La Reserva Federal de EEUU anunció ayer un nuevo incremento de su tasa de interés de referencia, esta vez a un rango de entre 2,25 % y 2,50 %
Emiliano Cotelo (EC): El movimiento era ampliamente esperado por los mercados, pero el foco de atención estuvo en lo que señalizó para el año que viene. Concretamente, el comunicado marcó un panorama un poco más sombrío en materia de crecimiento económico e incluyó una perspectiva de aumento más moderado en la tasa el año que viene. ¿Cómo reaccionaron los mercados a esta novedad? ¿Cuáles son las claves que tenemos que mirar desde Uruguay? Lo conversamos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Tamara, decía Emiliano recién que el movimiento de ayer estaba bastante descontado, pero hubo mucho movimiento en el mercado cuando se conoció la decisión. La bolsa, por ejemplo, terminó el día con una caída de 1,5 % tanto en el S&P 500 como en el Dow Jones. ¿Por qué?
Tamara Schandy (TS): Efectivamente la suba de ayer era ampliamente esperada por el mercado. Es la cuarta suba de tasas en el año y la Fed venía avisando hace tiempo que lo iba a hacer.
Ahora, luego de cada una de estas reuniones, se comunican bastantes cosas además que la decisión puntual de la Fed: se divulgan proyecciones de PIB, de inflación, se explica la razón del movimiento de tasas y se explicita cuál es la opinión de los miembros de la Fed sobre cómo debería seguir el proceso de suba de tasas… Y, como decía Emiliano, en esas dimensiones sí aparecieron matices que de algún modo “preocuparon” al mercado y que motivaron esa reacción negativa que tú mencionabas recién.
RA: – Vayamos por ahí entonces. ¿Cómo cambiaron las proyecciones sobre la economía de EEUU?
TS: – Se corrigieron a la baja, tanto las proyecciones de inflación como de PBI. En el caso de la inflación, el pronóstico para el año que viene bajó de 2,1 % a 2 %… Y en el caso del PBI, el pronóstico bajó de 3,1 % a 3 % para este año y de 2,5 % a 2,3 % para el año que viene.
Uno podría decir que las variaciones son marginales, pero van en el sentido de una economía que va perdiendo dinamismo. Los pronósticos siguen siendo “buenos” para los parámetros históricos de EEUU (la Fed no está diciendo en absoluto que se viene una recesión), pero el mercado está preocupado porque hay varios factores que se están sumando y pueden derivar en un escenario más negativo el año que viene… Me refiero por ejemplo a que el año que viene no se va a repetir el impulso positivo que supuso el recorte de impuestos a principios de 2018, que vamos a tener un déficit fiscal mayor, que hay temores sobre los efectos nocivos que puede tener la política proteccionista sobre la actividad económica… La posibilidad de un escenario de menos crecimiento va cobrando fuerza.
RA: – ¿Y en materia del panorama de tasas de interés? ¿Qué cambió respecto a lo que venía diciendo la Fed que iba a hacer el año que viene?
TS: – Comunicó que va a seguir subiendo la tasa, pero a un ritmo menor que lo que había dejado entrever en su comunicado de setiembre. El mercado esperaba esto, pero quizás tenía expectativa de que hubiese sido más contundente ese mensaje… La prensa especializada en la tarde de ayer marcaba que de alguna manera la Fed había “ablandado” su discurso, pero no tanto como algunos hubieran esperado dada toda la turbulencia que ha habido en los mercados financieros en estos últimos dos meses.
Recordemos que si miramos el S&P 500 la bolsa de Estados Unidos cayó 14 % desde fines de setiembre hasta ahora. Hay varias lecturas posibles, pero una es que el mercado está anticipando un escenario más negativo en materia económica para delante… y hay quienes hubiesen querido ver a una Fed más “atenta” a esa realidad.
RA: – Tamara, el propio Presidente Donald Trump escribió en Twitter esta semana que esperaba que la Fed no cometiera un “nuevo error” y que no permitiera que el mercado se tornara más ilíquido de lo que está… ¿Se puede decir que la Fed lo desoyó?
TS: – En realidad la Reserva Federal es independiente. Ayer le preguntaron explícitamente por eso a su presidente, Jerome Powell, en conferencia de prensa, y él respondió que la Fed hacía su trabajo en función del monitoreo de los indicadores económicos y que “nada les impediría hacer lo que creen correcto”.
