capital mientras el grueso de la dirigencia del Partido Colorado celebraba en Durazno los 180 años de vida de la colectividad y homenajeaba a los ex presidentes Sanguinetti y Batlle.
Hasta ahora, el lugar de “orejano” en el cual ha procurado situarse Amado le ha traído algunos réditos innegables. Dentro de los actuales diputados, Amado goza de una gran visibilidad mediática y ha logrado posicionarse con un perfil propio al que se agrega el “aire fresco” aportado por su juventud en un sistema político gerontocrático.
Además, haberse situado explícitamente en el tramo centroizquierdista de la escala ideológica constituye una movida política razonable pensando en las próximas elecciones presidenciales. Una reciente encuesta de Opción Consultores, por ejemplo, marca un gran sector de indecisos de cara a las próximas elecciones presidenciales; sumados, indecisos y votantes en blanco llegan en esa encuesta a 33 %). Más de la mitad de esos indecisos, a su vez, votaron por el Frente Amplio en 2014. Es probable que ese perfil de indecisos se encuentre doblemente insatisfecho, de un lado con los resultados de once años de gestión frentista en el poder y del otro con la oferta electoral prevalentemente conservadora de las restantes fuerzas políticas. La estrategia de Amado podría bien implementada transformarse pues en una opción electoral atractiva para ese sector de votantes.
Son varias, sin embargo, las interrogantes que se abren en el comienzo de esta nueva aventura política. En primer lugar, Amado ha sido hasta ahora muy hábil para exprimir los frutos de su rebeldía. El éxito político-electoral, sin embargo, requiere también de un paciente tejido de alianzas y de acuerdos personales e intersectoriales, más todavía en un país como Uruguay con partidos e instituciones políticas robustas y añejas. Allí, se le abren al diputado Amado varias posibilidades no solo dentro sino también fuera de su partido si tomamos en cuenta que la centro-izquierda uruguaya está presente en los cuatro partidos políticos principales.
El tiempo dirá si Amado, en su nueva condición de líder sectorial y probable candidato presidencial en las elecciones internas del Partido Colorado, será capaz de combinar rebeldía con negociación y compromiso. En segundo lugar, incluso asumiendo una estrategia política adecuada, resulta difícil en este contexto imaginar al diputado Amado venciendo a sus rivales en las internas coloradas. Si ese rival fuese Bordaberry, por ejemplo, a Batllistas Orejanos se le plantearía una situación de difícil resolución: deberá pelear por obtener escaños en el parlamento en la primera vuelta promocionando al mismo tiempo la candidatura de una figura contra la cual se ha situado en la vereda de enfrente desde el mismo inicio. El problema de fondo, es que Amado quizás haya volado algunos puentes sin antes haberlos cruzado.
En tercer lugar, es preciso tomar en cuenta que la oferta “centroizquierdista” de Amado tiene competidores importantes, incluso fuera del Frente Amplio. Por ejemplo, el senador Pablo Mieres (Partido Independiente) viene machacando hace ya bastante tiempo con la idea de un espacio socialdemócrata interpartidario. A esta iniciativa le han hecho guiños figuras políticas como los senadores Jorge Larrañaga o Tabaré Viera (blanco y colorado respectivamente). Aunque aún no está nada claro quiénes integrarían ese eventual espacio ni qué tipo de alianza electoral implicaría, Amado y su sector deberán estar alertas de la evolución de esta propuesta y considerar los pasos a seguir en torno a la misma, pues se trata de un proyecto con muchos puntos de contacto ideológico y enfocado en un nicho bastante similar de votantes.
Finalmente, otro desafío para Amado y su flamante sector será demostrar capacidad de resistencia en el largo plazo a la tentación de incorporación a un partido masivo como el Frente Amplio, donde hoy habita el grueso de la centro-izquierda uruguaya. No todos, pero sí muchos actores políticos que han intentado desarrollar la centro-izquierda fuera del FA con una propuesta similar a la Amado, han tarde o temprano sucumbido a dicha tentación. En el Uruguay posdictadura, entre algunas de esas figuras están, por ejemplo, el ex diputado colorado Victor Vaillant (en su momento una de las voces solitarias del Partido Colorado en favor del voto Verde en el Plebiscito de 1989 sobre la Ley de Caducidad); el hoy senador Rafael Michelini (fundador en su momento del Nuevo Espacio) o el actual canciller Rodolfo Nin Novoa (ex dirigente y ex intendente de Cerro Largo por el Partido Nacional).
Naturalmente, Amado y sus batllistas orejanos no están solos en este juego y su suerte también dependerá de cómo otros actores políticos relevantes decidan actuar frente a ellos. Pensando por ejemplo en sus compañeros y rivales de partido, la figura de Amado luce como un cuchillo de doble filo. De un lado, la constante pose de “guerrero solitario” así como la retórica de Amado en contra de los viejos liderazgos es una evidente piedra en el zapato para los dirigentes de otros sectores colorados. No por casualidad, algunos dirigentes colorados han denostado públicamente a Amado tras la consolidación de su nuevo sector.
Al mismo tiempo, la transformación del Partido Colorado en la colectividad más homogénea desde el punto de vista ideológico muestra claros signos de agotamiento y constituye una gran debilidad en comparación a la mayor diversidad existente en el Frente Amplio y el Partido Nacional. Por ello, potenciar un sector como Batllistas Orejanos y apostar a una convivencia razonable entre al menos dos alas bien diferenciadas (siempre y cuando se constatara simultáneamente un giro actitudinal de parte del mismo Amado), podría marcar el regreso a un Partido Colorado más diverso y, presumiblemente, más competitivo en el plano electoral.
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Segunda mirada es el blog de Rafael Porzecanski en EnPerspectiva.net. Actualiza el sábado en forma quincenal.