El IPC tuvo una suba de 0,8% en mayo y, de esa manera, la inflación en términos anuales se ubicó en 7,21%, saliendo nuevamente del rango objetivo.
¿Cómo se analizan estos últimos datos? ¿Qué podemos esperar para los próximos meses? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Florencia, ¿cómo vieron el dato de inflación de mayo? ¿La suba del dólar permitía prever que el registro de mayo iba a estar arriba del 7% nuevamente?
Florencia Carriquiry (FC): La verdad es que resultaba sí bastante previsible que la inflación de mayo iba a ser alta, porque el dólar tuvo un salto notorio en el mes. Recordemos que el tipo de cambio había cerrado abril por debajo de $ 28,60 y a mediados de mayo llegó a cotizar por encima de $ 31,40. Luego bajó levemente hacia niveles de $ 31… pero en cualquier caso en el promedio del mes vimos una devaluación de 8%. Contemplando eso nuestros modelos de proyección apuntaban a un incremento de 0,8% en el mes, coincidente con lo que terminaron marcando los datos publicados ayer por el INE.
Desde esa perspectiva, ya conocida la suba que tuvo el dólar en mayo, no resultó una sorpresa que la inflación volviera a salir del rango objetivo…
RA – ¿Y cómo fue la evolución de los precios al interior de la canasta? Supongo hubo aumentos particularmente intensos en los precios más directamente impactados por el dólar, ¿es así?
FC – Sí. Como era de preverse, al interior de la canasta, sobresalieron los aumentos vistos a nivel de bienes transables, es decir, aquellos que se comercian con el exterior y por ende están, como decías, más directamente vinculados al dólar. Concretamente, la inflación transable fue de 1,6% en mayo y de esa manera pasó de estar en 4,7% en los doce meses a abril a ubicarse en 6,3% en el año finalizado en mayo. Y en particular hubo incrementos muy fuertes (de más de 4% en el mes) en rubros que se comercializan en dólares, como son los automóviles, los electrodomésticos o los pasajes aéreos… por mencionar algunos ejemplos claros.
RA – ¿Y qué pasó a nivel del resto de los componentes de la canasta?
FC – En el resto hubo subas de precios muy inferiores. La inflación a nivel de los bienes y servicios no transables se ubicó en 0,5% en mayo y permaneció en torno a 8% en la medición anual, al tiempo que no hubo subas muy relevantes ni en precios administrados ni en frutas y verduras (en donde la baja de las frutas compensó el incremento promedio de los precios de las verduras).
De esa manera, nuestra estimación de la inflación subyacente, que no contempla ni frutas y verduras ni precios administrados fue de 1% en el mes y en términos anuales pasó de 6,5% en abril a 7,3% en mayo.
RA – Está claro. ¿Y qué podemos esperar para los próximos meses? ¿Qué están proyectando en Deloitte?
FC – Para responder esa pregunta es clave, como comentamos otras veces, la evolución que se proyecte para el dólar. Nosotros en Deloitte estamos contemplando que la suba del tipo de cambio vista en mayo no se va a revertir en lo que resta del año, aunque tampoco estamos trabajando con un aumento adicional muy significativo en el corto plazo. Concretamente, nuestros últimos pronósticos asumen un dólar en torno a los niveles actuales al cierre de 2018… Y con ese pronóstico cambiario nuestros modelos de proyección marcan que la inflación cerraría el año en torno a 7,5%, es decir, fuera del rango objetivo.
De alguna manera, Romina, esto ratifica lo que veníamos comentando en meses pasados, cuando decíamos que el partido contra la inflación no estaba ganado, porque el hecho de que la inflación se mantuviera dentro del rango meta dependía de modo crucial de que el dólar siquiera sin subir… Y si bien ese era el escenario con el que veníamos trabajando para 2018 hasta abril, advertíamos que era un escenario poco sostenible en el mediano plazo y sujeto a varios riesgos…
Hoy, luego de los cambios que se fueron configurando en el escenario externo y regional en el último mes y pico, nos parece difícil que el dólar vuelva en los próximos años a bajar y más bien pensamos que en una perspectiva algo más larga, vamos a ver un tipo de cambio subiendo en Uruguay (al menos de forma lenta) … Y con un dólar aumentando y salarios subiendo más de 7% en términos anuales, resulta esperable que la inflación se mantenga fuera del rango objetivo también en 2019.
RA – ¿Y podemos volver a ver a la inflación cerca del 10%?
FC – Hoy estamos bastante lejos de ese escenario, pero en las circunstancias actuales, tampoco lo podemos descartar. Más allá del ritmo al que suba el dólar (algo que de por sí es bastante incierto en el contexto regional actual), otro elemento clave para la trayectoria de los precios es lo que suceda con los salarios y allí será central ver como se desarrollan las negociaciones colectivas que están comenzando…
La reciente suba de la inflación puede alentar demandas de mayores incrementos salariales desde el frente sindical (e incluso podemos ver reclamos de revisión de las pautas oficiales). Pero, en nuestra opinión, sería realmente peligroso ceder a esas presiones, no sólo desde la perspectiva de la inflación (por el riesgo de volver a acercarnos a los dos dígitos) sino además por la situación del mercado de trabajo, en donde estamos viendo una tendencia firme de destrucción de empleos.