El año pasado analizamos extensamente con ustedes varias aristas de la Ley de Inclusión Financiera.
Como probablemente recordarán, una de las novedades que trajo la ley fue otorgar descuentos para las compras con tarjetas, de modo de incentivar el uso de los plásticos. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Qué dicen los datos respecto al gasto que hacemos los uruguayos con tarjetas de crédito y débito? En seguida, con la economista Tamara Schandy de la consultora Deloitte les proponemos analizar las cifras que hace un tiempo publicó el Banco Central en su último informe de “Pagos Minoristas”.
Tamara, a partir de agosto del año pasado comenzó a regir un descuento de 2 puntos de IVA para las compras con tarjeta de crédito y de 4 puntos de IVA para las compras con tarjeta de débito. En los primeros meses recuerdo que tanto las autoridades como los operadores de las tarjetas señalaron que había habido impactos bien visibles en el comportamiento de las personas. ¿Qué marcaron finalmente los números?
TAMARA SCHANDY (TS):
En líneas generales confirmaron esas primeras percepciones, pero los impactos son por lejos mucho más claros a nivel del uso de las tarjetas de débito. En el caso de las tarjetas de crédito hubo un crecimiento en el volumen de operaciones, pero nada que sobresalga en forma muy contundente de la tendencia que veníamos viendo en períodos anteriores.
RA: – Empecemos por las tarjetas de débito entonces… ¿Cómo miden el impacto? ¿En la cantidad de transacciones? ¿En los montos de las compras?
TS: – El gran cambio es que se ve mucho más intensidad de uso de los plásticos… Es más, ese parámetro, que se define como la cantidad de operaciones de compra que se hace por mes con cada tarjeta, más que se duplicó entre el primer semestre (cuando no estaban vigentes los descuentos) y el segundo semestre del año pasado (cuando pega de lleno el cambio de la Ley de Inclusión Financiera). Ese mayor uso de las tarjetas hace aumentar el total de operaciones y también el gasto total. De hecho, el gasto total, que ya venía creciendo a tasas del orden del 70%-80% interanual en mediciones anteriores, se multiplicó por tres entre ambos semestres.
Ahora, no perdamos de vista que los volúmenes son todavía muy chicos en relación al gasto que se canaliza con tarjetas de crédito.
RA: – ¿Cuánto más chicos?
TS: – En la segunda parte del año pasado, por ejemplo, se gastó con tarjetas de débito el equivalente a unos 450 millones de dólares, mientras que con tarjetas de crédito el monto total de las operaciones fue de más de 2.000 millones de dólares.
RA: – ¿Por qué se da eso? ¿Porque se usan menos? ¿Porque las tarjetas de débito se usan más bien para compras chicas?
TS: – Esencialmente porque se usan menos para comprar. Cada una de las tarjetas de crédito que hay en circulación en Uruguay se usa, en promedio, casi 3 veces al mes… En el caso de las tarjetas de débito, sin embargo, el promedio no llega ni a una compra… Eso habla de que todavía hay muchos plásticos que se usan sólo para retirar dinero del cajero automático y sus dueños aún no han incorporado el hábito de usarlos para comprar en los comercios.
RA: – ¿Y en términos de montos? Los que usan las tarjetas de débito para comprar, ¿tienen un comportamiento parecido a los que compran con tarjeta de crédito?
TS: – La compra promedio con tarjeta de débito fue de un poquito más de 1.000 pesos en el promedio del segundo semestre del año pasado… Eso es un poco más bajo pero no tan distinto a lo que es el promedio por operación de las compras con tarjetas de crédito, que está en torno a 1.200 pesos si consideramos sólo las tarjetas emitidas en Uruguay.
La diferencia, como decía, es mucho mayor en el tema de frecuencia de uso para comprar… Porque incluso tampoco hay tanta diferencia en la cantidad de plásticos: hay unos 2 millones y medio de tarjetas de crédito activas y un poquito más de 2 millones de tarjetas de débito.
