En 2017 el poder adquisitivo de los salarios se aceleró de forma notoria respecto a los dos años previos. Concretamente, después de aumentar 1,6 % anual en 2015 y 2016, el año pasado el Índice Medio de Salarios, medido en términos reales, subió 2,9 % en el promedio del año.
Emiliano Cotelo (EC): ¿Cómo se analiza esta evolución reciente de los salarios? ¿Qué podemos esperar para 2018? Lo charlamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Florencia, Emiliano decía recién que el salario real aumentó 2,9 % en 2017… Ahora, la semana pasada, cuando se conocieron los datos de salarios de diciembre, en la prensa se comentó otra cifra, que es la que figura en el comunicado del INE… Concretamente, se habló de una suba del salario real de 1,3 % el año pasado… ¿Cómo se explica eso? ¿A qué se está haciendo referencia cuando se dice que el salario real aumentó 1,3 % en lugar de 2,9 %?
Florencia Carriquiry (FC): Es interesante la pregunta… Las diferentes cifras surgen de que se están comparando cosas distintas. El 1,32 % de suba es la comparación punta a punta, es decir, diciembre 2017 versus diciembre de 2016, mientras que el 2,9 % es el aumento que tuvo el salario real en la comparación entre promedios anuales.
A nuestro juicio, la comparación más relevante es la promedio anual, porque los salarios se pagan todos los meses a lo largo del año (no sólo en diciembre)… Por eso, si se quiere analizar cómo subió el poder adquisitivo de los trabajadores en el año, la variación relevante es lo que sucedió con el salario real en el promedio del año frente al promedio del año anterior.
RA – Está claro el punto. Y yendo al análisis de esta evolución más reciente de los salarios, ¿Cómo se explica la aceleración que registró el salario real el año pasado? Cuando en 2016 comenzó la sexta ronda de negociación salarial tendía a pensarse que los salarios iban a moderarse en estos años… ¿verdad?
FC – Sí. Lo que sucedió es que la inflación bajó más rápido de lo que se pensaba. Si uno mira la evolución de los salarios en términos corrientes, efectivamente hay cierta moderación del ritmo de aumento. Los salarios medios de la economía pasaron de subir 11,4 % en 2016 a subir 9,4 % en el promedio de 2017. Lo que pasa es que al mismo tiempo la inflación promedio anual bajó desde 9,6 % en 2016 a 6,2 % en 2017…Y por eso se aceleró el salario real, que, como decíamos antes, mide el poder adquisitivo de los salarios… compara cuánto aumenta el salario medio en relación a lo que aumenta el costo de vida (medido por el IPC).
RA – ¿Y cómo juega el aumento del IRPF que comenzó a regir en enero de 2017? Te lo pregunto porque a priori uno pensaría que eso dejó menos ingreso disponible a los asalariados ¿no es así?
FC – Ese es un punto bien importante. Hay que tener presente que el Índice Medio de Salarios que estamos comentando y que se comenta en general al hablar de la evolución de los salarios, hace referencia al salario líquido por hora trabajada, luego de todos los impuestos y cargas que apliquen… es lo que efectivamente percibe el trabajador como salario por cada hora trabajada (sin contemplar otras partidas extraordinarias que puedan formar parte de su remuneración en términos más generales).
En ese sentido, en 2003 se creó y comenzó a computarse también todos los meses el llamado Índice Medio de Salarios Nominales, que es previo a los descuentos legales a cargo del trabajador (es decir las contribuciones personales a la Seguridad Social, el seguro de salud, el fondo de reconversión laboral y el IRPF). Naturalmente, en general estos dos indicadores (el Índice Medio de Salarios y el Índice Medio de Salarios Nominal) tienden a evolucionar igual, salvo cuando se introducen cambios en alguno de esos descuentos a cargo del trabajador, como en el caso del año pasado, que comenzó a regir el aumento del IRPF a los salarios de las franjas más altas.
