“Tenemos ya nueve meses de un crecimiento relativamente robusto y hasta uno podría decir fuerte. Recuerden que Argentina viene de cinco años sin crecimiento económico, con lo cual éste es un cambio bien significativo”. Así calificaba Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central de Argentina, el desempeño económico del país vecino en una conferencia de prensa realizada este martes.
Emiliano Cotelo (EC): A partir de esa conferencia del presidente del Banco Central nos pareció oportuno dedicar nuestro análisis económico de hoy a este tema… ¿Argentina ya dejó atrás la recesión? ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses?… En seguida, lo conversamos con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Pablo, Emiliano recién citaba al presidente del Banco Central de Argentina destacando que la economía ya acumula varios meses de expansión. ¿Podemos repasar las últimas cifras de actividad económica?
Pablo Rosselli (PR): Recordemos que Argentina tuvo una recesión bastante importante el año pasado y el PIB acumuló una caída de 2,3 % en el conjunto de 2016… Sin embargo, la recesión terminó en el cuarto trimestre del año pasado…
En enero-marzo de este año el Producto Interno Bruto creció 1,1 % frente al trimestre anterior… Y los indicadores disponibles para los meses más recientes siguieron siendo positivos… Por ejemplo, el Índice General de Actividad que elabora la consultora Orlando Ferreres presentó una suba de 1,2 % en abril-mayo con relación al primer trimestre… Y el pronóstico del propio Banco Central, que presentó Sturzenegger el martes, apunta a una expansión de 1 % durante el segundo trimestre… Entonces, Romina, estamos viendo tasas trimestrales del orden de 1 %, que equivalen (si se mantuvieran en el tiempo) a un ritmo de crecimiento bien significativo, de 4 % anual…
RA – ¿Y a qué se debe este crecimiento? ¿Es generalizado o responde a factores puntuales?
PR – El desempeño por sector viene siendo bastante heterogéneo, pero cada vez son más los casos en donde crece el nivel de actividad. El sector agropecuario ha tenido un desempeño excelente y, junto con la construcción, están siendo los pilares de la recuperación.
En cambio, el panorama en la actividad comercial y la industria siguió siendo bastante pobre aunque en los dos casos los datos más actuales ya están apuntando a cierta mejora.
Por ejemplo, el estimador mensual de actividad industrial del INDEC dejó atrás 15 caídas consecutivas y creció en mayo 3 % interanual… pero se trata de un solo dato, en un indicador que es volátil y que venía con muchas caídas consecutivas.
RA – Ahora, Pablo, ¿cuáles son las perspectivas? ¿Se prevé que Argentina siga creciendo en los próximos meses?
PR – Las proyecciones de crecimiento económico en Argentina se han ajustado muy poco en el último tiempo y son bastante positivas. La última encuesta de expectativas del Banco Central apunta a un crecimiento de 2,7 % en el promedio de este año y del orden de 3 % para 2018… habiendo incluso quienes esperan tasas de expansión algo superiores… levemente por encima de 3 % para este año y en el entorno de 4 % el año que viene.
A nivel del gobierno no hay proyecciones actualizadas; las últimas son de fines del año pasado cuando se presentó el Presupuesto 2017 y allí se manejó un crecimiento de 3,5 % para este año… aunque según declaraciones más recientes de algunos integrantes del equipo económico se estaría contemplando un crecimiento en el eje del 3 %.
RA – ¿Y ustedes comparten esta visión? ¿Qué esperan para este año y para 2018?
PR – Estamos bastante alineados con la media de los economistas de Argentina… En concreto, pensamos que en 2017 el PIB crecerá en torno de 2,5 % en el promedio del año y que para 2018 veremos probablemente una expansión un poco mayor, en torno de 3 %.
De todos modos, a nuestro juicio el panorama para 2018 todavía presenta riesgos importantes…
RA – ¿Cuáles son esos riesgos?
