La inflación de julio fue de solamente 0,32 %, bastante menor a lo que indicaba la mediana de la Encuesta de Expectativas del Banco Central, que proyectaba una inflación de 0,6 %. Con esta cifra, en lo que va del año, los precios del consumo subieron 4,66 % mientras que la inflación de los últimos 12 meses se situó en 5,24 %.
Emiliano Cotelo (EC): Llevamos varios meses con subas de precios muy reducidas y por eso nos pareció oportuno enfocar nuestro análisis económico de hoy en este tema… Le damos los buenos ideas al economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Pablo, ¿cómo vieron el dato de julio que publicó ayer el INE?
Pablo Rosselli (PR): Nuestra proyección era 0,5 %. Estamos entonces dentro del margen de error más o menos usual, que es de una o dos décimas. Sin embargo, llevamos varios meses seguidos en los cuales se suceden errores de proyección reducidos pero siempre del mismo signo: la inflación termina siendo algunas décimas menor a la prevista. Nos ha pasado a nosotros y algo similar se observa con la Enc. de Expectativas. La realidad es que las presiones inflacionarias están siendo muy bajas.
RA: ¿Qué elementos vale la pena destacar del comportamiento de los precios, Pablo?
PR: Emiliano decía que la inflación anual está en 5,24 %. El mes pasado estaba en 5,3 %. Tenemos que retroceder hasta 2005 para ver valores tan bajos de inflación. Nuestra medida de inflación subyacente, sin embargo, es más alta: 6,2 %. Inflación subyacente saca precios administrados, frutas y verduras proporciona una mejor señal de la tendencia más firme de la inflación. Este año tenemos una caída de frutas y verduras de 18 %, que está revirtiendo una suba muy grande que se había producido entre mediados de 2015 y mediados de 2016. Este ajuste a la baja de las frutas y verduras imprime una reducción transitoria adicional a la inflación. Más allá de eso, la tendencia a la baja de la inflación es generalizada en lo que hace a componentes del IPC. Si miramos los ítems que componen la canasta, más de 50 % están subiendo menos de 7 % (techo del rango meta). Un año atrás, solo el 20 % de los ítems subía menos de 7 %.
RA: Una pregunta que siempre surge, Pablo… ¿Cuánto juega la debilidad del dólar en la reducción de la inflación?
PR: Ha jugado un papel importante. Los PT subieron en los últimos 12 meses un 3,6 %, hace poco más de un año subían 10 %. Acá incide de modo importante la debilidad del dólar. Pero los PNT también se han moderado de un modo muy significativo. Hace poco más de un año subían 11 %, ahora están subiendo 8,4 %. El descenso de la inflación no se explica solo por la debilidad del dólar. También fueron claves las pautas salariales que promovieron un menor ritmo de aumento de los salarios nominales y el mantenimiento de una política monetaria contractiva por parte del BCU.
RA: Con estos números, Pablo, ¿cómo quedan las perspectivas para lo que resta del año?… Todo parece indicar que la inflación cerrará dentro del rango meta… ¿Cómo lo ven ustedes?
PR: Es muy probable que así sea. Si no se produce una suba abrupta del dólar, que no está en los pronósticos, la inflación va a cerrar dentro del rango meta. De hecho, nosotros estamos proyectando que la inflación cerrará el año dentro del rango desde hace ya unos meses (desde marzo). Estamos revisando las proyecciones a la luz de este nuevo dato, pero pensamos que a diciembre de 2017 la inflación estará en 6 % aproximadamente, algo por encima del nivel actual, que tiene ese componente transitorio de Frutas y Verduras que debería disiparse en los próximos meses.
RA: ¿Y qué esperan para 2018? ¿Se mantendrá la inflación dentro de la meta del gobierno?
PR: Es un escenario que está ganando cada vez más probabilidad. Por un lado esperamos que el dólar presente cierta tendencia al alza el año próximo, eso podría darle cierto impulso al componente transable de la canasta. Por otro lado, los salarios nominales se están moderando y eso juega a favor de que los precios no transables se desaceleren. ¿Qué factor pesará más? Es difícil saberlo con certeza pero estamos proyectando que la inflación cerrará algo por debajo de 7 %, asumiendo un dólar de 31 pesos para el fin del año que viene. Está claro, de todos modos, que el margen de error 18 meses adelante es importante por lo cual la inflación perfectamente podría terminar algo más arriba. De todos modos, lo que no deberíamos perder de vista es que la política monetaria procurará mantener la inflación dentro del rango meta. Es muy importante que eso pase porque el año que viene, segundo semestre, tenemos negociaciones salariales… y será mucho más fácil encarar esas negociaciones con la inflación dentro del rango. A fin de cuentas, la apuesta del gobierno de cambiar las pautas salariales, pasando a ajustes nominales y dejando atrás los esquemas de indexación a la inflación pasada funcionaron muy bien Y permitieron bajar la inflación, con subas nominales de salarios más acotadas y sin caída del salario real. De hecho, este año, el salario privado va a subir más de 3 % gracias a que la inflación cayó fuerte. Por lo tanto, tenemos que pensar que la política monetaria va a jugar para mantener la inflación dentro de la meta. Por supuesto, si el contexto internacional cambiara mucho y el dólar subiera fuertemente, podríamos tener un rebote en la inflación. Pero en el escenario más probable, tendremos la inflación en torno de 7 % o algo por debajo de 7 % el año próximo.
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