Análisis Económico

¿A qué se debe el descenso de las exportaciones?

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Los datos de solicitudes de exportación mostraron una caída del 22,6% en mayo respecto al mismo período del año pasado y de 7,8% en los primeros cinco meses del año respecto a igual período de 2014.

Pero si consideramos los datos de exportaciones efectivamente concretadas, que publica el BCU y que se conocieron la semana pasada, las ventas uruguayas al exterior totalizaron unos 2.400 millones de dólares en los primeros cuatro meses de 2015.

Ese número supone una baja de 5% en relación al monto vendido en los mismos cuatro primeros meses de 2014. ¿Cuánto incide la caída de los precios de los commodities? ¿Hay además descensos en los volúmenes de exportación? ¿Cuán extendida a nivel de productos es esta baja? La economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, analiza los últimos datos.

¿Cómo están viendo estos primeros números de exportaciones que tenemos disponibles para 2015?

TAMARA SCHANDY (TS):

Hay un aflojamiento bastante evidente. Como tú decías, llevamos una caída promedio respecto a enero-abril de 2014 de aproximadamente 5%.

Hay algunos elementos particulares que están incidiendo en estos números y podemos referirnos luego a ellos, pero es un aflojamiento que era bastante previsible a la luz de lo que ha sido el comportamiento de los precios de los principales productos que Uruguay exporta en los últimos 1 o 2 años. Cuando los commodities empezaron a caer comentábamos con ustedes que las cifras de exportaciones de Uruguay iban a demorar un poco en reflejar la nueva realidad, en algunos casos por la propia cadencia de los volúmenes exportados y en otros casos porque podía pasar que las distintas empresas exportadoras tuviesen contratos a valores aun relativamente altos…

Ahora, transcurrido un tiempo desde que los precios internacionales empezaron a aflojarse, los impactos en nuestros precios de exportación son bastante claros…

Y, al mismo tiempo, sucede que en algunos productos hay bajas importantes en los volúmenes colocados… Así que estamos con un panorama bastante más sombrío que el año pasado.

EC:  –  ¿Cómo es la apertura a nivel de productos?

TS:  – El panorama de caída es relativamente generalizado; hay bajas en muchos productos, de naturaleza bien diversa… Ahora, entre los principales rubros de exportación la verdad es que hay situaciones bien distintas.

EC:  –  ¿Podemos repasar los casos más relevantes? ¿En dónde se ven las caídas más fuertes, por ejemplo?

TS:  –  Tenemos casos como la industria láctea, el arroz o el trigo en los que las caídas son muy superiores al promedio, de 20%-30% en comparación con un año atrás. En esos casos se combina la caída de los precios internacionales con menores volúmenes de exportación.

En los lácteos, por ejemplo, hay un panorama muy complejo porque los países que son los principales destinos de exportación están atravesando coyunturas difíciles, con recesión y devaluaciones de las monedas que dificultan el ingreso de los productos uruguayos. En el caso del trigo, por señalar otro ejemplo, tuvimos una caída de algo más de 30% en los precios internacionales de referencia, pero a eso se suma que la del año pasado fue una cosecha más pobre, en cantidad y sobre todo en calidad. De hecho, ya en el último tramo de 2014 vimos descensos muy fuertes en los volúmenes exportados.

Luego tenemos algunos impactos más puntuales, que no son tan informativos de la “tendencia” exportadora y que nosotros en Deloitte de hecho solemos aislar en nuestros cálculos… Me refiero particularmente a lo que son las ventas de combustibles y de energía.

EC:  –  ¿Tienen impactos muy relevantes en el total? 

TS:  – Sí, porque fue una variación realmente muy fuerte. En el comienzo de 2014 habíamos exportado combustibles y también habíamos hecho exportaciones de energía relativamente abundantes, por más de 30 millones de dólares… Fue un monto sin precedentes en la última década. Este año, sin embargo, exportamos bastante energía en enero pero luego, con condiciones climáticas menos favorables para la generación hidroeléctrica, prácticamente no vendimos más en febrero, marzo y abril. Tampoco exportamos combustibles… Por tanto, estos dos rubros tienen una incidencia fuertemente negativa… Le restan unos tres puntos porcentuales al crecimiento total de las exportaciones.

