En momentos en que una firma emblemática de la industria papelera nacional, como FANAPEL, anuncia su cierre definitivo y mientras que Molino Dolores, otra empresa del sector, atraviesa serias dificultades, el Instituto Nacional de Estadística divulgó ayer nuevos datos sobre el desempeño del sector manufacturero en nuestro país, que marcaron, sin embargo, un panorama de crecimiento de la industria en el cierre del año pasado.
Emiliano Cotelo (EC): Concretamente, de acuerdo a estas cifras, en diciembre de 2016 la actividad en la industria manufacturera creció 5,6% frente a diciembre de 2015 y de esa manera, en el promedio del año pasado, el sector se mantuvo prácticamente estancado, con una variación de apenas 0,3% respecto del año previo.
¿Cómo se analiza el comportamiento de la industria manufacturera el año pasado? ¿Qué perspectivas se manejan para este año? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Florencia, Emiliano adelantaba que la producción industrial creció 5,6% en diciembre. ¿Cómo vieron las cifras que divulgó el INE ayer?
Florencia Carriquiry (FC): Como comentamos varias veces los datos mensuales de la producción industrial son bastante volátiles y hay que ser cuidadoso al momento de sacar conclusiones…
De todas maneras, hecha esa advertencia, estos datos de diciembre volvieron a marcar un crecimiento significativo de la industria, confirmando lo visto en noviembre y dejando atrás los malos datos que habíamos tenido en el mes de octubre, que de alguna manera habían sembrado dudas sobre la recuperación industrial que había comenzado a insinuarse sobre mediados del año pasado. Como decía Emiliano, la producción manufacturera se expandió 5,6% interanual y si miramos la industria sin refinería, el crecimiento fue de 6%.
Con estos datos, en el conjunto del año la industria en su conjunto se mantuvo prácticamente estable frente a 2015 (tuvo una variación de apenas 0,3% en total), aunque se retrajo un 1% si miramos la industria sin refinería. Ahora, ese promedio anual esconde una evolución muy particular en el transcurso del año… tuvimos una primera mitad de 2016 de franca contracción y un segundo semestre donde la industria tendió a recuperarse (aunque con vaivenes en las estadísticas mensuales).
RA – Antes de entrar en el análisis del conjunto del año, parece interesante hacer foco en estas mejores cifras del cierre de 2016. ¿En qué ramas se apoyó el crecimiento industrial visto en diciembre?
FC – La verdad es que el crecimiento en diciembre fue muy generalizado. De hecho, las ramas de la refinería, la celulosa y alimentos diversos, que siempre intentamos extraer del análisis porque reflejan esencialmente a sólo cuatro grandes empresas (que son la refinería de ANCAP, las plantas de Montes del Plata y UPM y la fábrica de concentrados de PepsiCo), no tuvieron una contribución relevante en el mes de diciembre. Con lo cual, el indicador de núcleo industrial que elaboramos en Deloitte y que se concentra justamente en la producción de la industria sin considerar esas tres ramas mostró realmente un muy buen desempeño en el último mes del año pasado.
RA – ¿Cómo evolucionó concretamente el núcleo industrial en diciembre, Florencia?
FC – Concretamente, el núcleo industrial creció 6,7% interanual. Es cierto que la última parte de 2015 fue un período muy malo para el sector industrial, con caídas muy importantes del núcleo en aquel momento, pero los datos más recientes marcan una recuperación significativa de la producción en los últimos meses de 2016. Y, además, Romina, la recuperación de finales del año pasado fue bastante generalizada por ramas. Como otras veces comentamos, en Deloitte computamos un índice de difusión, que busca monitorear qué porcentaje de ramas viene creciendo y, por oposición, permite mirar también qué porcentaje de ramas muestra caídas en su nivel de actividad. Y ese índice de difusión se ubicó en diciembre en 68%. En otras palabras, 40 de las 59 ramas que componen el núcleo del IVF industrial mostraron avances en la comparación interanual y eso también consolida una mejora significativa a nivel de este indicador. Pensemos que entre mediados de 2015 y mediados de 2016 este indicador tendió a ubicarse por debajo de 40%…
RA – Entonces, con esta recuperación de finales de año, ¿qué sucedió en el conjunto de 2016 a nivel del núcleo industrial?
