La semana pasada el Banco Central de Brasil volvió a recortar la tasa Selic, que es la tasa de interés de referencia para la política monetaria. Por otro lado, Brasil ha seguido estando en el foco de los titulares luego de que la justicia ratificara la condena por corrupción del expresidente Lula da Silva, algo que en principio lo inhabilita a participar en las elecciones de octubre (aunque Lula también apelará ese fallo).
Emiliano Cotelo (EC): En ese contexto, nos pareció oportuno dedicar nuestro análisis económico de hoy a Brasil y para eso tenemos en línea al economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
Pablo, ¿cómo evaluaron este nuevo recorte de tasas en Brasil? ¿Estaba en línea con lo esperado?
Pablo Rosselli (PR): Sí, estaba descontada esta rebaja. Esta vez, la rebaja que dispuso el Banco Central fue de 25 pbs… y con esto la tasa de referencia para la política monetaria quedó en 6,75 %, un nivel mínimo en términos históricos.
Ahora, las rebajas de los meses anteriores habían sido más fuertes: 50 pbs en diciembre, 75 pbs en octubre y 100 pbs en julio, por ejemplo… Y si sumamos todos estos recortes y los que ya se venían implementando desde octubre de 2016 – cuando el Banco Central de Brasil comenzó con esta estrategia de flexibilización monetaria – la tasa Selic acumuló una caída de más de 7 puntos porcentuales… sólo un año y medio atrás esa tasa de referencia estaba por encima de 14 %.
De todos modos, Emiliano, para los próximos meses lo que esperan en general los analistas brasileños es que haya un freno en este proceso de flexibilización monetaria.
EC: – ¿Cuáles son las perspectivas concretamente, Pablo?
PR: – Tanto la encuesta de expectativas que hace semanalmente el Banco Central de Brasil como los contratos a futuro señalan que con esta rebaja de febrero se habría puesto fin al ciclo de relajamiento monetario… y que la tasa Selic se mantendría estable en este nivel de 6,75 % anual al menos durante todo 2018.
Y esta perspectiva es consistente con lo que fueron manifestando las autoridades del banco central en el último tiempo…
De todos modos y desde la perspectiva de Uruguay, a nuestro juicio, persiste cierto riesgo de que el Banco Central de Brasil se mueva hacia una política monetaria todavía más expansiva…
EC: – ¿Por qué lo decís, Pablo? Parece bastante claro que el recorte de las tasas de interés en el último año y medio igual fue muy significativo…
PR: – Sí, sin dudas que el recorte en las tasas de interés que procesó Brasil fue muy importante… pero incluso con este ajuste tan grande las tasas de interés en términos reales siguen siendo altas – en torno de 4 %.
Entonces, con una economía que sigue creciendo a un ritmo lento y con valores muy bajos de inflación, a nuestro juicio sigue habiendo un caso para que la política monetaria pueda flexibilizarse algo más que lo que hoy están descontando los mercados.
De hecho, la inflación se ha venido moderando muchísimo desde inicios de 2016… Después de aquellos niveles pico de 11 % en enero de 2016, la inflación bajó hasta 2,9 % anual en las últimas mediciones… por debajo del piso del rango de tolerancia que manejan las autoridades en Brasil… Recordemos que el objetivo de inflación es 4,5 % con un margen de tolerancia de 1,5 % (un piso de 3 %)… Y las expectativas de mercado apuntan a que la inflación subiría solo en forma muy moderada a lo largo de este año, cerrando en el eje del 4 %.
Al mismo tiempo la tasa de desempleo sigue siendo muy alta… de casi 12 % y las perspectivas de crecimiento son muy moderadas… Con un escenario como ese, el Banco Central parece tener espacio para algunos recortes más.
EC: – Ahora, Pablo, marcabas recién que el crecimiento en Brasil sigue siendo lento… ¿Qué muestran los últimos datos?
PR: – Los últimos datos oficiales de PIB, que son del tercer trimestre de 2017, habían confirmado una nueva suba interanual, de 1,4 % frente al tercer trimestre de 2016. Recordemos que ya desde la primera parte de 2017 las cifras venían mostrando un avance…
Sin embargo, la verdad es que ese ritmo de expansión es muy moderado y a nivel sectorial todavía hay bastante heterogeneidad. Los indicadores preliminares que se fueron conociendo en forma más reciente siguieron mostrando señales favorables en la industria – que acumuló un aumento de 2,5 % en 2017 – pero en otros sectores hay algunos matices negativos, como es el caso de los servicios que cayeron el año pasado.
