Por cuarto mes consecutivo la tasa de desempleo cayó en julio y se situó en 7,6 % de la Población Económicamente Activa. Se trata de un valor casi un punto y medio inferior al observado en marzo, cuando el desempleo alcanzó a 9 % (el valor más alto en varios años).
Emiliano Cotelo (EC): Con estas cifras sobre la mesa, les proponemos analizar cómo está evolucionando el mercado de trabajo, con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Pablo, como decía Emiliano recién, el desempleo cayó levemente en julio. Se trata de un descenso pequeño, de dos décimas frente a junio, pero que se suma a las caídas que ya veníamos viendo en los meses anteriores… ¿Cómo evaluaron ustedes este dato?
Pablo Rosselli (PR): El dato de julio mostró un descenso de dos décimas en la tasa de desocupación… Ese descenso resulta de una suba de un punto porcentual en la tasa de empleo, que más que compensó el aumento de 8 décimas en la tasa de actividad, que mide la cantidad de personas que busca trabajo en relación a la población en edad de trabajar.
Sin embargo, como siempre marcamos al comentar estas cifras, los indicadores del mercado de trabajo tienen mucha volatilidad y, por lo tanto, no deberíamos apresurarnos a sacar muchas conclusiones en base a datos mensuales. De hecho, las caídas en la tasa de desempleo que vimos tanto en julio como en junio fueron bastante marginales… y ocurrieron luego de que la tasa de desempleo había alcanzado en marzo un nivel anormalmente alto, de 9 %, como comentaba Emiliano recién.
Si hacemos la comparación para el promedio enero-julio no se observa un descenso en la tasa de desocupación. De hecho, el desempleo promedió un 8,2 % de la población económica activa en los primeros siete meses del año, mientras que la tasa de desocupación se había ubicado en 7,9 % en el promedio del año pasado y en 8 % en enero-julio de 2016…
RA: – Con todas esas cifras, Pablo, ¿con qué conclusión nos tenemos que quedar?
PR: – Con dos conclusiones, Romina… Los últimos datos están mostrando una pequeña caída del desempleo… hacia valores levemente menores a 8 %.
Pero todavía no podemos hablar de una tendencia clara a la baja de la desocupación, porque los datos son muy volátiles…
RA – ¿Y cómo es la dinámica cuando se mira por separado Montevideo y el interior del país?
PR – Si miramos el último mes la baja del desempleo se dio en ambas zonas. En Montevideo el desempleo descendió desde 8,2 % en junio a 8 % en julio… Y en el interior pasó de 7,6 % a 7,3 %.
RA – ¿Y de cuántas personas estamos hablando concretamente cuando decimos que el desempleo viene siendo en lo que va del año un 8,2 % a nivel del total país?
PR – Estamos hablando de aproximadamente unas 146.000 personas desocupadas en el total del país, casi unas 64.000 en Montevideo y unas 82.000 en el interior. En la comparación con el promedio de 2016, tenemos unos 5.200 desempleados más a nivel país, con un aumento de casi 1.800 desempleados en Montevideo y una suba de 3.400 en el interior.
RA – Pablo, ¿qué está sucediendo con la calidad del empleo? ¿Qué información hay disponible como para medir esto?
PR – En lo que hace a la calidad del empleo el INE proporciona dos indicadores: el “subempleo”, que mide la proporción de ocupados que trabaja menos de 40 horas a la semana pero que manifiesta que quiere trabajar más y el “no registro” o informalidad abierta, que es el porcentaje de ocupados que no hace ningún aporte a la seguridad social.
Si miramos la evolución de estos indicadores, prácticamente no hay cambios frente a la situación de un año atrás. El porcentaje de subempleados se ubicó en 2,6 % en enero-julio, mientras que el no registro – o la informalidad abierta – está en torno a 20 %… Los dos indicadores se encuentran en valores similares a los que se observaban en el mismo período de 2016…
RA – A la luz de estas cifras y ya para terminar, ¿qué perspectivas manejan para el mercado laboral en los próximos meses? Teniendo en cuenta que la actividad económica está creciendo a un buen ritmo, ¿deberíamos esperar nuevas caídas de la desocupación?
PR – El mercado de trabajo viene mostrando una mejora muy incipiente en estos últimos meses. La tasa de desempleo mostró cuatro bajas mensuales consecutivas, desde un valor muy alto en marzo, como ya dijimos.
Si miramos la evolución del empleo, los datos de los últimos meses sugieren que la tasa de empleo ha dejado de caer…
De todos modos, en principio no esperamos una reducción rápida del desempleo…
RA: – ¿Por qué, Pablo?
PR: – Por dos razones… En primer lugar, porque nos parece probable que las empresas se sigan mostrando bastante reticentes a expandir el empleo de un modo significativo… Los salarios reales han subido notoriamente más que el PIB y eso tiende a comprimir la rentabilidad de las empresas y a postergar las contrataciones… Los sectores expuestos a la competencia internacional, sectores exportadores o que compiten en el mercado interno con importaciones, están sintiendo el desafío de operar con un dólar muy barato.
En segundo lugar, porque aunque el empleo comenzara a aumentar en los próximos meses… también deberíamos esperar un aumento de la cantidad de personas que busca trabajo… porque así como cayó la ocupación entre 2014 y 2016 también bajó la cantidad de personas buscando trabajo… Es un fenómeno muy bien documentado a nivel internacional y local… cuando no hay empleo, hay trabajadores que se retiran, desalentados, del mercado laboral… Y esos trabajadores vuelven cuando mejora la ocupación.
En definitiva, para que baje el desempleo precisaremos que aumente la ocupación a una velocidad mayor que el retorno de los trabajadores desalentados al mercado de trabajo… Como no esperamos un aumento rápido del empleo, tampoco esperamos un descenso significativo del desempleo.
De todos modos, Romina, los datos del mercado de trabajo son volátiles… y eso hace que también sea muy difícil proyectar la desocupación… Tendremos que estar entonces atentos a las próximas mediciones…
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