FC – Pese a esta recuperación de finales de 2016, en el promedio del año el núcleo de la industria manufacturera volvió a caer, por tercer año consecutivo. Yendo a las cifras, el indicador de núcleo industrial cayó casi 1% en la comparación promedio anual y se ubicó casi 6% por debajo de los niveles pico de 2013.
Y, además, si bien el año terminó con cierta recuperación en la gran mayoría de las ramas, en el promedio anual la situación fue diferente. De hecho, el indicador de difusión que antes comentábamos se ubicó en 42% en el promedio del año… con lo cual la mayoría de las ramas relevadas se retrajo en el conjunto de 2016, aunque como siempre hubo comportamientos heterogéneos.
RA – ¿Podemos comentar algunos ejemplos? ¿Qué ramas mostraron mejor desempeño y cuáles, por el contrario, tuvieron las peores caídas en el conjunto del año pasado?
FC – En general, las ramas agroindustriales, más típicamente exportadoras, mostraron un mejor desempeño, aunque también con diferencias al interior del grupo. En particular y en un marco de buen dinamismo de la faena bovina en el segundo semestre, la industria frigorífica creció más de 7%% en el año… También fue un año de crecimiento significativo para las curtiembres (que incrementaron su producción un 17%) y para los molinos arroceros, que crecieron 22% en el año (luego de un año 2015 que había sido muy duro para esta rama). En cambio, para sectores como la industria láctea, la industria pesquera y la producción de tops de lana y de hilados y tejidos el año cerró con caídas, aunque de diferente magnitud.
RA – ¿Y qué pasó a nivel de otras ramas más volcadas al mercado doméstico?
FC – A nivel de las ramas más orientadas al mercado local o que exportan esencialmente a la región, el desempeño fue mixto, pero tendieron a verse más caídas en el conjunto de 2016… Por mencionar algunos ejemplos… los retrocesos más fuertes se observaron a nivel de la industria automotriz (con un descenso de 76% en el año), de la fabricación de objetos de barro, loza y cerámica (que tuvo un descenso de más de 50%) y en ramas como la industria del caucho, la producción de bebidas alcohólicas, la fabricación de recipientes metálicos, las marroquinerías y la industria de la vestimenta y de acabado de textiles que en todos los casos tuvieron contracciones de entre 20% y 35% en el año.
RA – Para terminar, Florencia y con estos últimos datos sobre la mesa, ¿qué perspectivas manejan para el sector industrial en 2017?
FC – Como decía al inicio, hay que ser cuidadoso con sacar conclusiones muy asertivas a partir de cifras mensuales. Tendremos que esperar a ver si los próximos meses siguen ratificando las buenas señales vistas sobre el cierre de 2016, pero a priori, en Deloitte esperamos que el núcleo de la industria mantenga una recuperación (aunque moderada) en 2017, sobre todo en la medida en que la región efectivamente muestre una reactivación y en la medida en que el dólar retome cierta alza, que permita ir recomponiendo, aunque sea lentamente, la competitividad externa.
Ahora, más allá de esa perspectiva de recuperación a nivel del núcleo industrial, hay que tener presente que este año está prevista una parada de mantenimiento en la refinería de ANCAP, que duraría algo más de 3 meses y que evidentemente va a impactar de forma muy fuerte en las cifras del IVF total del año. De hecho, contemplando ese cierre de mantenimiento de la refinería nuestros pronósticos apuntan a que la industria manufacturera en su conjunto va a cerrar 2017 con una contracción de en torno al 2%.