En otras palabras, las exportaciones sin combustibles y sin energía eléctrica cayeron 2% en lugar de 5%, que era el número que comentábamos al inicio para el monto total. O mirado desde la perspectiva de montos, de los 130 millones de dólares que cayeron las exportaciones totales, hay 76 millones que corresponden a los rubros de energía y combustibles, que el año pasado habían tenido cifras muy excepcionales en términos históricos.

EC:  –   Es interesante esa precisión, Tamara. Te propongo ir ahora al otro extremo… Supongo que hay rubros con subas fuertes, porque de lo contrario y con el comportamiento que recién describías para algunas de nuestras industrias más tradicionales de exportación tendríamos una caída total mucho más importante…

TS:  –  Absolutamente. Hay algún tema puntual de la venta de varios aviones de Pluna, que suma unos 30 millones de dólares y tiene una incidencia de más de un punto en el total. Pero al margen de eso hay varios rubros relevantes que exportaron más que en el inicio del año pasado. Por su incidencia creo que hay tres que vale la pena mencionar.

Por un lado, hubo un aumento bien importante de las exportaciones de ganado en pie. Particularmente, en los primeros cuatro meses del año se exportaron unos 70 millones de dólares, lo que supone una suba de 11% en relación al volumen de un año atrás.

En segundo lugar, la industria frigorífica exportó un monto 7% superior al de los primeros cuatro meses de 2014. Allí se suman dos elementos: que los precios de la carne en los mercados internacionales han mantenido una razonable firmeza en los últimos meses (sin mostrar caídas de la magnitud que tuvieron las cotizaciones de los granos o los lácteos, por ejemplo) y, por otro lado, que estamos comparando con un inicio de 2014 en el cual el flujo de exportaciones todavía estaba afectado por una faena muy baja, en medio del enfrentamiento entre productores y la industria por el precio del ganado.  Entonces, estamos comparando con volúmenes “anormalmente” bajos de exportación el año pasado… Es natural que veamos aumentos en estas mediciones.

EC:  –  Tamara, decías recién que había tres rubros a destacar por su crecimiento. Recién mencionaste las exportaciones de ganado en pie y las colocaciones de la industria frigorífica. ¿Cuál es el tercero?

TS:  –  El tercero es la madera. Recordemos que estas cifras de comercio exterior computan el ingreso de madera a las zonas francas donde están las plantas de celulosa de UPM y Montes del Plata como una exportación. Por lo tanto, la apertura de Montes del Plata en la segunda mitad del año pasado tiene una incidencia clave. Las exportaciones de la categoría “Silvicultura” subieron más de 50% en relación a los montos de un año atrás, incluso cuando abril en particular fue un mes flojo. En dinero estamos hablando de unos 185 millones de dólares en los primeros cuatro meses del año, casi lo mismo que representó el conjunto de exportaciones de la industria láctea en el comienzo de 2015. Este aumento de las ventas de madera tiene una incidencia en el total de exportaciones de más de 2 puntos porcentuales y medio. Es realmente un elemento de sostén muy importante para las estadísticas totales, pero se trata de un “escalón”, asociado a un evento muy particular que es la apertura de una planta de celulosa en nuestro país.

EC:  –  Para terminar, Tamara, ¿cómo ven las perspectivas para lo que resta del año?

TS:  –  El “efecto Montes del Plata”, por llamarlo de alguna forma, va a seguir presente durante la mayor parte del año, aunque en la segunda mitad del año el aumento no va a ser tan fuerte como en el primer semestre. Según nuestras estimaciones eso va a ser un contrapeso importante para la dinámica del resto de los productos.

Sin embargo, con la coyuntura de precios internacionales que tenemos y con un panorama de competitividad todavía bastante comprometido para Uruguay, no estamos esperando que haya una reactivación muy significativa de las exportaciones. De hecho, estamos aguardando un descenso total mayor al que estamos viendo hasta ahora, más cercano al 10%.

En relación a las perspectivas me parece importante señalar que hasta ahora no hemos hablado de la soja, que es uno de nuestros principales rubros de exportación… Está terminando la cosecha y en poquito tiempo tendremos datos de cómo terminaron siendo los rindes y la producción, pero en principio estamos esperando una cosecha menor que la del año pasado. Eso, sumado a la fuerte caída que han tenido los precios internacionales, podría hacer que en este rubro también terminemos viendo bajas de más de 30%, como comentábamos antes para otros productos clave.

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