A. Económico

Industria manufacturera mostró repunte en agosto: ¿Cuáles son las perspectivas?

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

En agosto la actividad de la industria manufacturera aumentó 2 % en la comparación con el mismo mes de 2015. Incluso, si no se considera la actividad de la refinería de Ancap, la producción manufacturera mostró un incremento de más de 6 % en la misma comparación.

Emiliano Cotelo (EC) —Las cifras, sin dudas, mostraron un repunte respecto a lo que veníamos viendo en meses anteriores. Por eso, nos pareció que valía la pena examinar en más detalle estos últimos datos y conversar sobre las perspectivas para este sector tan importante de la economía nacional.  Para eso, estamos con el economista Leonardo Mangado, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA) —Leonardo, recién comentaba Emiliano que en agosto la producción industrial pareció mostrar un repunte después del pobre desempeño que venía teniendo en la primera mitad del año… ¿Cómo analizaron ustedes estas cifras que el INE dio a conocer sobre fines de la semana pasada?

Leonardo Mangado (LM) —Es claro que las cifras de agosto fueron mejores que las que veníamos viendo en meses anteriores… Como adelantaban recién, la actividad manufacturera creció 2 % frente a agosto de 2015, y si no consideramos la contribución de la actividad de la refinería, que en agosto tuvo una contracción de más de 20 %, la expansión fue de aproximadamente 6 %.

Además, la producción de celulosa creció muy ligeramente (apenas 2 % interanual) y la rama de alimentos diversos (que refleja esencialmente lo que sucede con la producción de concentrados de Pepsico), volvió a tener una retracción fuerte, de más de 13 % frente a agosto de 2015. Con lo cual, el repunte que mostró la industria en agosto no se explicó por una mayor actividad de estas ramas, que nosotros usualmente extraemos del análisis porque reflejan esencialmente la actividad de unas pocas empresas muy grandes.

De hecho, lo que en Deloitte llamamos “núcleo de la industria manufacturera”, que excluye tanto a la refinería como a esas dos ramas que recién mencionaba (es decir, la de producción de celulosa y la de alimentos diversos) tuvo un desempeño sorprendentemente bueno en agosto, que contrasta de forma muy clara con lo que veníamos viendo en meses anteriores.

RA —¿Cómo evolucionó concretamente el “núcleo de la industria” en agosto?

LM —El núcleo de la industria creció casi 11 % frente a agosto de 2015. Es cierto que justamente en agosto de 2015 habíamos visto un dato particularmente malo y eso puede estar incidiendo en alguna medida en la comparación, pero en cualquier caso las cifras de agosto de 2016 muestran una mejora notoria. Para poner una referencia, desde abril la industria venía mostrando caídas ininterrumpidas de más de 4 % interanual. Y si miramos la serie de ciclo-tendencia de este indicador de núcleo, la tendencia descendente venía siendo muy firme desde finales de 2014. Estas cifras de agosto mostraron una pausa en esa tendencia, pero por supuesto no revierten la caída acumulada en los anteriores 18 meses…  El acumulado del año sigue marcando una retracción de 3 % frente a los niveles del mismo período un año atrás.

RA —Y al interior de ese “núcleo industrial”, ¿cómo fue el comportamiento a nivel de las principales ramas?

LM —La verdad que en estas cifras de agosto vimos un repunte muy generalizado. A nivel de las principales ramas exportadoras las únicas excepciones fueron la industria pesquera y la industria de fabricación de tops de lana, que   mantuvieron una significativa contracción… Luego la industria frigorífica, las curtiembres, e incluso la industria láctea y la industria de hilados y tejidos, que venían mostrando bajas fuertes, tuvieron un aumento en agosto. Y, por otra parte, a nivel de otras ramas de bajo comercio exterior o de comercio esencialmente regional, sobresalió el buen desempeño de la industria maltero-cervecera (que venía de caídas fuertes en meses previos)… también vimos un crecimiento importante en algunas ramas de la industria textil y de la vestimenta, en los plásticos, los productos químicos y otras ramas vinculadas a la construcción como son la producción de cemento, cal y yeso y algunas industrias metalúrgicas, por mencionar algunas de las que tienen mayor importancia.

