El viernes pasado el dólar cerró en $ 28,48 en el mercado interbancario, un valor que no se veía desde setiembre de 2004. De esa manera, el tipo de cambio subió en casi un peso y medio en lo que va de julio y en más de $ 4 desde el cierre de 2014.
Frente a este escenario y sobre todo ante la suba intensa que mostró el valor del dólar en los últimos días nos pareció oportuno dedicar el análisis económico de hoy a examinar las causas de este nuevo impulso en la evolución de la divisa estadounidense y a analizar las perspectivas para lo que resta de este año. De esto conversaremos con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Florencia, para comenzar y antes de centrarnos en los movimientos más recientes, quizás valga la pena, para situar a los oyentes, analizar brevemente la evolución del dólar en una mirada un poco más larga. ¿Podemos hacer un balance en ese sentido y comentar los principales números?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC) —Sí, claro. Si por un momento dejamos la coyuntura más inmediata y nos remontamos un poco para atrás, lo que veíamos hasta mediados de 2013 en nuestro país (y en realidad prácticamente en todo el mundo) era que el dólar bajaba… Con vaivenes lógicamente pero en términos de tendencia bajaba… De hecho, entre marzo y abril de 2013 (es decir algo más de dos años atrás) el dólar llegó a cotizar por debajo de los $ 19 en Uruguay… En ese momento podríamos decir que se ubicó el “piso” del tipo de cambio en nuestro país y el fin de una tendencia larga de apreciación de la moneda uruguaya frente al dólar.
A partir de allí, entonces, lo que empezamos a observar fue una trayectoria al alza del valor del dólar, que se hizo muy marcada a partir de mediados del año pasado, a medida que en Estados Unidos se iban conociendo datos que confirmaban un crecimiento económico bastante bueno y a medida que la Reserva Federal (apoyada en esa mejora de la economía) iba retirando los estímulos monetarios que había aplicado luego de la crisis de 2008-2009. Además, a nivel regional, desde mediados de 2014 vimos una devaluación muy fuerte en Brasil, en un marco de crecientes dificultades económicas y deterioro del escenario político también.
Con ese telón de fondo y yendo a los números concretamente, el dólar en Uruguay cerró el año pasado en $ 24,3, lo que dejó un aumento de 14 % a lo largo de todo 2014 y de más de 30 % respecto a aquel piso de menos de $ 19 en la primera parte de 2013. En el comienzo de 2015 esa tendencia comenzó a intensificarse, aunque también con pausas y reveses transitorios. Después de haberse mantenido relativamente estable entre mediados de mayo y finales de junio (algo por debajo de los $ 27 en la cotización interbancaria), en las últimas semanas estamos viendo un nuevo impulso en esa trayectoria, con el dólar aumentando más de 4 % desde finales de junio. En particular durante la semana pasada el dólar subió 3,5 %… Eso nos está dejando con un aumento de más de $ 4 en lo que va del año, como mencionaba Emiliano al inicio.
RA —Florencia, ¿Ese impulso que ha tenido la suba del dólar en Uruguay en estas últimas semanas tiene que ver con una tendencia generalizada en el mundo o hubo factores domésticos que también incidieron?
FC —Esencialmente estuvo asociada a un fortalecimiento del dólar en el mundo en general en el último mes o en los últimos dos meses… en particular en algunas referencias relevantes para nuestro país. Si miramos por ejemplo, la evolución del dólar en Oceanía, vemos un incremento de más de 8 % en Nueva Zelanda y de más de 5 % en Australia desde inicios de junio a esta parte. El euro también tendió a debilitarse frente al dólar desde mediados de junio (con el tipo de cambio cayendo nuevamente por debajo de US$ 1,10 por euro)… Y, si nos centramos en la región, en Brasil el dólar también tuvo una escalada y está cotizando en más de 3,30 reales en los últimos días, y en Argentina, como comentaba Javier el viernes, el dólar blue acumuló una suba significativa la semana pasada, llegando incluso a cotizar por encima de los 15 pesos argentinos a mediados de la semana (aunque luego tuvo una leve baja).