RA: – O sea que hay más de una tarjeta por persona en Uruguay…
TS: – Sí. El Banco Central presenta algunos ratios interesantes para las tarjetas de crédito específicamente. En Uruguay hay más o menos 2 millones y medio de personas adultas, por lo que en promedio hay un poquito más de 1 tarjeta de crédito por adulto. Por supuesto, eso no quiere decir que todo adulto tenga una tarjeta.
El Banco Central de hecho reporta que menos de la mitad de los adultos tienen una… En concreto, las tarjetas están repartidas entre aproximadamente 1 millón de personas y cada una de esas personas tiene más de dos tarjetas.
RA:_ – ¿Todas esas tarjetas se usan efectivamente? Te lo pregunto porque muchas veces desde la industria se argumenta que muchos plásticos no tienen movimientos… y de hecho muchas personas en la audiencia quizás estén pensando que tienen tarjetas en la billetera que no necesariamente usan. ¿Cómo se contempla eso en los datos?
TS: – Es claro que hay usos más y menos intensivos de los plásticos entre las personas. El informe del Banco Central y las cifras que comentaba recién consideran como tarjeta en circulación aquellas que tienen al menos 1 movimiento en el lapso de los últimos 3 meses bajo análisis… Es una definición bastante amplia, pero que obviamente deja afuera las tarjetas que no se usan nunca.
RA: – Queda claro ese punto… A nivel de los préstamos al consumo es muy notorio el crecimiento que han tenido las financieras no bancarias en los últimos años. ¿Eso se observa también en la emisión de tarjetas de crédito? ¿Cómo se compara el negocio de los bancos con el de las financieras?
TS: – Si lo miramos en cantidad de tarjetas y en cantidad de operaciones hoy están prácticamente 50%-50%… Pero el comportamiento de los tarjetahabientes no es el mismo. En términos muy generales las tarjetas de crédito emitidas por los bancos se suelen usar con montos promedio por operación más altos. Si consideramos las tarjetas emitidas por bancos uruguayos, el monto promedio por operación fue de unos 1.500 pesos en el segundo semestre del año pasado, mientras que en el caso de las tarjetas emitidas por las financieras estamos hablando de menos de 900 pesos promedio por operación.
Decíamos recién que no hay tantas diferencias respecto a la cantidad de transacciones, pero esas diferencias de monto promedio por operación terminan determinando lógicamente diferencias importantes en el volumen total operado con unas y otras tarjetas: las bancarias movieron aproximadamente el 65% de los 4.800 millones de dólares que se gastaron con tarjetas de crédito el año pasado.
En términos de crecimiento también hay alguna diferencia… Las bancarias han venido creciendo algunos puntitos por encima de las no bancarias en los últimos dos o tres años.
RA: – ¿Eso puede tener que ver con las promociones?
TS: – Es muy probable. Los bancos han sido muy agresivos con sus promociones para que los clientes gasten con las tarjetas de crédito.
Pero la verdad es que dejando de lado los matices por sello y por usuarios, de los datos se desprende que el uso de los plásticos está creciendo en forma muy generalizada… Sin importar segmentos socioeconómicos ni el perfil del emisor. Si miramos el total operado en pesos se ha duplicado en cuestión de cinco años.
RA: – Para terminar, Tamara, ¿cómo ven las tendencias en adelante?
TS: – En términos generales nosotros pensamos que vamos a estar viendo cierto enlentecimiento del consumo privado. Eso puede hacer que se modere un poco este crecimiento tan fuerte que estuvimos viendo en el gasto canalizado con tarjetas…
Pero igual debería mantenerse una tendencia de expansión bastante firme por los incentivos que está poniendo la Ley de Inclusión Financiera, porque probablemente vamos a tener más personas accediendo a tarjetas de débito por el cobro de sueldos y porque en general Uruguay está un poco rezagado respecto al uso que se hace de los medios de pago electrónicos en la región y en el mundo. De hecho, si miramos a Chile o incluso a Brasil parece claro que debería tender a aumentar bastante el uso de las tarjetas de débito en su función compra… También sería esperable que en ese proceso se segmente un poco el uso. Hoy decíamos que los montos promedio por operación son muy similares en tarjetas de crédito y de débito… Sería esperable una segmentación en el sentido de que se use tarjeta de débito para montos chicos… Pero en el total el volumen operado debería ser claramente mayor.