En plena discusión de la Rendición de Cuentas, uno de los temas que suele aparecer en el debate público tiene que ver con el nivel y la evolución de la deuda pública en nuestro país… El tema, además, ha ganado relevancia en estos últimos meses, en que estamos viendo un notorio deterioro de las condiciones de financiamiento de nuestras economías vecinas y por eso parece oportuno preguntarse… ¿Cuán problemático resulta el nivel y la evolución reciente de la deuda pública en nuestro país? ¿Cómo se evalúa, en términos más generales, la situación financiera actual del gobierno uruguayo? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA) — Antes que nada, para entrar en tema, comentemos algunas cifras clave… ¿A cuánto asciende el nivel de deuda pública en Uruguay hoy por hoy?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): – La deuda pública bruta totalizaba a marzo de este año unos US$ 40.300 millones, que equivalen a casi 67% del PBI. Ahora, al mismo tiempo el gobierno tiene un volumen importante de reservas acumuladas. De hecho, algunas de las emisiones realizadas en los últimos años se hicieron para aprovechar condiciones de financiamiento muy favorables y parte de los fondos obtenidos no se utilizaron, sino que terminaron fortaleciendo el nivel de reservas. Por eso, la medición más relevante, tanto para evaluar cuán problemático es el nivel de deuda como para comparar con otros países es la deuda neta, que se obtiene de restar a la deuda bruta las reservas internacionales.
RA – ¿Y a cuánto asciende la deuda neta, entonces?
FC – A marzo la deuda neta se ubicaba en casi US$ 19.900 millones, equivalentes a 33% del PIB. Sin embargo, hay que contemplar también que, dentro del stock de reservas, hay algunos componentes que no son de libre disponibilidad del Gobierno (como, por ejemplo, los encajes bancarios, que se computan dentro de los activos de reserva del Banco Central pero que son en realidad obligaciones con el sistema financiero). Por eso, una corrección habitual que se realiza al cálculo de la deuda neta que antes comentaba es considerar únicamente las reservas de libre disponibilidad del Gobierno… Con ese criterio, la deuda neta estaría ascendiendo a poco más de US$ 25.200 millones en números redondos, que representan 42% del PIB.
RA – Florencia, recientemente, en las redes sociales y también en algunos medios de prensa, trascendieron algunos rankings en los que se ubicaba a Uruguay como uno de los países del continente con mayores niveles de deuda por habitante, ¿esto es así?
FC – Sí, los he visto. Más allá de que en algunos de esos rankings se comparaba la deuda bruta y no la neta… hay que tener presente que lo relevante, al analizar o al comparar los niveles de deuda pública entre países, no es la deuda por habitante, sino la capacidad que cada país tiene de hacer frente a esa deuda… Aun siendo cierto que Uruguay tiene un nivel de deuda por habitante mayor al de la mayoría de los países de la región, también tiene un PBI per cápita mayor que la mayoría de los países de la región… Por eso, los economistas siempre hacemos énfasis en que la medida que importa es la deuda pública en relación al PBI, es decir, en relación a los ingresos que genera el país.
Para que la deuda pública no termine siendo problemática debe ser “sostenible” en el tiempo y para eso la clave pasa porque el crecimiento de esa deuda no supere de forma sistemática al crecimiento del PBI… Y eso, a su vez, depende del nivel de intereses que paga esa deuda y del resultado fiscal que presenta el gobierno todos los años… que es lo que en última instancia determina la necesidad de realizar nuevas emisiones de deuda.
RA — Está claro. Y yendo a la evolución que ha venido mostrando la deuda pública en nuestro país… ¿cuánto ha subido en los últimos años? ¿A cuántos millones llegaba la deuda neta, por ejemplo, diez años atrás?
FC — Hace diez años, allá por 2007, la deuda neta, siempre calculada considerando únicamente las reservas de libre disponibilidad, llegaba a poco más de US$ 11.000 millones. Hoy está en más de US$ 25.000 millones, como mencionaba recién. Sin embargo, como explicaba antes, lo adecuado es medir la evolución de la deuda pública en relación al PIB, porque usualmente, el PIB crece. Y por eso en períodos muy largos, quedarnos con la medición en dólares puede llevarnos a conclusiones muy equivocadas.
De hecho, en 2007 la deuda pública neta representaba casi 48% del PIB y ahora representa poco más de 40 % del PIB… justamente porque el PIB ha crecido mucho y junto con el crecimiento del PIB aumenta la recaudación de impuestos con la cual hacer frente al pago de los intereses de la deuda.
De todos modos, Romina, si bien la deuda es menor en relación al PIB que hace diez años y aún está en un nivel que podemos considerar “manejable”, la tendencia desde 2014 para acá ha sido claramente al alza. Y eso es porque tenemos un déficit fiscal muy elevado, que exige realizar nuevas emisiones de deuda todos los años… Por eso nuestra insistencia y la de la mayoría de nuestros colegas en la necesidad de reducir el déficit fiscal…
RA – Ahora, en medio de todas las turbulencias que estamos viendo en la región, el gobierno, pero también la mayoría de los analistas y las propias agencias calificadoras, destacan la solidez financiera que tiene Uruguay… ¿cómo convive esa visión con la preocupación por el alto déficit fiscal?
FC — Acá tenemos que distinguir entre lo que ha sido la gestión del endeudamiento público y lo que ha sido la gestión de la política fiscal y del déficit fiscal.
Con esto me refiero a que una cosa es marcar que tenemos problemas con la gestión de la política fiscal y que el déficit fiscal es excesivamente alto… Este es un aspecto en torno al cual hoy hay mucho consenso entre los economistas… si el déficit fiscal no mejora, la deuda pública continuará subiendo a un ritmo que en algún momento va a generar problemas.
Sin embargo, al mismo tiempo se reconoce la muy buena gestión que ha tenido la deuda pública. Dado que el país tiene déficit fiscal, necesita emitir deuda para financiar ese déficit y necesita también emitir nueva deuda para renovar la deuda que vence… Eso es un hecho… Y es muy importante gestionar bien ese endeudamiento. En ese sentido, a nuestro juicio es indiscutible que en los últimos 15 años hemos logrado mejoras sustanciales en el perfil de esa deuda, que le dan a las finanzas públicas una solidez destacable en la comparación internacional.
RA – ¿Cuáles han sido concretamente las principales mejoras que ha tenido el perfil de la deuda pública?
FC – En primer lugar, ha habido una clara mejora en términos del plazo de la deuda. La vida media de la deuda del gobierno actualmente alcanza a unos 13 años… cuando en el promedio de las economías emergentes es de unos 7 años… Y a esto se suma que Uruguay tiene reservas internacionales abundantes (que alcanzan a casi 30% del PBI) y cuenta con líneas de crédito contingentes con los organismos multilaterales de crédito. Todo eso reduce muchísimo el riesgo de tener problemas de liquidez.
Y, a su vez, el país logró reducir sustantivamente el grado de dolarización de la deuda pública… emitiendo deuda en unidades indexadas y recientemente incursionando en la emisión de deuda en pesos nominales. Mientras que 10 años atrás, en 2007, casi el 70% de la deuda externa estaba nominada en dólares, actualmente la deuda en dólares representa poco más del 40% de la deuda externa total… Y ese cambio de composición por moneda es una mejora muy importante, porque reduce los riesgos asociados a la suba del dólar y le da más flexibilidad al gobierno para absorber shocks externos negativos, como el que estamos recibiendo hoy por hoy desde la región.