Las cifras dadas a conocer ayer por el Banco Central marcaron que en el segundo trimestre del año, el PBI tuvo una contracción de 1,8 % respecto al trimestre inmediato previo y de 0,1 % en la comparación frente al mismo trimestre del año pasado.
Análisis económico
Miércoles 16.9.2015
Se trata de la primera caída interanual del PBI desde 2003 y, si bien se aguardaba un impacto negativo de la sequía en el trimestre, el dato en general fue peor a lo esperado por los analistas privados. Para analizar estas cifras estamos en diálogo con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
¿Qué evaluación general hacen de las cifras de PBI conocidas ayer? ¿Esperaban una caída en la comparación con el trimestre previo?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC) —Los datos del trimestre fueron mucho peores de lo que estábamos esperando. Nosotros estábamos esperando una contracción del PBI en la medición desestacionalizada pero de mucha menor magnitud y en la comparación interanual nuestras estimaciones apuntaban a un crecimiento todavía positivo del PBI (cuando el dato terminó mostrando un ligero descenso, de 0,1 % como recién comentaban).
Hay que advertir que en este trimestre hubo un impacto muy relevante de la menor generación de electricidad por efecto de la sequía. El sector de electricidad, gas y agua cayó más de 54 % frente al trimestre inmediato anterior y casi 59 % frente al mismo trimestre del año pasado y restó más de 1,5 puntos en la variación interanual. Ahora, de todas formas, si no contemplamos ese impacto, el PBI sin electricidad tuvo una contracción de 0,4 % frente al trimestre inmediato previo, que igualmente marca un pobre desempeño de la actividad económica.
El otro elemento a advertir es que se corrigió algo al alza la estimación del primer trimestre, del 4 % de crecimiento interanual inicial a un 4,5 % en estas cifras revisadas. De todos modos, en el conjunto del semestre estamos hablando de un crecimiento de solo 2,1 % frente al primer semestre de 2014, incluso pese al efecto de Montes del Plata, que en esta comparación entre la primera mitad de 2015 y la primera mitad de 2014 (previo a la apertura de la planta) tuvo una contribución muy importante.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Más allá de lo sucedido a nivel de la generación de electricidad, ¿Cómo fue el comportamiento de otros sectores de actividad?
FC —Si bien la caída de electricidad, gas y agua tuvo una incidencia muy importante, como comentaba recién, la verdad es que el panorama de contracción de la actividad en el segundo trimestre fue muy claro, con retrocesos generalizados a nivel de sectores.
En la comparación frente al primer trimestre del año, prácticamente todos los sectores cayeron, salvo la industria manufacturera (que creció 2,6 % por algunos impulsos de ramas puntuales) y los servicios agrupados en Otras actividades, que aumentaron casi 1 %. Y si miramos la comparación con el mismo trimestre del año pasado también se observan muchas caídas. La construcción se contrajo más de 4 % en términos interanuales, el sector de Comercio Restaurantes y Hoteles tuvo una caída similar (incluso pese a que tuvimos más turismo) y aunque el consolidado Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones creció algo más de 3 %, lo hizo a instancias exclusivamente de las Comunicaciones, pues el transporte habría caído según se señala en el comunicado, recogiendo la menor producción de bienes.
Con lo cual, en definitiva, los sectores que crecieron en el segundo trimestre, más allá de las comunicaciones y algunos servicios, fueron esencialmente los impactadas por el proyecto de Montes del Plata, es decir, la industria manufacturera y las actividades primarias (en donde según el mismo comunicado del BCU el impulso lo generó únicamente la silvicultura).
RA —Y desde la perspectiva de la demanda, ¿Qué elementos sobresalieron en la dinámica del segundo trimestre del año?
FC —Un elemento que destaca desde la perspectiva de la demanda es la caída vista a nivel del consumo privado, de más de 1 % en la comparación con el segundo trimestre de 2014. Este componente de la demanda es clave y venía siendo en los últimos años el gran motor del crecimiento económico, incluso cuando se estaba desacelerando desde inicios de 2014.
En ese sentido, este dato de abril-junio fue sorprendentemente malo, aunque había ya alguna señal en esa línea, porque las expectativas del consumidor que releva Equipos mostraban un deterioro fuerte en los últimos meses, veníamos viendo una caída de las importaciones de bienes de consumo y también de la actividad comercial que releva la Cámara Nacional de Comercio y servicios.
RA —Y a nivel de los demás componentes de la demanda agregada ¿Qué sucedió con la inversión y con las exportaciones por ejemplo?
FC —Las cifras del segundo trimestre dan cuenta de caídas en todos los componentes de la demanda en la comparación con el mismo trimestre de 2014, salvo el consumo público (es decir, el gasto público corriente, sin inversiones), que creció 2,1 %.
En particular, la inversión bruta fija se contrajo más de 6 %, con una retracción de más de 18 %, de la inversión pública (algo que era esperado en el año post-electoral) y con una caída de más de 3 % a nivel de la inversión privada, que tampoco sorprende en el contexto de deterioro de expectativas que venimos advirtiendo desde hace ya algún tiempo.
Y las exportaciones de bienes y servicios también cayeron (1,4 %) a pesar del efecto de la celulosa, que en este segundo trimestre del año todavía tuvo una incidencia muy positiva. Hay que advertir que estamos hablando de exportaciones en términos reales, es decir, en un proxy de volúmenes físicos….con lo cual no hay efecto precio en esta comparación.
RA —Con este panorama, Florencia, ¿Cómo impactan estos nuevos datos en sus proyecciones? ¿Estiman que habrá cambios?
FC —Nuestras últimas proyecciones, que revisamos 3 meses atrás al publicarse el dato del primer trimestre, apuntaban a una expansión de 2,5 % este año (que incluían 1 punto aproximadamente de Montes del Plata).
Si bien en estos momentos estamos procesando toda la información a efectos de actualizar nuestros modelos de proyección, seguramente vamos a corregir significativamente a la baja esas estimaciones, no solo por este dato que fue bastante peor a lo esperado sino también por varios factores que hemos venido advirtiendo.
El contexto internacional y regional se ha vuelto sumamente negativo en particular por la situación crítica que vive Brasil. Nuestra competitividad está en niveles insosteniblemente bajos, y eso ya está afectando la actividad exportadora y la producción agropecuaria e industrial. Los costos de construcción son sumamente altos y eso también desalienta la inversión en construcción y hay un deterioro de las expectativas muy claro, asociado a la presencia de algunos desequilibrios macroeconómicos importantes (con la inflación en casi 10 %, el déficit fiscal en 3,5 % del PBI, una competitividad que como decía recién está en niveles extraordinariamente bajos y ajustes de salarios por encima de las ganancias de productividad).
Con todos estos elementos, pensamos que este año vamos a estar viendo un crecimiento bastante menor al 2,5 % que veníamos manejando.
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Foto en Home: La Ruta de la Lana – Top Fray Marcos, San José (Archivo). Crédito: Javier Calvelo/adhoc Fotos.