Incluso, Romina, ante la intensificación de las presiones devaluatorias el Banco Central realizó ventas de dólares a futuro en el mercado, por algo más de 50 millones en lo que va del mes y había realizado ventas por un monto levemente menor en junio…
RA —Entonces, Florencia, con estos últimos movimientos del dólar, ¿cómo quedamos en términos de competitividad con nuestros principales mercados? Sospecho por lo que recién decías que los avances no fueron muy relevantes.
FC —Efectivamente Romina, los avances no han sido muy importantes. Seguimos teniendo una competitividad históricamente baja con varias referencias relevantes. En particular, lo que más nos preocupa en ese sentido es que la pérdida de competitividad que sufrimos con Brasil desde 2014 no se ha revertido de forma relevante aún. Nuestro tipo de cambio real frente a este vecino está 30 % por debajo del promedio histórico, en niveles similares a los que tuvimos entre 1999 y 2002… Es claro que Uruguay es menos dependiente de Brasil que en aquel momento y que la economía tiene una situación general muy distinta a la de aquel entonces, pero este es un elemento que, como hemos dicho otras veces, no debemos subestimar… No podemos quedarnos tan caros con un socio comercial tan importante como Brasil por mucho tiempo, porque eso supone riesgos importantes para la actividad económica.
En definitiva, Romina, pese a que el dólar está subiendo de forma significativa, Uruguay tiene que procesar aún un ajuste importante de sus precios relativos… En otras palabras, en el contexto actual y con precios de exportación que además acumulan bajas fuertes, los costos en dólares de nuestro país tienen que seguir bajando y de forma significativa…
RA —Justamente mirando para adelante, ¿qué proyecciones de tipo de cambio están manejando en Deloitte?
FC —Como comentamos muchas veces con ustedes es difícil poder saber que va a suceder con las variables financieras, como lo es el dólar, sobre todo en períodos cortos de tiempo. Desde hace tiempo que venimos marcando que la tendencia del dólar es a la suba, pero debemos admitir que la dinámica de estos días nos sorprendió con subas más intensas de lo que estábamos aguardando. De hecho, nuestras últimas proyecciones apuntaban a un dólar cerrando el año en $ 28, un valor que como comentamos antes ya se superó en los últimos días. De todos modos y más allá de que esto nos obliga a corregir las previsiones de corto plazo, como decía recién, mantenemos una perspectiva de aumento del dólar de más de 10 % anual para adelante… con un dólar entre $ 31 y $ 32 al cierre del año que viene…
RA —Ahora, Florencia, asociado a esa evolución del dólar, ¿qué están esperando suceda con la inflación? Te lo pregunto porque en la inflación ya está en más de 8,5 % en los últimos doce meses a junio… Esta suba del dólar que estamos viendo seguramente tendrá un impacto en el IPC de julio… ¿Cómo están viendo esto?
FC —Es un comentario bien pertinente Romina… Nuestros últimos pronósticos, que elaboramos a comienzos de mes, apuntaban a una inflación de 8,8 % este año y algo menor para 2016… Ahora, en esos pronósticos estábamos manejando un incremento sostenido del dólar pero no tan intenso como el que vimos en lo que va de julio. Si bien estamos esperando a conocer el dato de IPC de julio para actualizar nuestros modelos de proyección, si consideramos este reciente aumento del tipo de cambio e incorporamos además otras novedades de los últimos días (como la suba de combustibles, que también fue algo mayor de lo que teníamos contemplado) y el aumento de la carne, por ejemplo, la inflación de este año seguramente estará quedando en 9 % o incluso por encima de 9 %… Eso va a depender, entre otras cosas, de cómo siga evolucionando el dólar en los próximos meses.