En cualquier caso y como decía recién, la Fed igual está cambiando su diagnóstico macro. Está viendo menos riesgos de inflación (lo cual es coherente, entre otras cosas, con un petróleo en baja) y está viendo una perspectiva de menor crecimiento económico… y por eso comunicó que va a subir menos la tasa de referencia el próximo año.
RA: – Tamara, ¿cuál fue la señal, concretamente? ¿Cuántas veces más va a subir la tasa? ¿Y en qué magnitud?
TS: – En mediana, los miembros de la Fed opinan que la tasa “adecuada” para el final del año que viene estaría en 2,9 %. Si se mantuvieran rangos de 25pbs como hasta ahora, eso significa que habría dos subas adicionales el año que viene, hasta un rango de entre 2,75 % y 3 % anual.
Esto contrasta con lo que se había comunicado en setiembre. En aquella reunión la Fed había señalizado 3 movimientos en 2019, con una tasa que cerraba el año próximo entre 3 % y 3,25 %.
Y también contrasta, y en forma marcada, con lo que actualmente piensa el mercado que va a hacer la Fed. En los últimos meses el mercado fue cambiando mucho sus expectativas de tasas de referencia, al menos a juzgar por lo que muestran los contratos a futuro. Nunca estuvo del todo convencido de que fueran a haber tres subas, pero ahora podríamos decir que no cree en nada en el sendero de tasas que publicó ayer la Fed… Difieren mucho en el panorama 2019 y también difieren mucho en el panorama 2020.
RA: – ¿De qué diferencia estamos hablando? ¿El mercado no espera ninguna suba en 2019?
TS: – Los contratos a futuro parecen indicar eso: que no habría ninguna suba, o que podría haber una suba, pero con una probabilidad menor a 50 %… No cree en dos subas como dice la Fed.
Y para 2020, la Fed señalizaba ayer una suba más, dejando la tasa entre 3 % y 3,25 %… Y los futuros, en cambio, están debajo de la referencia de diciembre 2019… Esto quiere decir que incluso le asignan probabilidad a que haya baja de tasas en 2020.
RA: – Llama la atención que haya tanta diferencia. ¿Cómo se debe interpretar esto?
TS: – En el pasado hemos sabido ver brechas importantes entre lo que dice la Fed que va a hacer y lo que los mercados piensan que va a hacer… Es un terreno peligroso… En años anteriores esa diferencia finalmente terminó con la Fed moviendo menos la tasa de lo que había anunciado (o sea que los mercados terminaron teniendo razón), pero no deja de ser un riesgo… porque los mercados hoy confían en que la política de la Fed no va a ser más contractiva, y se pueden sorprender negativamente si la Fed avanza en línea con lo que está diciendo que va a hacer.
RA: – Para terminar, Tamara, ¿cómo debemos leer estos mensajes desde Uruguay?
TS: – En otras oportunidades veníamos diciendo que el escenario de progresivo aumento de las tasas de interés en el mundo planteaba desafíos para los mercados emergentes y los países dependientes del financiamiento externo, como es Uruguay pero como lo es también Argentina, por ejemplo. Ahora esa perspectiva de incremento de tasas de alguna forma se está suavizando… Las tasas de interés a plazos más largos, de hecho, están bajando. Por ejemplo, la tasa de referencia de los bonos del Tesoro de EEUU, que había pasado de 3,20 % anual en octubre, estaba ayer en 2,77 %.
Por otro lado hubo una caída fuerte del precio internacional del petróleo. Ese es un shock de oferta positivo para la economía mundial… Afloja las eventuales presiones de inflación y justifica un proceso de suba de tasas más lento.
Pero la verdad es que tampoco es del todo cómodo este nuevo escenario… porque si la razón por la cual las tasas no suben (o suben menos de lo que estaba previsto) es que se ve una perspectiva de menor crecimiento económico, entonces no es algo para festejar… En estas últimas semanas las expectativas de tasas de interés se vienen corrigiendo a la baja, pero al mismo tiempo estamos viendo pérdidas fuertes en las bolsas, incremento de las primas de riesgo país, inversores que se “refugian” en los activos más seguros… Ese es un escenario que ojalá se despeje pronto, porque no favorece a países como el nuestro.
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