Si miramos entonces el Índice Medio de Salarios Nominal, el aumento en 2017 fue de 10,5 % en términos corrientes y de 4 % en términos reales… es decir que aumentó un punto porcentual más que el Índice Medio de Salarios. En términos gruesos podríamos decir entonces que el IRPF terminó restando aproximadamente un punto a la suba del salario promedio de la economía.
RA – Si entiendo bien, Florencia, el Índice Medio de Salarios Nominales es un mejor indicador entonces de lo que aumentó el costo salarial para las empresas… ¿verdad?
FC – Sí… Podríamos decir que sí, aunque como aclaraba antes, estos indicadores (tanto el Índice Medio de Salarios como el Índice Medio de Salarios Nominales) intentan reflejar la evolución del salario promedio por hora trabajada… no son un indicador de todos los costos salariales… si están aumentando las horas trabajadas en la empresa, si hay pagos por horas extras o despidos, si hay ascensos que cambian la estructura de categorías por ejemplo en las empresas, si hay beneficios extra (ya sea en dinero o en especie que se pagan de forma esporádica pero que hacen a la remuneración del trabajador) o si hay cambios en las cargas sociales a cargo del empleador… todo eso, por ejemplo, no está computado en estos indicadores, aunque hacen a los costos de mano de obra de las empresas.
RA – Está bien. Y yendo a las cifras nuevamente… Recién comentábamos que el Índice Medio de Salarios tuvo una suba de casi 3 % en términos reales el año pasado… ¿Cómo fue la evolución por sector? ¿Cuánto subieron los salarios en el sector público y cuánto en el sector privado?
FC – El aumento fue mayor a nivel del sector privado que en el sector público. Concretamente, el Índice Medio de Salarios privados aumentó 3,5 % en el promedio de 2017, mientras que a nivel del sector público la suba fue de 1,9 % (aunque con diferencias al interior… en el Gobierno Central la suba fue similar a la del sector privado, mientras que en las intendencias el aumento fue de 1,2 % y en las Empresas Públicas hubo una caída del salario real promedio, de algo más de 1 %).
RA – Ya para terminar, entonces, ¿qué proyecciones tienen en Deloitte para este año? ¿Va a seguir subiendo el salario real?
FC – En nuestras estimaciones contemplamos que los salarios en términos nominales o corrientes van a mostrar una moderación adicional este año, en línea con lo planteado en las pautas salariales que rigieron la última negociación. Concretamente, estamos trabajando con una suba de los salarios de aproximadamente 8 % en términos nominales. Y al mismo tiempo esperamos que la inflación sea muy similar a la del año pasado y se ubique entre 6 % y 7 %… Con lo cual el salario real aumentaría entre 1 % y 1,5 % (nuevamente un poco más en el caso del sector privado que en el sector público). Esto implicaría una moderación notoria respecto al año pasado, pero supondría, en cualquier caso, un nuevo aumento del salario real, que estaría completando 14 años de suba ininterrumpida.
RA – ¿Cómo juega en esas cifras la nueva ronda de negociaciones salariales, que comienza a mediados de año? ¿Qué están suponiendo en ese respecto?
FC – A ver. La nueva ronda de negociaciones salariales va a comenzar sobre mediados de año (cuando vence algo más del 70 % de los convenios vigentes), pero teniendo en cuenta los tiempos de rondas anteriores, recién vamos a estar viendo los primeros convenios cerrando sobre la última parte del año. Con lo cual estrictamente esta séptima ronda salarial va a impactar esencialmente en los aumentos del Índice Medio de Salarios a partir de 2019.
En cualquier caso, en relación a tu pregunta, sobre qué esperamos para esta ronda, la verdad es que, a nuestro juicio, en el contexto actual del mercado de trabajo, con el empleo en los menores niveles en casi 10 años, deberíamos ver pautas que apunten a una moderación adicional de los salarios para los próximos años. Como comentamos otras veces, en nuestra opinión en esta nueva ronda debería priorizase el cuidado y la creación de puestos de trabajo por sobre aumentos adicionales del salario real.
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