En cualquier caso, Romina, y más allá de estos ejemplos puntuales, la verdad es que, como decía antes, la recuperación fue muy generalizada en agosto. Cómo comentamos otras veces, nosotros en Deloitte elaboramos un indicador que llamamos de difusión del crecimiento industrial, que mide el porcentaje de ramas que crecen frente a los niveles de un año atrás. Ese indicador venía mostrando cierta mejora en el último año (desde los peores registros de mediados de 2015) pero en agosto tuvo un incremento muy claro y se ubicó en 70 % en el mes. Con lo cual, estamos diciendo que más de 2 de cada 3 ramas que releva el INE tuvieron una tasa de crecimiento positiva en agosto, algo que no se había visto en los últimos tres años…

De todos modos, nuevamente hay que recordar que veníamos de meses con desempeños notoriamente peores, con lo cual en el conjunto del período enero-agosto apenas un tercio del total de las ramas lograron crecer en la comparación interanual.

RA —Leonardo, otras veces, cuando analizábamos las cifras relativas al sector, comentaban que las horas trabajadas en la industria estaban cayendo muy fuertemente. ¿Qué marcaron las cifras de agosto en ese sentido? ¿Se vio alguna mejora también a nivel de este indicador?

LM —Sí. En agosto también se observó una suba modesta de las horas trabajadas en el sector, de 2 % frente a los niveles de un año atrás. Se trata de la primera suba de las horas trabajadas en la industria en dos años. En cambio, el indicador de Personal Ocupado arrojó un descenso de 3 % en la misma comparación y está en los menores niveles en más de 10 años.

RA —Entonces, a partir de estas cifras, ¿cómo están viendo las perspectivas para la industria manufacturera? ¿Estos datos de agosto pueden ser el comienzo de una recuperación para el sector?

LM —Todavía nos parece que es algo prematuro concluir que el sector manufacturero está ya dejando atrás el contexto recesivo que venía atravesando en los últimos años. Como comentaba antes, es claro que las cifras de agosto mostraron varias señales positivas, pero por el momento es sólo un mes y además un mes que se compara con niveles particularmente malos un año atrás, con lo cual habrá que ver si estas buenas señales se sostienen.

En nuestras proyecciones, nosotros esperamos que la industria cierre este año con una retracción de algo más de 3 % y que en 2017 tenga una caída adicional en el promedio del año. Ahora, en relación a la proyección del año que viene hay un elemento clave, que es la parada de mantenimiento de la refinería. De acuerdo a la última información, esta parada está prevista en el primer semestre de 2017 y, como es evidente, va a suponer un impacto muy fuerte en la producción manufacturera del promedio del año. Más allá de ese elemento puntual a nivel de la refinería, nosotros tendemos a pensar que la mejora del contexto externo que empezó a consolidarse en el último tiempo y sobre todo la perspectiva de reactivación de los países vecinos podría alentar una recuperación de la producción manufacturera el año próximo.

Hay que tener presente que para varias ramas de la industria manufacturera uruguaya la región es un mercado muy importante y por lo tanto el sector viene sufriendo en los últimos años las restricciones de acceso en Argentina primero y los impactos de la pérdida de competitividad con Brasil y de la recesión en ambos países después. En ese sentido, las cifras de agosto pueden estar ya recogiendo cierta mejora de acceso en el mercado argentino y una mejor situación de competitividad frente a Brasil. Si bien con este vecino seguimos estando muy caros en una perspectiva histórica, es claro que desde los peores momentos de la segunda mitad de 2015 hemos tenido un abaratamiento significativo, que podría estar suponiendo cierto alivio para las ramas más volcadas a ese mercado.

***

Comentarios