El Instituto Nacional de Estadística informó a fines de la semana pasada que el desempleo subió en forma muy significativa en marzo.
EMILIANO COTELO (EC):La desocupación alcanzó a 9,5 % de la Población Económicamente Activa, nivel que no se observaba desde mediados de 2007.
¿A qué obedece este aumento? ¿Qué está pasando con los otros indicadores del mercado laboral? Y en particular, ¿qué debemos esperar para los próximos meses? Les proponemos recorrer estas preguntas junto a la economista Alicia Corcoll, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Alicia, los datos que divulgó el INE marcaron una suba muy fuerte del desempleo en marzo. ¿Cómo analizaron ustedes estas últimas estadísticas del mercado de trabajo?
ALICIA CORCOLL (AC): Efectivamente, el dato fue bastante negativo. La tasa de desempleo venía estable desde hace algunas mediciones, en un 8,4 % de la Población Económica Activa, así que claramente esta suba de la desocupación hasta 9,5 % es realmente importante.
Ahora, como siempre mencionamos cuando analizamos estas cifras, tampoco debemos sobre-interpretar los movimientos mensuales, porque son estadísticas que surgen de una encuesta con un margen de error relativamente alto y la serie tiene mucha volatilidad, pero no deja de ser un deterioro que llama la atención. De hecho, en términos tendenciales (es decir, depurando factores estacionales o irregulares), la tasa de desempleo se ha ubicado por encima del 8 % anual durante todo el año pasado e incluso se viene afianzando algo arriba del 8,5 % ya desde diciembre a esta parte.
Y además de esta evolución negativa de la tasa de desempleo, también vimos un mal desempeño a nivel de los otros indicadores del mercado laboral…
RA: ¿Podemos detenernos en esos indicadores, Alicia? ¿Qué está pasando concretamente con el empleo y con la tasa de actividad?
AC: Claro. Tanto la tasa de empleo como la tasa de actividad (que mide lo que ocurre con la cantidad de personas activas, ya sea porque tienen empleo o porque lo están buscando) cayeron en marzo. Pero la tasa de empleo cayó más, y esa fue más bien la clave para esa suba en el desempleo que comentábamos recién.
Si vamos a los números, la tasa de actividad cayó unas tres décimas frente a febrero y se situó en 62 %, mientras que la tasa de empleo bajó mucho más en el mes, casi un punto porcentual, y quedó en 56,2 % de la Población en Edad de Trabajar. Reiterando el tema de la volatilidad en las series, si uno toma las extracciones tendenciales, la verdad es que con el dato de marzo ambos indicadores (tasa de actividad y tasa de empleo) se ubicaron entre unas tres y cuatro décimas por debajo de los valores de cierre del 2018… y unos tres puntos porcentuales por debajo de los niveles “pico” que supimos ver en 2014.
Se trata, además, de los menores niveles de empleo en más de una década, desde mediados de 2007. Y este mal desempeño se explica, en definitiva, en un contexto de muy escaso dinamismo económico. De ahí que la mejora que habíamos visto en el empleo sobre fines del año pasado e inicios de este 2019 nos pareciera particularmente llamativa y que en los hechos terminara siendo más bien transitoria.
RA: ¿Qué implican estas evoluciones que comentabas recién en términos de personas? ¿Cuántos empleos se perdieron en lo que va de este año?
AC: Con estos registros, estamos hablando de unos 2.000 empleos menos aproximadamente en el primer trimestre del año. Así que sumado al descenso que ya se venía acumulando, podemos decir que se han perdido unos 48.000 puestos de trabajo frente a esos “picos” del 2014.
Y sobre este punto me parece interesante marcar, como ya lo hemos conversado otras veces en el programa, que la problemática de insuficiencia de empleo es aún más amplia que ese número si uno contempla además de la desocupación abierta otras problemáticas del mercado laboral.
RA: En la cuenta de twitter de Objetiva (el portal de asesoramiento económico de Deloitte) ustedes ponían que “Con el dato de marzo la insuficiencia de empleo afectaba el 18 % de la PEA”. ¿Podemos repasar cómo calculan esa cifra y cómo debemos interpretarla?
AC: Sí. Más allá de la desocupación abierta, también se observan otras problemáticas en el mercado de trabajo. Me estoy refiriendo a los subempleados, que son quienes tienen empleo pero trabajan menos horas de las que desearían y a los “desalentados”, que son las personas que no están buscando empleo actualmente pero que sí lo hicieron en el pasado reciente (o que en definitiva dejaron de buscar empleo porque entienden que no hay oportunidades para ellos en las circunstancias actuales).
Entonces, con la intención de contemplar todas esas problemáticas, en Deloitte computamos lo que llamamos Tasa de Insuficiencia de Empleo. Como poníamos en twitter, según nuestros cálculos esa tasa subió hasta 18 % de la Población Económicamente Activa en marzo (incluyendo dentro de esa población activa la estimación de trabajadores desalentados). Eso equivale aproximadamente a unas 323.000 personas con alguna problemática de insuficiencia de empleo en nuestro país, versus los cerca de 150.000 desocupados “abiertos” de las estadísticas habituales.
RA: Está claro, Alicia. Ahora, ¿podemos comentar qué están mostrando las cifras para Montevideo y el interior del país?
AC: En el dato puntual de marzo, en los dos casos el desempleo subió en el mes, pero el aumento fue mucho más marcado en el interior. Allí la tasa de desempleo subió 1,7 % frente a febrero y llegó a 10,2 %, mientras que en Montevideo la suba fue de dos décimas, alcanzando a 8,4 %. La dinámica en los otros indicadores también fue muy dispar. Por ejemplo, en el interior el empleo cayó mucho (unos 2,6 puntos en el mes), mientras que en Montevideo subió (un punto y medio).
RA: Ya para ir terminando, Alicia, ¿qué perspectivas manejan en este frente para lo que queda de este año y el próximo?
AC: La verdad es que en general tendemos a ser bastante cautelosos respecto a la posibilidad de ver una mejora significativa en los indicadores del mercado de trabajo en los próximos meses, sobre todo porque en Deloitte estamos previendo un desempeño muy pobre en materia de crecimiento económico (tanto para este año como para 2020).
Entonces, con ese marco y con empresas bastante reticentes a aumentar su plantilla de trabajadores, difícilmente haya espacio para que el desempleo ceda por debajo de ese 8,5 % – 9 % tendencial en el que viene operando ya desde fines del 2018 a esta parte. Nuestra última Encuesta de Expectativas Empresariales fue muy elocuente en ese sentido: solo un 8 % de los consultados respondió que planea aumentar el empleo en sus empresas y un 42 % indicó que está revisando a la baja sus planes de contratación para el año próximo.
***