PR – Tenemos varios factores de riesgo… Por un lado está el proceso electoral… En las últimas semanas, hemos visto que los mercados financieros están muy atentos al proceso electoral porque los resultados podrían afectar la capacidad de gobernar del oficialismo.
Por otro lado, Argentina mantiene un déficit fiscal muy importante… El cambio de Gobierno, con la salida de Cristina Ferández, no supuso un cambio significativo en la política fiscal, que ha seguido siendo sumamente expansiva… Hoy Argentina tiene acceso al financiamiento externo (porque el gobierno de Macri acordó una salida con los hold outs) y, desde ese punto de vista, el país probablemente podrá seguir sosteniendo niveles de déficit fiscal elevados por un tiempo más… Pero en cualquier caso, la situación fiscal es un punto de vulnerabilidad ante un eventual cambio en las condiciones financieras internacionales… Hoy parece poco probable que el contexto financiero internacional cambie significativamente en este horizonte de un año y medio de proyección pero es un riesgo a tener presente.
Y también está el problema de la competitividad… Parece difícil que los sectores transables puedan consolidar una trayectoria clara de recuperación con los niveles actuales de tipo de cambio. Argentina se ha ido quedando muy cara en dólares… Eso es justamente lo que está detrás del desempeño pobre de la producción industrial.
RA – De todos modos, Pablo, el dólar subió bastante en Argentina en estas últimas semanas… Me imagino que eso debe haber sido un “alivio” desde la óptica de la competitividad. ¿Es así?
PR – Sí, pero no tanto… En realidad el tipo de cambio en Argentina ya venía subiendo gradualmente desde mayo, pero tuvo un aumento muy intenso en las primeras semanas de julio. Ayer, incluso, el dólar alcanzó un pico de casi AR$ 17,5, que lo deja con una suba de 8 % frente al cierre de 2016. La suba estuvo alentada por la preocupación en torno a los resultados de las elecciones primarias legislativas que se realizarán en agosto… las denominadas “PASO”. En particular, el avance en los sondeos de la ex presidente Cristina Fernández (candidata al Senado por la Provincia de Buenos Aires) es visto con nerviosismo, por entenderse que si el oficialismo saliera “mal parado” de estas elecciones de mitad de período, eso podría impactar sobre la política económica y deteriorar el clima de expectativas, como comentaba recién.
Pero más allá de esta suba, las proyecciones cambiarias siguen apuntando a una devaluación relativamente moderada para los próximos meses… De hecho, los contratos a futuro sobre el tipo de cambio apuntaban en estos últimos días a un dólar de AR$ 18,8 para diciembre de este año y de AR$ 20,5 a mediados de 2018… 20 % por encima del nivel actual… Sin embargo, incluso con una suba del dólar hasta estos niveles, no tendríamos prácticamente mejoras en términos de precios relativos, porque se trataría en los hechos de un aumento similar a la inflación proyectada.
Por eso y como decía recién, la falta de competitividad es uno de los principales desafíos que tiene Argentina para poder consolidar el crecimiento.
RA – Para terminar, Pablo, ¿cómo debemos interpretar la situación actual de Argentina desde la perspectiva de Uruguay?
PR – Tenemos algunos mensajes claves… Argentina está saliendo de la recesión… El escenario más probable es que este año y el próximo Argentina logre buenas tasas de crecimiento, de entre 2,5 % y 3 % anual. Y a su vez, Argentina está muy cara en dólares.
Todo eso quiere decir Uruguay se está beneficiando sobre todo a partir de la actividad turística… Tuvimos una excelente actividad turística en la primera mitad de 2017… Y deberíamos tener una muy buena temporada el próximo verano.
De todos modos, también debemos tener presente que la recuperación de Argentina dista mucho de estar consolidada… y que Argentina tiene problemas importantes (de competitividad y en el frente fiscal) que la hacen vulnerable a un cambio de humor en los mercados financieros… porque Argentina necesita de mucho financiamiento para atender el déficit fiscal actual.
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