Además, tampoco hay que olvidar la magnitud de la recesión previa. Entre 2014 y 2016 el PIB acumuló una caída de 8 %, retrocediendo hasta niveles similares a los del año 2010… una de las mayores recesiones en la historia del país. Frente a eso, obviamente es bueno estar viendo un repunte en Brasil, pero esta recuperación todavía es modesta…
EC: – ¿Y cómo son las perspectivas económicas para 2018? ¿Se mantiene la visión de un mayor crecimiento este año?
PR: – Las proyecciones de crecimiento económico en general son positivas respecto a este año. La última encuesta de expectativas del Banco Central apunta a un crecimiento de 2,7 % este año, un crecimiento más sólido que el que tuvimos en 2017 (que habría rondado el 1 % en el promedio anual).
EC: – Está bien, Pablo… Brasil estuvo ocupando bastante lugar en las noticias a raíz de la ratificación de la condena por corrupción y lavado de dinero de “Lula” el pasado 24 de enero. ¿Qué impactos tuvo esta decisión? ¿Puede terminar afectando el panorama económico previsto para este año?
PR: – Después de que la justicia brasileña ratificara la condena de “Lula” da Silva las variables financieras en Brasil reaccionaron en forma favorable… mostrando que los mercados estaban festejando, de alguna manera, el hecho de que el expresidente haya quedado en principio impedido de presentarse en las próximas elecciones de octubre (aunque estrictamente todavía puede recurrir y seguramente lo hará a nuevas instancias de apelación). De hecho, en las jornadas siguientes el dólar cayó hasta R$ 3,14 (un mínimo en cuatro meses) y la bolsa subió más de 2 % y batió un nuevo récord histórico.
De todas maneras, en los días siguientes esa reacción inicial se revirtió enteramente… en un contexto de fuertes turbulencias en los mercados financieros internacionales como el que comentábamos la semana pasada en este espacio. De hecho, el viernes el dólar en Brasil volvía a cotizar en el entorno de los R$ 3,30, un nivel muy similar al del cierre de 2017.
Ahora, un elemento que es importante destacar es que al menos en base a las últimas encuestas de opinión el escenario electoral está muy abierto… y varios de los posibles escenarios que se abren parecen imponer riesgos en Brasil, que son relevantes para Uruguay.
EC: – ¿A qué te referís concretamente, Pablo?
PR: – Me refiero a que si “Lula” finalmente pudiera postularse en las elecciones y resultara electo popularmente, probablemente igual siga envuelto en denuncias de corrupción y eso podría alargar la situación de inestabilidad política e institucional que ha estado atravesando Brasil en estos últimos años.
Y en caso de que “Lula” no logre revertir la condena, la verdad es que todavía no parece haber emergido ningún otro candidato con demasiada adhesión popular…
Lo cierto, Emiliano, es que el panorama está muy confuso y que en un contexto así las reformas estructurales que Brasil tiene pendientes para poder apuntalar su economía seguramente no puedan encararse… al menos por un tiempo largo.
Brasil tiene una situación fiscal realmente muy complicada… con un déficit fiscal que está en casi 8 % del PBI. El Gobierno de Temer intentó impulsar medidas para corregir estas cifras, por ejemplo a través de la reforma previsional… que era clave para la sostenibilidad de las finanzas brasileñas pero que no logra conseguir el quorum necesario en el Parlamento.
EC: – Para ir terminando, ¿cómo debemos mirar la situación de Brasil desde nuestro país?
EC: – Como decía al inicio, si pensamos en la actividad económica y desempleo, Brasil tiene espacio para procesar algunas bajas más de las tasas de interés… Eso pauta para Uruguay un riesgo de un dólar más alto en Brasil, con efectos negativos sobre la actividad…
Pero más allá de eso, la incertidumbre política en Brasil es muy significativa… los riesgos de que el próximo Gobierno tenga baja legitimidad popular también son importantes… Y ese contexto es muy negativo dados los desafíos que tiene Brasil en materia fiscal y la necesidad de reactivar fuertemente la actividad económica.
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Foto en Home: Michel Temer (Archivo). Crédito: Evaristo Sá/AFP Photo.