La inflación de noviembre se ubicó en 0,43 %, según datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Con ese registro, el acumulado de los primeros 11 meses del año alcanza a 10 % y la medición en términos de 12 meses volvió a subir, pasando de 9,15 % en octubre a
Análisis económico
Viernes 4.12.2015
La inflación del mes de noviembre se ubicó en 0,43 %, de acuerdo a los datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con ese registro, en el acumulado de los primeros 11 meses del año la inflación alcanzó a 10 % y la medición en términos de 12 meses volvió a subir, pasando de 9,15 % en octubre a 9,46 % en noviembre.
Para analizar estas cifras y conversar de las perspectivas para los próximos meses, estamos en diálogo con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Florencia, ¿Cómo vieron el dato de inflación divulgado ayer? En lo que va del año el IPC ya acumuló una suba de 10 %… ¿Esto estaba dentro de lo esperado?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC) —Las cifras sí estuvieron bien en línea con lo esperado. De hecho, nuestro pronóstico era de una suba de 0,4 % en el mes, con lo cual podemos decir que las cifras conocidas ayer no supusieron ninguna sorpresa.
En los últimos meses veníamos advirtiendo que la moderación que se había visto en setiembre-octubre tenía que ver con algunos factores transitorios (como el impacto del primer acuerdo de precios con las grandes superficies) y por eso estábamos esperando que el registro anual de inflación volviera a repuntar en los últimos meses del año…
En la misma línea, también advertíamos que la medición del acumulado anual podía alcanzar en noviembre a 10 %. Ahora, nuestro pronóstico para el cierre del año todavía se ubica algo por debajo de ese nivel, porque el programa “UTE Premia” en diciembre implica habitualmente un dato negativo de inflación en dicho mes… Por eso, otras veces hemos dicho, que desde que tenemos este programa de UTE en el último mes del año, no resulta del todo adecuado mirar el aumento acumulado anual del IPC, porque en esa medición se incluye un aumento extraordinario en enero (por la reversión de dicho programa) que no debe verse aislado de la rebaja de la electricidad del mes previo.
RA —Está claro el punto. ¿Y cómo fue el comportamiento de los precios al interior de la canasta de consumo el mes pasado? ¿Qué elementos merecen un destaque según su análisis?
FC —La verdad que en el dato del mes no hubo ningún elemento que merezca un destaque particular. Como era esperado, vimos una leve baja de los precios administrados por el impacto remanente de la rebaja de los combustibles realizada en la segunda mitad de octubre y, por otro lado, también bajó (un 0,7 %) el precio promedio del conjunto frutas y verduras (exclusivamente por el abaratamiento de las verduras)…
En ese marco, hay que señalar que lo que en Deloitte llamamos la inflación subyacente (que no contempla ni los precios de las frutas y verduras ni los precios administrados), se ubicó en 0,6 % en noviembre y en la medición anual aumentó dos décimas hasta 10,3 %… Es el quinto mes consecutivo en que tenemos a la inflación subyacente por encima de 10 %…
RA —Con ese nivel de inflación subyacente, el riesgo de superar en próximos meses el umbral del 10 % sigue estando presente, ¿verdad?
FC —A nuestro juicio, sigue habiendo sí una probabilidad importante de que la inflación supere el 10 % en los próximos meses. De hecho, nuestros pronósticos apuntan a una inflación cerrando este año apenas por debajo de ese umbral (en 9,8 % según nuestros últimos pronósticos) y superándolo en el transcurso de 2016.
Lo cierto Romina es que, más allá de si se alcanzan o no los dos dígitos, estas últimas cifras nos siguen confirmando que las presiones inflacionarias se mantienen muy firmes… y el panorama para adelante nos hace pensar que difícilmente cedan de forma muy significativa.
RA —¿Por qué decís eso, Florencia?
FC —Digo eso porque mirando hacia adelante, Uruguay va a seguir enfrentando presiones relevantes sobre los precios, incluso pese al enfriamiento de la actividad económica que ya estamos viendo y que probablemente se irá profundizando. Como comentamos otras veces, por un lado Uruguay tiene el desafío de ir acomodando la prevista (y necesaria) suba del dólar y, por otro lado, mantiene aumentos salariales todavía bastante altos que las empresas van a tender a tratar de pasar a precios. A este contexto se agrega que, con la situación fiscal actual, ya no tiene espacio para seguir usando las tarifas para contener el IPC ni tampoco para iniciativas como el subsidio a la cuota mutual que se implementó en años anteriores. Y finalmente, si bien en estos últimos meses el gobierno ha recurrido a la herramienta de los acuerdos de precios, que tienen algún impacto en el IPC, ese impacto es en cualquier caso muy transitorio… Los acuerdos de precios no solucionan la problemática inflacionaria en lo sustancial.
Frente a ese panorama, lo que vemos con preocupación es que, en los hechos, la inflación está operando como una restricción cada vez más fuerte para que el país procese la suba del dólar que precisa para mejorar su competitividad… En ese marco, desde hace algún tiempo venimos advirtiendo que a nuestro juicio está aumentando el riesgo de que la actividad económica se frene aún más (e ingresemos en una fase recesiva).
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Foto en Home: Feria de Tristán Narvaja. Crédito: Santiago Mazzarovich/adhoc Fotos.